- Si su bicicleta rueda sobre asfalto guipuzcoano y la carretera se pone cuesta arriba, de momento no hay quien pare a Simon Carr. ¿A quién? Sí, a Simon Carr, un joven ciclista británico, de 22 años, que conoció nuestro territorio en mayo de 2019. Vino entonces con su equipo, el Aix en Provence sub' 23 francés, a correr la Vuelta al Bidasoa. Además de la segunda plaza en la general final, logró levantar los brazos en el Paseo de Colón de Irun, en la última etapa, tras un demoledor ataque en las rampas de Erlaitz. Y parecida ofensiva lanzó ayer, en la quinta y definitiva subida a Abaltzisketa. Volvió a servirle para ganar. Esta vez, la Ordizia Klasika. Su primera victoria como profesional.

Carr ha dado el salto este año de la mano del Nippo Delko One Provence, una de las numerosas escuadras de categoría UCI Pro Team que aspiraban ayer a encontrar un ganador en la cita goierritarra. La circunstancia merece ser muy tenida en cuenta, ya que marcó la carrera por completo. Sin los Movistar, Mitchelton y compañía, sin equipos World Tour en la salida, el abierto pronóstico inicial convirtió la Klasika en una prueba casi ingobernable, imposible de controlar. Si a esto le añadimos el factor meteorológico, con una matinal de perros sumándose a la fiesta, terminamos dando con una carrera dura, dantesca, decidida por pura eliminación.

Una carrera, es decir, sin escapada ni nada que se pareciera a un desarrollo estándar. Los ciclistas completaron más de 45 kilómetros en la hora inicial, con la primera subida a Abaltzisketa de por medio. Y fueron viendo, a medida que avanzaba la prueba, cómo el pelotón la convertía en un homenaje a la estación otoñal: entre constantes ataques y avanzadillas que nunca prosperaban, el árbol perdía hojas que caían de maduras. Con Arkéa, Caja Rural y Euskaltel siempre como escuadras más activas, se llegó a la última vuelta con un paquete cabecero de apenas 25 unidades. Pleno en él del conjunto navarro, con sus siete ciclistas. Y del Arkéa, con los seis que se trajo a Ordizia.

Tiró el Caja Rural durante el llano previo a Altzo, donde el último relevo de Jon Irisarri dio paso al ataque del ecuatoriano Jefferson Cepeda, a quien atraparon antes de coronar. Sin embargo, la ofensiva terminaría resultando clave, pues provocó una selección definitiva. El grupo que comandaba la prueba tras el descenso, de camino a Amezketa, había perdido ya cualquier mayoría significativa en lo que a equipos se refiere. Así que al más mínimo movimiento se formó el corte decisivo. Siete corredores iniciaron delante la subida final a Abaltzisketa: Cepeda y Amézqueta (Caja Rural), Louvel y Anacona (Arkéa), el alavés Unai Cuadrado (Euskaltel), Murphy (Rally) y Carr (Nippo Delko).

La primera selección eliminó a Cuadrado, Amézqueta y Louvel. Volvió a atacar Cepeda a apenas un kilómetro de la cima. Y, neutralizado ya el ecuatoriano, lo probó Carr, con fuerza y determinación. Pudo coronar con apenas diez segundos de renta. Más que suficiente para un ciclista que demostró ser también buen bajador, y que aprovechó además las habituales dudas de los grupos perseguidores en estas circunstancias. Él tiraba a muerte. Detrás, algo guardaban. Por si acaso. Resultado: tiempo de sobra para que el británico estirara su maillot, se pusiera guapo para la foto y cantara victoria en las calles de Ordizia. Como hizo en las de Irun. Como hizo en Otsagabia cuando corrió la Vuelta a Navarra. Simon Carr. Nacido en Hereford, al lado de Birmingham, en 1998. 22 años recién cumplidos. Otro joven a quien tomar la matrícula.

1. Simon Carr (Nippo Delko) 3h52:42

5. Unai Cuadrado (Euskaltel) a 50"

Otras

Sp. Especiales Matis Louvel (Arkéa)

1º guipuzcoano 24º: J.Irisarri (C. Rural)

La reacción. Simon Carr tiró de redes sociales para expresar su alegría por el triunfo logrado en Ordizia. "Ha sido una bonita manera de terminar una temporada tan inusual. Parece que el País Vasco siempre se me da bien", expresó el británico, en referencia a su éxito en la Vuelta al Bidasoa 2019. El ciclista del Nippo Delko afrontó la cita goierritarra con el buen golpe de pedal que le proporcionó la reciente Vuelta a Portugal, en la que se llevó la clasificación de los jóvenes (19º en la general). Previamente, no había competido antes del confinamiento, estrenando curso el 29 de agosto en el Trofeo Matteoti. La de ayer es su primera victoria como profesional.