El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha manifestado este martes su "respeto" por la anunciada presentación de una demanda en contra de la implantación de un centro comercial en la ladera de San Bartolomé, un proyecto contra el que la asociación de comerciantes Dendartean y entidades vecinales como Amara Bai y Erdian Bizi recurrirán ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. El regidor, por su parte, señaló que el Consistorio se defenderá en los tribunales por medio de sus servicios jurídicos y opinó que "tal y como está, la ladera de San Bartolomé no se puede quedar así, hay que completarla".

El pasado mes de enero, el Pleno del Ayuntamiento de Donostia, con los únicos votos del PNV y el PSE, dio su aprobación definitiva al Plan Especial de San Bartolomé, que prevé la implantación de 8.000 metros cuadrados de espacios comerciales en la ladera situada bajo el antiguo convento, así como un parking subterráneo de 270 plazas, 200 de ellas de rotación como máximo, con accesos por el muro de la calle Easo, la calle Manterola y la calle Triunfo.

Estas previsiones cuentan con el rechazo de la oposición, que alertó en el Pleno de los posibles problemas de tráfico que conllevaría el aparcamiento así como de la competencia para el comercio que generarían los nuevos espacios de la ladera de San Bartolomé. Distintas asociaciones, por su parte, han anunciado su demanda en los tribunales basándose en los mismos problemas de tráfico, así como en las molestias de la propia obra, que se podrá alargar hasta tres años, ya que necesita excavar cuatro plantas subterráneas de estacionamiento, y en la existencia de un supermercado y otros comercios y restaurantes.

Imagen virtual del proyecto para la ladera de San Bartolomé. N.G.

Goia dijo que, a pesar de respetar la demanda de los colectivos, tiene la "seguridad" de que "cuando en el Ayuntamiento se realizan expedientes urbanísticos se hacen conforme a la legalidad". Asimismo, el regidor del PNV añadió que el Plan Especial contra el que se presentará la demanda "no es más que la plasmación concreta de una modificación del Plan General, que es anterior y que contemplaba la operación en su conjunto".

Como se recordará, la operación de San Bartolomé incluyó el derribo y realojo de más de 170 familias, además de la creación de una nueva zona residencial, una nueva plaza y una nueva calle.

Añadió que la operación lleva doce años desarrollándose y "tiene muchas piezas, muchas de las cuales están ejecutadas y esta es la última que queda, junto con el parque que está arriba". "Decir que 'la última parte no me gusta' es complicado desde el punto de vista de la sostenibilidad", añadió Goia, que concluyó señalando que "en este momento, como está ladera de San Bartolomé, no se puede quedar así y hay que completarla".