Rafa Nadal alcanzó la gloria en París una vez más. El mallorquín alcanzó su 13ª victoria de Roland Garros en un partido perfecto de Nadal. El tenista español resultó inalcanzable para el serbio, número 1 del mundo. Nadal, tremendamente consistente, leyó a la perfección la tierra de Roland Garros y descerrajó su mejor tenis para colarse en el Olimpo del tenis.

Este triunfo de Nadal se une a los logrados en 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018 y 2019, y los cuatro del US Open (2010, 2013, 2017 y 2019), lo dos en Wimbledon (2008 y 2010) y el de Abierto de Australia de 2009. Por su parte, el de Basilea tiene ocho Wimbledon (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2009, 2012 y 2017), seis Abiertos de Australia (2004, 2006, 2007, 2010, 2017 y 2018), cinco US Open (2004, 2005, 2006, 2007 y 2008) y un Roland Garros (2009).

En un duelo sin mácula, los dos primeros sets del mallorquín arrancaron de la pista a Djokovic, incapaz de mantener la mirada de Nadal, completamente desatado. Para cuando el serbio quiso presionar a Nadal, este se mantuvo firme y sereno para resolver el duelo en el tercer set por un 7-5 que le eleva a la categoría de leyenda.

Los mejores momentos del partido

Una vez conquistada la tierra francesa una vez más, Nadal defendió que "Roland Garros es un inpiración para mí". Ese hilo de inpsiranción le alcanzó para festejar una victoria incontestable en una era extraña por culpa del coronavirus. Nadal recibió la copa de campeón con la mascarilla puesta,

En sus ojos se notaba la emoción. No engañaban. Un torbellino de sensaciones y de dicha le bañaban por dentro. Después se desprendió de la mascarilla para morder el metal del triunfo. Entonces sí, saboreó una victoria que dejó a Djokovic abrumado. "He sufrido en mis carnes al rey de la tierra", certificó el serbio. Francia es de Nadal, rey de París. Nadal, XIII.

Iguala a Federer

Hace más de 15 años que el balear saboreó su primer 'grande', en París, donde ha labrado una leyenda que ha sido vital para poder igualar los 20 grandes del de Basilea, cuya edad, 39 años, le hace más complicado el poder alargar un palmarés que por momentos parecía inalcanzable hasta la irrupción del de Manacor y de Novak Djokovic. Desde ese primer triunfo en la capital francesa, sólo en dos años, 2015 y 2016, no fue capaz el mallorquín de ganar ningún 'grande'.

Nadal empezó su cuenta en 'Grand Slams' con 19 años recién cumplidos, mientras que Federer se había estrenado dos años antes, a punto de cumplir 23, en Wimbledon. La hierba del All England Tennis Club se convirtió en su escenario favorito, como lo es aún la arcilla roja parisina para el español, la superficie que siempre se le atragantó y que sólo conquistó en 2009, cuando no desaprovechó la eliminación del balear ante Robin Soderling en octavos.

Ambos poseen también el 'Grand Slam'. El suizo lo consiguió cerrar precisamente en 2009 en París y el español en 2010 cuando se estrenó en el US Open, el 'grande' que más tardó en ganar, pero su segundo 'favorito' tras Roland Garros con cuatro trofeos.

Federer posee más de 100 títulos en total (103) y ha sido en seis ocasiones 'maestro', lo que Nadal, al que le queda coronarse en la cita de final de temporada, contrarresta con el oro olímpico individual de 2008, más otro en dobles en 2016, y cinco títulos de Copa Davis, una competición a la que el helvético casi siempre renunció, pero que ganó en 2014 junto a Stan Wawrinka, con el que también se colgó el metal dorado olímpico en Pekín en dobles. El balance del suizo en el circuito es de 1.272 victorias por 271 derrotas, por las 999-201 del español.

Los dos, buenos amigos fuera de la pista, han creado una de las más grandes rivalidades en este deporte, con 40 enfrentamientos y un balance favorable al manacorí por 24-16. Se han visto las caras en finales de todos los 'grandes', salvo en Nueva York, y de las nueve que han disputado, seis fueron para el balear: cuatro en Roland Garros (2006, 2007, 2008 y 2011), y una en Wimbledon (2008) y Australia (2009).