- En 2017 ganó el Campeonato Manomanista de Promoción frente a Joanes Bakaikoa, y el pasado sábado logró su segunda txapela en este torneo ante Aitor Elordi...

-Ha sido diferente. Por una parte, por la situación actual que estamos viviendo, porque la gente no puede acudir al frontón, y eso hace que el ambiente sea un pelín más frío. Por otra parte, la final no fue como me hubiera gustado, o no fue la ideal. La final que jugué hace tres años me llenó al 100%, pero esta vez no tanto. Me faltó hacer un buen partido y quedarme a gusto con el partido que hice. Al final, si juegas bien te vas a gusto a casa, ganando o perdiendo. En cambio, cuando no juegas bien, es verdad que la victoria te llena ese vacío, pero se te queda esa espina clavada de no haber dado todo lo que tienes dentro. Creo que los dos jugamos con mucha tensión y muy precipitados. Hicimos muchos regalos el uno al otro y nos dimos demasiadas oportunidades.

Se esperaba una final dura frente a Aitor Elordi...

-Sí, sin duda. Ya demostró en los anteriores duelos que llegaba muy bien a esta final, pero, como siempre, hay que jugar el día de la final y todo lo hecho anteriormente no sirve para nada. Creo que no fue su día, y él también tendrá la pena de no haber jugado todo lo que sabe.

La final no comenzó bien para sus intereses.

-Los dos empezamos con bastante tensión. Él acertó en varios remates, sobre todo a dos paredes de volea. Con el 10-6 vi que el partido se me estaba escapando y empecé a jugar más agresivo y a arriesgar más y, sobre todo, acerté con el saque. Creo que ahí estuvo la clave.

A partir de entonces hizo una tacada de once tantos.

-Acerté con el saque y arriesgué más. No tenía el día con la derecha, e intenté ser más agresivo. Hice una tacada de once tantos y ahí se rompió el partido.

¿Cuando se vio campeón?

-Cuando hice el tanto 22. Al final, en el manomanista suele haber tacadas y hasta que no llegas a último tanto nada es seguro.

Después de la final destacó que esta txapela llegaba después de dos años difíciles.

-Cuando trabajas mucho y no ves resultados sufres. Crees que haces todo bien: entrenar, cuidar la alimentación, trabajar el aspecto mental... y aún haciendo todo eso ves que no llegan resultados y uno sufre. Al final, lo que hay que hacer es seguir trabajando, ver lo que está fallando, intentar cambiar eso y seguir peleando.

También ha tenido problemas de manos.

-Me rompí el dedo índice de la mano izquierda y tuve que estar un mes parado. Cuando me dijeron que podía jugar este manomanista tuve dudas, porque el médico todavía no veía que el hueso estuviera cicatrizado. Al final decidimos jugar y me ha salido muy bien. Estoy jugando con una férula para proteger el dedo. Me hicieron una radiografía el día anterior a la final y se vio que el hueso todavía no había cicatrizado y tengo que seguir utilizando esa férula. Son los gajes del oficio.

Dedicó la txapela a su hermana Ane, que también es pelotari. ¿Por qué?

-Al final, cuando está sufriendo y cuando no ves la luz al final del túnel, que los de tu entorno confíen en ti y te animen te ayuda mucho, y ella ha sido una de los que más me han apoyado.

Con esta txapela, ¿ya ha llegado al final de ese túnel?

-Sí. Las sensaciones que estoy teniendo en la cancha son otras, aunque en la final por la tensión y los nervios no disfruté mucho.Creo que he entrado en el camino correcto y pienso ir por ese camino.

La próxima temporada disputará el Campeonato Manomanista de Primera.

-Sí, normalmente, sí. Me hace mucha ilusión. La exigencia es mayor y se aprende más, y al final ese es el objetivo: seguir mejorando y seguir aprendiendo, e ir poco a poco en ese camino hacia Primera. Tampoco me marco ningún plazo. Tengo mucho que mejorar y me centro en esos aspectos que tengo que mejorar y en intentar disfrutar del camino. Las oportunidades ya llegarán.

¿Cuáles serán sus próximos objetivos?

-Ahora vendrá el Cuatro y Medio. No tendré tiempo de prepararlo, porque creo que empezará el fin de semana, pero intentaré ser competitivo y seguir aprendiendo.

¿Cómo se le da esta modalidad?

-Durante todo el año jugamos a parejas y entrenamos en parejas. Para las competiciones individuales es conveniente entrenar. No tengo mucho tiempo y no sé cómo se me dará. En Promoción no he ganado esa txapela. Es una competición que, por mis característica, se me puede dar bien, pero todavía no he sabido sacar lo mejor de mí en ese campeonato.