ESPAÑA Corrales; Solé (1), Gurbindo (1),Casado (3), Antonio García (1), Ángel Fernández (8) y Figueras (2) -equipo inicial-, Pérez de Vargas (ps), Peciña, Maqueda (2), Cañellas (7), Aleix Gómez (5, 3p), Ariño, Gedeón Guardiola, Tarrafeta (2) y Sánchez-Migallón.
SUECIA Palicka; Ekberg (1), Lagergren (3), Carlsbogard (3), Fredric Pettersson (3), Gottfridsson (6) y Wanne (8, 2p) -equipo inicial-, Johannesson, Mellegard, Moller, Daniel Pettersson, Claar (3), Bergendahl, Sandell (1), Johansson y Wallinius.
Marcador cada 5 minutos 2-3, 5-5, 8-8, 11-10, 14-12, 17-14; 19-17, 23-20, 24-22, 27-25, 28-27 y 32-28.
Árbitros Brunner y Salah (SUI). Excluyeron por dos minutos a Sánchez-Migallón (2), Maqueda y Peciña por España; y a Lagergren, Gottfridsson y Fredric Pettersson por Suecia.
Pabellón Ondrej Nepela Arena de Bratislava.
- La selección española selló su clasificación para la Ronda Principal del Europeo de Hungría y Eslovaquia, a la que además accederá con dos puntos, al imponerse ayer ante Suecia, en un encuentro en el que mostró la misma solidez que le llevó a coronarse campeona en las dos últimas ediciones del torneo.
El pivote irundarra Iñaki Peciña volvió a tener minutos, mientras que el zumaiarra Kauldi Odriozola se quedó de nuevo fuera de la convocatoria.
El triunfo sirvió para demostrar que el relevo generacional en el que se encuentra inmerso el conjunto español, que presenta hasta cinco debutantes en este Europeo, no ha mermado lo más mínimo la competitividad del equipo.
Gracias a la perfecta mezcla de veteranía y juventud que ha conformado Jordi Ribera de la mano de jugadores como Joan Cañellas, que lideró con sus siete goles el juego ofensivo del equipo español, o los debutantes Agustín Casado e Ian Tarrafeta, que demostraron que España tiene presente y, sobre todo, mucho futuro.
España tuvo un comienzo dubitativo (2-4), pero a partir de ese momento tomó la iniciativa en el marcador, con un parcial de 4-1 (6-5) y ya no la cedió hasta el final.
España encontró la clave para abrir brecha en el marcador con la entrada a la pista de Joan Cañellas, que no sólo dotó a los Hispanos del lanzamiento exterior del que habían carecido hasta entonces, sino que además acabó por ajustar el sistema defensivo del equipo español.
Aferrada al brazo de Cañellas, que cerró la primera parte con un total de 4 tantos, la selección española logró adquirir una renta de cuatro goles (17-13) a poco más de dos minutos para la conclusión del primer tiempo. Una renta que sólo vio mermada por la inoportuna exclusión de Jorge Maqueda, que permitió a Suecia aferrarse a la contienda tras reducir ligeramente su desventaja (17-14) al llegar el descanso.
El conjunto escandinavo se acercó en el marcador en la segunda parte (23-21, 28-27), pero cada vez que amagaba con completar su remontada aparecían Joan Cañellas, el extremo Ángel Fernández, el joven central Ian Tarrafeta o los balones robados por la defensa para volver a abrir hueco.
A poco más de un minuto para el final, Tarrafeta marcó el 31-28 y fue cuando Suecia arrojó la toalla, lo que permitió a Gurbindo ampliar aún más la victoria (32-28).