- La próxima temporada de la NBA arrancará finalmente el 22 de diciembre. Los representantes del sindicato de jugadores dieron su brazo a torcer y tras analizar las consecuencias económicas que hubiese tenido retrasar el pistoletazo de salida hasta mediados de enero, como era en un principio su intención aduciendo el largo encierro que tuvieron que soportar en la burbuja de Orlando para poder finalizar el curso anterior, optaron por aceptar la fecha propuesta por el comisionado de la liga, Adam Silver, para poner en marcha una temporada regular que en esta ocasión constará de 72 partidos, diez menos de lo habitual. Esta decisión debe ser refrendada por la Junta de Gobernadores de la NBA y a partir de ahí se pondrá fecha al arranque del mercado de agentes libres y a la apertura de los entrenamientos por parte de las franquicias.

La NBA entiende que arrancando el 22 de diciembre y reduciendo la temporada regular podrá poner fin a la competición sin solaparse con los Juegos Olímpicos de Tokio, que se inaugurarán el 23 de julio, y respetar además fechas emblemáticas en cuanto a sus retransmisiones televisivas, como son los partidos del día de Navidad. En ese sentido, la liga estadounidense espera recaudar entre 423 y 846 millones de euros más en derechos de retransmisión a corto y medio plazo. Y ahí ha estado la clave de la negociación con los jugadores, pues según el convenio colectivo vigente un descenso de ingresos por parte de la liga repercute en la bajada del límite salarial de las franquicias y, por consiguiente, de los sueldos a los que pueden acceder los agentes libres. Y no hay que olvidar que la NBA cifró en 1.269 millones de euros el descenso de ingresos de la pasada campaña y que prevé que si la totalidad de la temporada 2020-21 tiene que disputarse sin público en los pabellones las pérdidas podrían alcanzar los 3.385 millones. La NBA y el sindicato han discutido aumentos significativos en cuanto a las garantías de los salarios de los jugadores para dar cuenta de las graves pérdidas en los ingresos de la liga durante la pandemia de COVID-19. Ambas partes están trabajando para distribuir las pérdidas de los jugadores en varias temporadas, con el fin de que no sufran un impacto financiero tan sustancial en un solo año.