El grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Donostia pedirá en la sesión plenaria del jueves que los residentes del muelle participen en el nuevo Consejo municipal portuario, tal y como ha indicado el concejal Markel Ormazabal.

“El muelle ha cambiado mucho estos últimos años. Es evidente que estos cambios suponen problemas en el tema de los amarres y también en el uso del muelle y sus limitaciones”, ha señalado Ormazabal, que ha recordado que el pasado 14 de diciembre el director de Puertos y Asuntos Marítimos del Gobierno Vasco, Aitor Etxeberria Atutxa, “convocó a todos los ayuntamientos con puertas que gestiona EKP (Euskal Kirol Portuak) a una reunión para activar los consejos municipales portuarios”.

Para EH Bildu “es importante que los residentes tomen parte en el consejo”, porque “los 200 habitantes del muelle se encuentran atrapados entre distintas instituciones. Pese a que cumplen sus obligaciones con el Ayuntamiento, no tienen capacidad de decisión sobre el entorno en el que viven, así que hay que crear de forma urgente una comisión, y en ella tienen que participar los vecinos”.

Ha añadido Ormazabal que Donostia “es el único municipio de la CAV en el que residen personas en el ámbito administrativo del puerto”, por lo que “la participación ciudadana en la gestión de los asuntos portuarios debe ser un instrumento eficaz para solucionar los graves problemas que están surgiendo en los últimos años en el muelle de Donostia, entre los que destacan la decisión de cerrar la rampa y la cuestión de los amarres”. Sobre esto último, la noticia más reciente se conoció el 1 de febrero, cuando el juzgado contencioso administrativo número 1 de Vitoria suspendió de modo cautelar el reparto de amarres llevado a cabo en 2021 por EKP.

“El muelle de Donostia es especial porque durante décadas se han llevado a cabo diferentes usos como el baño, la pesca y las actividades económicas”, ha ahondado el concejal de EH Bildu: “Todo eso se ha conjugado sin ningún problema y ahora parece que el único uso es la actividad marítima relacionado con el ocio y las empresas privadas”.

A su juicio, “la convivencia entre diferentes intereses es posible, pero para ello se necesita un espacio que permita la participación y comunicación entre los agentes implicados”. Por ello ha insistido en la participación ciudadana en ese futuro Consejo: “Nuestra intención es que se abra la opción de que los vecinos y vecinas puedan participar”.