El medallista de bronce en la disciplina K-1 slalom de los Juegos Olímpicos de París, el donostiarra Pau Etxaniz, ya está en la capital guipuzcoana para descansar y celebrar con los suyos la gesta lograda en el canal de Varies-sur-Marne. Junto a él, también han llegado la triple medallista y campeona olímpica, Maialen Chourraut, y la finalista olímpica y décima clasificada en la disciplina C-1 slalom, Miren Lazkano. Por motivo de la presea del más joven de la familia Etxaniz, lo que supuso la 36ª medalla en la historia de la representación guipuzcoana en unos Juegos, y la actuación de Lazkano y Chourraut, su club de piragüismo, el Atlético San Sebastián, les ha ofrecido un caluroso recibimiento.
Antes de la ceremonia, el palista ha comparecido ante los medios en el Hotel Londres. Ahí ha tenido tiempo para hablar de todo lo sucedido durante estos intensos días antes de recibir el cariño de cientos de personas. Nada más terminar la rueda de prensa, el palista ya ha empezado a sentir la cercanía de todas las personas que paseaban por La Concha. Su cara, la de un joven incrédulo, no daba crédito a que de la noche a la mañana se haya convertido en una persona conocida. Y no es para menos, porque se trata de todo un bronce olímpico.
Pau, acompañado de Lazkano y Chourraut, se ha ido acercando a la plaza del Padre Vinuesa, enfrente de la discoteca Bataplán, lugar del homenaje. Su medalla brillaba más que nada, incluso por encima del sol. Era como la luz al final del túnel, un rayo de esperanza para todos aquellos jóvenes que sueñan con igualar su marca en unos Juegos Olímpicos.
Txalaparta, aplausos y mucha emoción
Prácticamente desde los relojes de La Concha se palpaba un ambiente festivo. La txalaparta, tan típica en este tipo de homenajes, ha sido la banda sonora que ha dado entrada a los tres olímpicos acompañados de los entrenadores. Cerca de veinte niños y niñas del Atlético San Sebastián han formado una especie de puerta o pasarela con las palas para que los tres subiesen al escenario.
Centenares de personas les miraban, atónitos, como si de tres héroes se tratara. Y así es, porque son tres deportistas que han hecho soñar, disfrutar y también sufrir a toda Gipuzkoa. Una gran ovación les ha acompañado hasta lo más alto del escenario.
La primera en hablar ha sido la más veterana, una mujer que ha estado en cinco Juegos Olímpicos, Maialen Chourraut: “Ha sido increíble compartir equipo con esta gente. Hemos estado todo el día juntos y ha sido un privilegio. Fui con un sueño a París, y aunque las cosas no me han ido bien, estoy muy orgullosa de Pau, es muy difícil hacer lo que ha hecho. Miren y Aritz han sido una inspiración para mí, dejando los miedos atrás y siguiendo hacia adelante. Llegar a una final, como lo ha hecho Miren, es muy complicado. Gracias también a Xabi, no es fácil entrenar a tu mujer y a tu hijo (risas). Por mi parte, ha sido una montaña rusa, parecía Igeldo. Mi competición fue un desastre. Lo más importante es el camino, la gente con la que nos rodeamos. Mi corazón ha quedado tocado tras estos Juegos, menos mal que Pau ha ganado la medalla. Son muchos años, siempre he tenido mucha motivación y ahora estoy abajo. Pero volverá esa ilusión”.
Después ha sido el turno de Lazkano, debutante y finalista en unos Juegos: “Yo no soy tan expresiva como Maialen. Ha sido un sueño estar en los Juegos. He estado muy arriba y muy abajo en muchos días, en unos días estaré muy orgullosa del camino. Hemos pasado tres meses increíbles. Espero que la siguiente vez vuelva a estar aquí y traer una medalla. Cuando empecé no sabía hasta dónde podía llegar, y estoy muy feliz”.
El tercero y último en discordia ha sido el más aclamado de todos, Pau Etxaniz, aunque parecía que las palabras se habían caído en aquel espectacular descenso: “Maialen decía que lo que he hecho es muy difícil, pero ella lo ha hecho tres veces. Todavía me queda mucho camino”.
Varios regalos
Tras el homenaje, ha sido el turno de los regalos. Primero, el Atlético San Sebastián, de la mano de su presidente, Pedro García, les ha otorgado un ramo de flores. El propio García no ha querido perderse la fiesta, y ha agradecido a los tres su labor en París: “El orgullo del club, de Donostia y de Gipuzkoa. Son la imagen para todos los chavales que están aquí. Lo dan todo, han estado trabajando año tras año. Necesitamos el apoyo de todo el mundo, instituciones y empresas. Es muy difícil ser presidente de un club tan pequeño”.
Después, por sorpresa, han aparecido Xabi Prieto, Nerea Eizagirre y Ángel Oyarzun como representantes de la Real para regalarle a cada uno una camiseta del club txuri-urdin con su nombre y el dorsal diez. Tras ello, la directora general de deportes de la Diputación de Gipuzkoa, Marta Pastor, le ha puesto una txapela a cada palista. Por último, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y el concejal de deportes, Iñaki Gabarain han subido al escenario para agradecer a los deportistas su gran actuación en la capital francesa.