elegancia. La centenaria casa pirotécnica italiana Parente ofreció anoche un espectáculo de fuegos artificiales que destacó por su elegancia y clasicismo, roto en ocasiones con el colorido especial de algunas figuras, como las palmeras bicolores y las cascadas de lluvia celestial en blanco y azul. Quién sabe si en un guiño al público donostiarra, los italianos hicieron abundante uso de la combinación txuri-urdin, así como de intensos morados y azules, que conjugaron con el blanco de muchas de las figuras. Parente destacó también por los disparos de serpientes hacia el cielo, acompañados de silbidos, y por la unión de fuegos bajos de intenso colorido y ritmo y altos lanzamientos, bombas de gran tamaño y perfección en sus formas. A pesar de su clasicismo, mostraron también caras sonrientes, muy de moda. La traca final, fuerte y larga, puso un punto final muy llamativo. Foto: Iker Azurmendi
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