El montañismo, el de ir al monte a andar, a disfrutar del paisaje, de la gastronomía de los pueblos, de sus gentes, siempre ha estado ligado a Euskal Herria. Lo que también se conoce como hacer senderismo. Y los aficionados al montañismo tienen un bonito reto si quieren conocer diversas cumbres de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava, Navarra, Iparralde y alrededores. Se trata del Concurso de Cien Montes, creado hace más de 100 años pero que al que ahora está tratando de dar un nuevo impulso la Federación Vasca de Montaña (FVM).

El Concurso consiste en subir cien montes distintos entre los alrededor de 900 que figuran en el 'Catálogo de cimas de Euskal Herria', libro-guía publicado por la propia FVM. Alrededor de 600 montes están en Euskadi, Navarra e Iparralde, mientras que otros 300 se encuentran en Picos de Europa, la Cordillera Cantábrica o Pirineos, todos ellos habituales entre los montañeros vascos. La primera edición de este catálogo se publicó en 1950 y desde entonces ha habido doce actualizaciones.

Para ingresar en la Hermandad de Centenarios, es decir, las personas que han ascendido a cien de las cumbres propuestas en la guía, es obligatorio estar afiliado a un club de montaña y no se puede hacer más de una cumbre al día. Además, el máximo anual de montes es de 20, por lo que hacen falta un mínimo de cinco años para llegar a la centena, aunque se da un plazo máximo de diez años.

El secretario de la Hermandad de Centenarios es Joseba Undurraga, vizcaino de 59 años y gran amante de la montaña. “Este concurso va muy unido al concepto de monte como ocio que hemos tenido habitualmente en Euskadi. Surgió en 1914 y la hermandad propiamente dicha se fundó en 1950”, cuenta Undurraga, que reconoce que “hasta los 90 este concurso era una de las cosas punteras que hacer en el montañismo vasco”, aunque en los últimos años “ha pasado un poco a segundo plano con las carreras, la escalada, el esquí de montaña...”.

El montañero vizcaino es secretario de la Hermandad desde hace doce años y su idea es “dar a conocer más este concurso”. “El 80% de los federados de montaña en Euskadi somos senderistas y en ese ámbito es conocido, pero fuera de ahí no tanto. La mayoría de los que lo hacen son gente veterana, pero se están animando también algunos jóvenes”. Hasta finales de 2022 había un total de 4.557 mendizales que habían hecho cien cumbres y hay “casi 7.000 historiales aprobados”. Es decir, hay personas que, una vez coronadas las cien primeras cumbres, han ido a por otras cien, y otras cien más... hasta hacer en algunos casos todas las cumbres, es decir, 900. “Somos unos cuantos los que lo hemos hecho. Yo mismo soy uno de ellos”, cuenta Undurraga: “A mí es algo que me encanta. Son años de dedicación. Me gustan todos los montes. Desde la costa hasta los Pirineos. No te podría decir una cumbre. Por ejemplo, el 1 de mayo fui a Aizkorri y estaba precioso, como siempre en primavera”.

El sistema para acreditar que has subido un monte es sencillo: la Hermandad se fía de la palabra de los montañeros. “Al final es un reto personal y engañar con que has subido un monte sin haberlo hecho no tiene ningún sentido. Consiste en conocer el monte y disfrutar”, dice el vizcaino. En cualquier caso, se puede “dejar la tarjeta del club de montaña de cada uno en los buzones que hay en las cimas, aunque su uso ha decaído muchísimo y ya casi nadie deja tarjetas, o se puede sacar una foto del buzón o de la cumbre”.

Mikel Lizarralde, el primero de 2023

La FVM va actualizando la lista de montañeros centenarios, y el último en ingresar –de hecho, el único por ahora en lo que va de año– es Mikel Lizarralde, eibartarra que tiene esclerosis múltiple y que ha llevado a cabo proyectos tan interesantes como Nire Erreferenteak o Zazpi, en los que mezcla, en forma de documental, su propia experiencia con las conversaciones con otras personas que han superado diversos retos a lo largo de sus vidas.

“Estoy en el Club Deportivo Eibar y tenía dos amigos que empezaron a hacer este concurso en 2016. Pensé en empezar a hacerlo en algún momento. En 2018 llegó el diagnóstico, quería ponerme algún objetivo a medio-largo plazo y me decidí por este, a ver hasta dónde llegaba. En 2018 subí 15 montes por eso he tardado seis años. Y he querido ponerle el punto simbólico, ya que el día que empecé a notar los síntomas de que algo no iba bien en mi cuerpo era un 3 de febrero, y acabé los cien montes el pasado 3 de febrero”.

El primer monte de su particular centenario fue Topinburu y el último Galdaramiño, ambos al lado de Eibar, su localidad natal, pero ha disfrutado de muchas otras zonas: “Los montes de los Pirineos son impresionantes. Me sorprendió el norte de Navarra, que no conocía, desde Lekunberri hasta Baztan, por ejemplo el monte Soratxipi. También el Orhi, que desde Irati es muy bonito. Fuera de Euskadi he subido algún monte y por ejemplo disfruté mucho en los Valles Pasiegos”. 

Al final es una excusa para conocer sitios y caminar. Ir al monte es una maravilla. Sirve para hacer turismo y conocer pueblos. Empiezas cerca de casa y poco a poco vas alejándote. Hay zonas con mucha gente pero en otras, menos conocidas, no te cruzas con casi nadie”, resume Lizarralde, que tiene claro que volverá a subir “otros cien montes”.