- ¿Cómo afrontan esta aventura en la LEB Oro?

-Ilusionados. Todavía no sabemos si vamos a estar asustados o no porque no nos hemos medido contra gente de ese nivel. Tanto el entrenador como los jugadores, ninguno, tenemos experiencia en ese nivel. Nos lo hemos ganado y queremos disfrutarlo, pero primero tenemos un trabajo previo, que es el que estamos haciendo ahora, y no está siendo fácil. Nos tenemos que poner en marcha. La Euskal Kopa del fin de semana nos vino bien. Estamos teniendo muchos problemas para entrenar. Se nos lesionó el americano en el tercer entrenamiento. Ya le hemos encontrado sustituto, pero, sobre todo con la gente de Baskonia estamos teniendo muchos problemas para entrenar con continuidad y está siendo difícil, pero ese salto que tenemos que dar se nos está haciendo un poco más difícil por no poder trabajar con normalidad. Todos los jugadores que están se lo han ganado. Los fichajes que hemos hecho tampoco son gente contrastada en la Liga, porque nuestra realidad es ésa, y porque queríamos hacer un equipo joven de gente que pueda demostrar que se merece jugar en la Liga. Cuando empecemos a jugar contra gente de ese nivel, veremos si estamos preparados o nos queda mucho camino para estar preparados.

¿Cómo está la plantilla? ¿nerviosa?

-Está muy ilusionada, pero la realidad que tenemos en el día a día es seguir jugando entre gente que hasta ahora solo hemos competido en LEB Plata. Es difícil hacerse esa idea. He visto muchos partidos de pretemporada para intentar darme cuenta de cómo es ese nivel, de ver que tenemos que dar un salto de ritmo, físico a nivel de contactos y de velocidad.

Los equipos que ascienden parten con la ventaja de tener esa dosis de motivación extra por el ascenso. ¿Cree que puede ser un factor positivo de cara a este arranque de temporada.

-Claro. Sabemos que la continuidad de resultados no se va a dar. El año pasado casi no perdimos, pero una cosa que teníamos buena es que el espíritu competitivo lo teníamos todos los días. Creo que hay que mantener eso y subirlo un poco más, porque nos lo van a exigir. Para llegar a eso, tenemos que empezar a competir y trabajar mejor en los entrenamientos.

¿Se esperaba el buen rendimiento que tuvo el equipo la temporada pasada que finalmente se tradujo en el ascenso?

-El año pasado también éramos una incógnita, porque éramos un equipo súper joven. Sobre todo con la gente que venía de Gasteiz, con Manex Ansorregi y demás, teníamos cinco jugadores que tenían 20 años o menos al inicio de la temporada y ninguno de ellos había jugado en esa Liga previamente. Éramos una incógnita. Creo que nos pusimos muy rápido a tono porque entrenábamos muy bien y este año la esperanza que tenemos es ésa, que si entrenamos muy bien, es gente joven con mucho talento, que pronto entienda el nivel de esta Liga para ponernos a ese nivel.

¿Qué significa para Juaristi jugar en LEB Oro?

-Estar entre los 36 mejores es la leche, mirar el calendario y ver el número de equipos que van a venir y que han jugado previamente en la ACB, más otros que han sido campeones de la LEB Oro y que son claros aspirantes a subir a la ACB, a nosotros no sé si nos da vértigo, pero da mucho respeto. Dices: ¡Ostras!, contra quien vamos a jugar. Nosotros el año pasado jugábamos en Morón de la Frontera, en un campo en el que entran 200 personas. Y ahora vamos a jugar en Illunbe, en el Wizink, en Granada, vamos a jugar en campos en los que se ha jugado el Mundial, el Eurobasket o lo que sea. Solo por eso, el salto es enorme. Poder llevar a gente de la comarca y de la provincia a jugar por ahí y que pongan el nombre de un pueblo pequeño en una Liga de capitales de provincia, porque si quitas Almansa y Azpeitia, todo los demás son capitales de provincia. Eso dice muchas cosas. Nosotros vamos a poner nuestros pueblitos de 15.000 cada uno a jugar y a pelear.

¿Cómo ve el nivel del GBC?

-A la gente de aquí del GBC la conozco, pero hay gente de fuera que han fichado a los que no les conozco. Y ahora se les va a ver cuando empiecen a competir. Son gente que han jugado en primeras ligas y son gente que, a priori, viene de otro nivel. Respecto al nivel de la Liga, lo que decía Lolo, que hay equipos que están fichando a jugadores que han podido sonar para jugar en la NBA, jugadores que han jugado en la ACB, sin hablar del Estudiantes, que parece que ha hecho mejor plantilla en la LEB que en la ACB... Hay un nivel muy alto, pero también creo que hay un grupo de equipos que su realidad es más cercana a la nuestra y a esos les tendremos que mirar más de cerca.

¿Para Iñaki Jiménez que significa todo esto? ¿está viviendo un sueño?

-Yo hace dos años creía que mi final en el baloncesto estaba muy cerca. Lolo se marchó a Bilbao, yo entré en Azpeitia y de repente, yo que nunca había pensado en entrenar en LEB Plata, pues ahora voy a entrenar en LEB Oro. Para mí es una ilusión tremenda poder disfrutar de algo que nos gusta mucho, porque además de ser una profesión es nuestra afición. Somos gente que nos gusta mucho el basket y que vemos muchísimo basket. Poder estar ahí, poder venir a Donostia a jugar es una ilusión tremenda porque hemos estado ahí arriba -señalando las gradas de Illumbe- un montón de veces.

¿Cuál es su mejor recuerdo de Illumbe?

-Me acuerdo de un partido contra el Real Madrid que se montó un pollo de la leche. Creo que le echaron a Panko. Pero se le ganó al Madrid. Me acuerdo mogollón. Creo que Sito hizo un buen teatro y se metió en el campo.

¿No le parece bonito que dos amigos de toda la vida como usted y Lolo Encinas se encuentren ahora en el banquillo de GBC y Juartisti?

-La verdad es que sí. Tenemos relación por nuestras amas, que trabajaban juntas. Y los dos hijos locos del basket éramos Iñaki y yo. Nos conocemos desde hace mucho. Yo jugaba en el colegio que él entrenaba, La Salle. Siempre hemos mantenido contacto. Los últimos años, más todavía. Somos vecinos de barrio. La historia es curiosa y bonita.

Josu Larrañaga Preparador físico

Joseba Díaz Fisioterapueta

"Cuando empecemos a jugar contra gente de este nivel, veremos si estamos preparados o nos queda mucho camino para estarlo"

"El año pasado jugábamos en Morón de la Frontera, un campo con 200 personas, y este año lo haremos en Illunbe o en el Wizink"