La Euskal Selekzioa de waterpolo salió a hombros de la piscina de Brno, en la República Checa. Allí se disputó la EU Nations Cup, una competición internacional en la que el combinado vasco no solo se llevó el oro, sino que lo hizo arrasando: ganando todos sus partidos, siendo el más goleador, el menos goleado y recogiendo en sus filas al pichichi del torneo, un Peio Garaizar que firmó 24 tantos. Con todo, este no es el primer trofeo que se lleva la Euskal Selekzioa de waterpolo, puesto que con Joan Albella como seleccionador, el equipo ha conseguido ya la Copa México de 2018 y el Cinco Naciones de Perú de 2015. Sin embargo, el técnico reconoce que la EU Nations es “el campeonato más importante” que se ha llevado la tricolor. “En waterpolo, como en todo deporte, hay Europeos y Mundiales, entonces la EU Nations va dirigida a todas las selecciones que no acaban de entrar en esas máximas competiciones. Esto no quiere decir que los equipos de la EU sean de segundo nivel porque los hay muy buenos como por ejemplo Polonia, que estuvo peleando hasta el final por entrar en el Europeo pero finalmente no pudo”, explica Albella.

Así pues, el oro cosechado en una EU con combinados muy potentes lleva a plantear qué papel podría desempeñar la Euskal Selekzioa de levantarse su veto en las máximas competiciones de naciones y Albella lo tiene claro: “Euskadi podría pelear por entrar en un Europeo”. “Suena fuerte pero es la realidad. La Euskal Selekzioa está entre esas selecciones del segundo escalón que podrían pelear por estar en un Europeo, junto a Polonia, Portugal, Eslovaquia… Con la posibilidad de poder convocar a todos los jugadores, sin duda Euskadi estaría ahí”, prosigue el seleccionador vasco. Y es que, aunque a mucha gente le pille de sorpresa, Albella asegura que en las piscinas vascas “hay mucho talento” y asevera que concretamente Bizkaia “es un núcleo muy fuerte de waterpolo”.

Por eso, Albella vuelve de Brno con “la sensación de que tenemos un equipo súper competitivo y que si la Euskal Selekzioa pudiera competir oficialmente tendría muchas opciones de hacer un buen papel. Sería una buena selección de waterpolo, sin duda”. Con todo, nadie de la expedición vasca viajó a la República Checa con la convicción de llevarse el trofeo. De hecho, el combinado tricolor ya había estado hace dos años en el mismo torneo y finalizó cuarto. Y las impresiones ahora eran las mismas. “Cuando viajamos a campeonatos así, con selecciones hechas y derechas siempre vamos a ver qué pasa. Hace dos años los rivales eran gigantes, jugadores enormes, de una talla que nosotros no tenemos”, recuerda Albella. Sin embargo, en esta edición, los físicos se igualaron más y la Euskal Selekzioa acudió con una plantilla “muy compensada”. Por ello, cuando aterrizaron en la piscina Za Lužánkami y vieron a sus oponentes “comenzamos a pensar que se podía ganar”.

Y así lo hicieron. Se impusieron a Finlandia (6-23), Inglaterra (13-10), Estados Unidos (23-15) y a Polonia (9-13) antes del partido más igualado que protagonizaron: la final ante Moldavia. Porque a pesar del resultado, los vascos ganaron 16-7, fueron sus rivales quienes comenzaron dominando. Así, los de Albella perdieron el primer cuarto 2-5, pero después lograron darle la vuelta en el segundo con un parcial de 5-0 para luego aumentar la ventaja hasta el final. Hasta terminar la EU Nations invictos. “Cambiamos la defensa y le pusimos un poco de ritmo. Los moldavos no eran un mal equipo, pero eran veteranos, con más edad que nosotros y leímos muy bien el partido. Le pusimos ritmo, mucha natación y al final ellos mismos dijeron que éramos justos ganadores”, recuerda el seleccionador vasco.

Sin piscina olímpica

Desde la Federación vasca de Natación esperan que este éxito “no esconda el grave problema con las deficientes piscinas para practicar este deporte”. Y es que aunque en Araba está la de Mendizorroza y en Gipuzkoa la de Paco Yoldi, Bizkaia no cuenta con ninguna piscina de dimensiones olímpicas. Y eso que es el territorio que nutre a la selección vasca con siete jugadores. “Esto es algo que me tiene cabreado e impotente. Cabreado porque aunque es una realidad que se desconoce, el waterpolo es un deporte muy extendido en Euskadi, con 23 clubes infantiles, que son los que muestran el nivel de salud de un deporte. Tenemos más gente que nunca. E impotente porque si tuviéramos unas mínimas condiciones podríamos hacer cosas muy buenas porque hay talento. Hay mucho talento”, dice Albella.

De hecho, el seleccionador de la Euskal Selekzioa es también el técnico del Askartza, el equipo vasco que milita más arriba en ligas nacionales, en la Primera División masculina; y denuncia que en este club “están sobreviviendo 190 waterpolistas en una piscina de 6 calles”. Asimismo, recalca que “tenemos piscinas de 50 metros en Sestao y en la Naútica de Portugalete pero son descubiertas. Así que tienen dos meses de funcionamiento y diez de spa para gaviotas. Es agua desaprovechada”.