BIDASOA-IRUN X. Ledo (1); Crowley (4), Racotea (6), Odriozola (6), Aginagalde, Tesoriere, Da Silva, Bartok (3) -siete inicial-, Sierra (ps), Cavero (1, de p), Zabala, Serrano (1), R. Salinas (3), De la Salud (2), Azkue (3) y Bonanno.

RK NEXE Car (p), Jelinic, Vida (1), Pesic (6), Kevic (6, 1p), Rodin, Jaganjac (4) -siete inicial-, Radovanovic (ps), Bakic (1), Mileta, Mrdenovic, Barisic, Buvinic (4), Severec (2), Vozab y Pribetic (3).

Parciales 3-3, 7-5, 8-7, 9-9, 10-11, 14-14 (descanso); 15-17, 18-19, 20-21, 22-23, 26-24 y 30-27 (final).

Árbitros Said Bounouara y Khalid Sami (Francia). Tarjeta roja directa a Jelinic en una acción sobre Bartok. Exclusiones de Iker Serrano, por el Bidasoa; Pesic (2), Jelinic (2), Bakic, Mrdenovic, Jaganjac y Pribetic, por los croatas.

Incidencias Polideportivo Artaleku, con los espectadores que la normativa autoriza (cerca de 600).

- El Bidasoa se jugará el pase a la fase de grupos de la Europa League, en el encuentro de vuelta, en la cancha del RK Nexe, dentro de una semana. La segunda parte de la eliminatoria se iniciará allí con una ventaja de tres goles para los irundarras (30-27). El conjunto de Jacobo Cuétara sabe de sobra lo que le espera y lo que deberá hacer para seguir adelante. A la vista del desarrollo del partido, el tanteo final es un oasis en el desierto.

El conjunto croata demostró oficio y explotó al máximo sus recursos. Ni se descompuso, ni aceleró el ritmo del juego. Con una fornida defensa dificultó el juego posicional del Bidasoa; y en ataque, con tanta o más paciencia que Job, supieron esperar el momento para resolver. Encontraron muchas veces a sus pivotes Pesic y Pribetic. Entre ambos marcaron la mitad de los catorce tantos del primer tiempo. Cuando tras el descanso los irundarras cerraron mejor el pase, surgieron los hombres de la primera línea, liderados por central Kevic, al que secundó Jaganjac. Eso desquició a los guipuzcoanos en varios momentos. El técnico trató de que el equipo reaccionara y cambió varias veces a los porteros tratando de encontrar lo que necesitaba.

El Bidasoa comenzó bien el partido, defendiendo con acierto y atacando desde los laterales (Racotea-Bartok). Pronto se notó en el marcador (8-5), pero trató poco en descubrir el nivel de su oponente. Los de Horvat se pusieron las pilas y recuperaron el terreno perdido. Hasta tal punto que nivelaron la contienda, lograron dos goles de ventaja (10-12) y llegaron al descanso con empate (14-14). La sensación que daba el Bidasoa era de cierto nerviosismo. Fallaba en ataque (sobre todo en la definición) y no brillaba en defensa. Le faltó punch para chocar. Y eso se lo debe seguro al poco tiempo de recuperación que ha tenido para disputar este encuentro.

Los dos goles iniciales, tras el descanso, de Kevic y Jaganjac anunciaban lo que venía. Cada vez que el Bidasoa trataba de acercarse y coger las riendas del choque, el Nexe respondía con todas las cosas buenas que sabe hacer. Hubo que esperar casi hasta el final para que la voluntad amarilla se tradujera en el marcador. Fue a falta de seis minutos cuando Ledo, aprovechando la portería vacía de los croatas, marcó desde la suya (25-24). Era la primera ventaja de todo el segundo tiempo y el punto de moral para intentar la victoria. Los irundarras sacaron las fuerzas que no tenían y recibieron el premio del esfuerzo. Tres goles seguidos de Kauldi emocionaron a la grada (29-26) y se produjo un contagio generalizado, no de un virus maligno sino de esperanza.

En los tres minutos que restaban para el final, los dos técnicos solicitaron un tiempo muerto. El de Cuétara, para intentar que los tres goles de ventaja fueran cuatro en los últimos segundos. La jugada no salió y el marcador reflejó ese tanteo final (30-27) que el equipo debe gestionar. No debe considerarse un mal resultado, a la vista del desarrollo del encuentro. Ahora, si se suspende el partido ante el Logroño, los guipuzcoanos dispondrán de tiempo para recuperarse y preparar el encuentro de vuelta. Con mayor conocimiento del rival, con la comprobación del vídeo del partido, el equipo dispondrá de mayores argumentos. Será un duelo sin tregua.