La empresa Wavegarden, que tiene su sede en Aizarnazabal, la trasladaría a Donostia si lleva a cabo el proyecto de ola artificial en el enclave de Antondegi (Martutene), una iniciativa que ha levantado ciertas críticas de sectores ecologistas y entre algunos surfistas guipuzcoanos. Es precisamente el cuestionamiento del proyecto lo que ha llevado a la empresa vasca a emitir un comunicado con once claves sobre esta iniciativa.
"Durante años hemos recibido peticiones de guipuzcoanos para surfear en Wavegarden (Aizarnazabal)", afirman desde la entidad que tiene las oficinas centrales en este municipio de Urola Kosta, un centro privado no abierto al público que se dedica al desarrollo de I+D para recibir clientes e inversores. Sin embargo, sostienen que "el nuevo proyecto sí que peritiría que por fin abramos la puerta a la sociedad guipuzcoana". "No vamos a negar que como una escuela de surf más, Wavegarden podría provocar que más guipuzcoanos se interesaran por este deporte, algo que consideramos positivo", defienden.
Por eso, uno de los argumentos de esta declaración es que "Gipuzkoa no tendría dos Wavegarden", ya que la sede de Aizarnazabal "se desmantelaría y el terreno ocupado volverá a su estado natural". "Llevaríamos toda la maquinaria y nuestras oficinas al nuevo terreno de San Sebastián", aseguran.
La entidad se defiende antes las críticas que han llevado a un grupo de distintas entidades a formar a Antondegi Berdea, acusando al proyecto de "artificializar" uno de los "últimos enclaves verdes" de Donostia. Con posterioridad, un grupo de surfistas anunció una recogida de firmas para buscar apoyos en la oposición al parque de olas artificial.
Ante estas protestas, entre los argumentos que esgrime la empresa están en que "no será un proyecto elitista", sino que "tendrá un precio asequible" "análogo" al de otras instalaciones: entre 20 y 40 euros, según si se es abonado o no.
Aseguran, también, que el uso será principalmente local y que el proyecto, antes de llevarlo a cabo, "se someterá a un riguroso estudio independiente de impacto medioambiental". Además, señalan que "no habrá consumo de agua" porque "la recolección del agua de lluvia compensará las pérdidas por evaporación" y explican, entre otras cuestiones, que servirá como centro de tecnificación para surfistas.