Nadie duda de que la tamborrada infantil volvió a ser el acto más destacado del día de San Sebastián en Azpeitia. Sin embargo, la localidad celebró la festividad de ayer con otras muchas actividades que también contaron con el respaldo de la ciudadanía.
El programa del día arrancó a las 9.00 horas con una diana a cargo de los txistularis y la Escuela de Música y continuó media hora después con el tradicional pasacalles que cada año protagonizan los integrantes de las compañías Ardozaleak y Gure Ametsa junto a la Banda de Música Municipal y los txilibitos de la Musika Eskola.
A continuación, varios miembros de la corporación municipal realizaron el habitual paseíllo hasta la iglesia parroquial, desde donde partió la procesión en honor a San Sebastián.
Finalizado ese evento, que se prolongó durante apenas quince minutos, la atención volvió a centrarse en la parroquia. Allí se ofició una Misa Mayor cantada por el coro parroquial y la coral Julian Barrenetxea, que contaron con el acompañamiento del organista Ignazio Arakistain.
Finalizado el oficio religioso la fiesta regresó a la principal plaza del pueblo con la primera de las dos sokamuturras del día, que ayer se saldó sin incidentes de gravedad.
Ya por la tarde, los más pequeños disfrutaron de un parque infantil en Olazko Amaren Plaza. Fue el penúltimo acto de un día que, como de costumbre, volvió a culminar a medianoche con la tradicional arriada de la bandera desde el balcón del Ayuntamiento. Hasta el año que viene.