"Viene bastante gente, pero lo que hace falta es que haga bueno porque el sábado no hubo nadie". Así se expresaba ayer el camarero de unas de las casetas de comidas internacionales del Kursaal, que viene a Donostia desde hace cinco años. Como ya conoce el clima, y el peligro de lluvia, solo pide que asome el sol porque "cuando hace bueno la gente sí que gasta". Las doce casetas de comida internacional ya saben a dónde viajan cuando toca la Aste Nagusia donostiarra y solo temen al mal tiempo. "Cuando venimos aquí, ya sabemos el peligro que hay".
El compañero de otro mostrador coincidía con él en preferir el ajetreo de los días buenos, aunque sea más cansado para ellos, que el aburrimiento de los días de lluvia, cuando es difícil que nadie se siente a disfrutar de los platos típicos de distintas latitudes, cocinados in situ en las instalaciones de la terraza del Kursaal.
Y probarlos todos no es fácil porque la oferta es extensa. Desde pizzas naturales, horneadas en horno de leña, transportado hasta el lugar, hasta parrilladas de carne a la argentina, paellas de marisco, talos vascos, tacos y guacamoles mexicanos y comida tailandesa, entre otras delicias, se pueden degustar en los establecimientos desmontables que ofrecen estos días un ambiente tranquilo lleno de buenos olores y ricos sabores, para todos los gustos.
Además, tanto al mediodía como por la noche, la gastronomía viajera se conjuga con música en directo, que anima el ambiente. Hoy toca el turno al electrorock del grupo Munlet. ¡Que aproveche! - N.G.