Un lavadero muy ilustrado

LOS lavaderos eran en el pasado puntos de encuentro de las mujeres que acudían con su colada e intercambiaban impresiones, sentimientos y noticias mientras trabajaban. El de Loiola, en Donostia, construido en 1923, llegó a ser uno de los más activos de la ciudad. Pero, con el paso del tiempo y la llegada de las lavadoras, su función desapareció y hace 25 años, tras ser adquirido por el Ayuntamiento, se convirtió en una casa de cultura, parte central de la vida del barrio, donde también se expresan sentimientos y se adquieren conocimientos.

Loiola fue una de las primeras cuatro casas de cultura promovidas por el Ayuntamiento de Donostia. Desde su nacimiento, su actividad no solo ha aumentado año a año sino que también se ha diversificado y modernizado. Los libros electrónicos que se prestan en el lugar, además de los DVDs disponibles, son un botón de muestra.

Así lo explica el director del centro cultural, Jon Urbieta, que lleva dos décadas al frente de esta institución loiolatarra y recuerda las primeras épocas del centro, cuando disponía de un gimnasio en toda regla en el que grupos de mujeres se ejercitaban para estar en forma. Con el paso del tiempo y la apertura de la zona deportiva de Anoeta, la sala de gimnasia se convirtió en salón de actos para dar cabida a las numerosas conferencias y otros actos que acoge el antiguo lavadero.

Quienes quieran dar rienda suelta a la nostalgia pueden hacerlo visitando la exposición abierta hasta final de mes, con fotografías y vídeos de los primeros momentos del espacio cultural de Loiola.

personalidad

Mirando al río

Esta casa de cultura, que ahora extiende su ámbito de actuación hasta Txomin y Martutene, se caracteriza por tender su mirada permanente hacia el río Urumea y muchas de las actividades que organiza están relacionadas con el río, así como con la tierra que riega a su paso y, en consecuencia, a la ecología, la agricultura, etc.

Los responsables del centro dieron a conocer ayer el programa de actos organizado para festejar el primer cuarto de siglo de la institución cultural. Esta misma tarde, a partir de las 19.30 horas, la calle Iglesia acogerá una actuación conjunta de los coros Ibaiertz e Ilunbe, con más de 80 voces. Asimismo, mañana tendrá lugar un brindis en el centro cultural, a partir de las 19.30 horas, en el que se recordará a las numerosas personas fallecidas que arrimaron el hombro para organizar y mantener las muchas actividades y ciclos culturales que se han asentado en las paredes del edificio.

La celebración de los 25 años se completará con una sesión musical denominada Loiola Vintage II Music Festival, con un total de 20 grupos musicales que ofrecen versiones de rock clásico y otros estilos de mediados del siglo pasado. Esta actuación tendrá lugar el viernes, 26, en la casa de cultura. El domingo siguiente, día 28, los interesados podrán conocer al polifacético Joan Baixas y su teatro de objetos, pintura y música. La sesión, para todos los públicos, comenzará a las 18.00 horas.