Sin Julen será diferente

Durante la última década el guipuzcoano se ha convertido en uno de los mejores jugadores del planeta en su puesto, y sus logros son prueba de ello. En el caso de la selección española, desde que en 2011 lograse su primera medalla, han sido seis los campeonatos en los que se ha colgado un metal en el cuello. En todos ellos ha sido una pieza fundamental para el equipo español. Fijando a los defensores en la línea de seis metros, y sacando provecho con goles o penaltis concedidos cada vez que agarraba el balón, ha sido una pesadilla para muchas selecciones.

La selección de Jordi Ribera contará en esta edición con Figueras y Marchán en la posición de pivote. Ambos han demostrado mucha calidad durante las últimas campañas, pero ninguno ha alcanzado el nivel de Julen. El de Irun ha sido el comodín en muchas fases del juego en las que España no conseguía perforar la defensa rival, y sin él, todo será diferente. Buscar un juego con menos participación del pivote será casi una obligación, y es que Julen era un seguro de vida. El hecho de estar en el campo ya hacía que varios defensores se tuviesen que agrupar entorno a él para intentar detenerle.

España es una de las favoritas, tiene una gran plantilla, y también una gran capacidad táctica. Lo que no va a tener en esta ocasión será a uno de los jugadores más diferenciales del mundo. El primer partido lo jugará esta tarde ante la selección de Brasil, y seguro que será un arranque diferente. Otro jugador tendrá que arrastrar a los defensores, tendrá que marcar goles y tendrá que provocar penaltis, porque sin Julen, nada va a ser igual.

Director de balonmanoactual.com