- Julen Alberdi afrontará hoy la Urrezko Kopa entre los favoritos, junto a Iker Vicente y Mikel Larrañaga, tras su triunfo en la Urrezko Banakako Aizkolari Txapelketa. El azkoitiarra, de 29 años, logró su segunda txapela en una cita de máxima categoría, después de haber conquistado por primera vez el Campeonato de Gipuzkoa en 2019. Txikia IV espera mantener su progresión este año, pero admite que la falta de competiciones es "muy mala" para él.

El pasado 2 de agosto se impuso en la Urrezko Banakako Aizkolari Txapelketa. ¿Se esperaba ganar?

-Esperaba hacer un buen trabajo, porque en casa me veía bien, pero tenía la incertidumbre de cómo iban a estar mis rivales. El año pasado sabía que estaban un escalón por encima de mí. En casa veía que había mejorado, pero no sabía si sería suficiente como para enfrentarme a ellos o si todavía iba a quedarme un poquitín por debajo.

Venció a dos aizkolaris como Iker Vicente y a Mikel Larrañaga.

-Los dos son unos grandes aizkolaris, y para quitarles un puesto, tanto a Iker como a Mikel, hay que hacer un buen trabajo, tener un buen día y tener todos los factores a favor.

Hacía tiempo que Iker Vicente no perdía una final.

-Iker, tanto físicamente como técnicamente, es espectacular, corta muchísimo y es un gran campeón. El año pasado, en una eliminatoria de la Urrezko Kopa, ya vimos que era muy difícil acercarse a él. No me imaginaba cortar por delante de él. En principio, yo fui a hacer mi trabajo y a demostrar lo que estaba haciendo en casa. Al principio hice eso, y cuando vi que los demás no me sacaban una gran diferencia vi opciones de ganar y luché para eso.

El año pasado ya se impuso en el Campeonato de Gipuzkoa.

-Sí, esta es mi segunda txapela en la máxima categoría. El nivel de los aizkolaris de Gipuzkoa es muy alto. Nada más hay que ver que para entrar en la final del Campeonato de Gipuzkoa hay un cuello de botella enorme, y también para subir desde la segunda categoría. En los últimos cuatro años los campeones han sido diferentes. En 2016 ganó Mikel Larrañaga; en 2017, Iñaki Azurmendi; en 2018, Ugaitz Mugerza, y en 2019, yo. Creo que eso es un buen indicativo de que los campeonatos están abiertos y de que el nivel es alto.

Este año, en principio, no habrá ni campeonatos de Gipuzkoa ni de Euskadi.

-No, en principio no habrá. Si lo hay lo cogeremos con gusto y, si no, seguiremos trabajando para el del año que viene.

¿Cómo lleva la falta de competiciones durante este año?

-Es una falta de motivación. Hubo ciertos momentos, como en mayo o junio, en los que no había ninguna competición, y creo que todos tuvimos un bajón anímico. Ahora, la Urrezko Aizkora y la Urrezko Kopa nos han devuelto la ilusión y las ganas de entrenar. De cara al otoño ya veremos si surge algún campeonato o no. Seguiremos trabajando.

La suspensión de los campeonatos le ha cogido en un gran momento de forma.

-Llevo pocos años desde que empecé como aizkolari y la mejoría suele ser progresiva. Un parón de un año entero es muy malo para mí, y para todos. Aunque no haya campeonatos, tengo que seguir trabajando en casa e intentar pegar otro salto este año.

¿Cuando empezó con la aizkora?

-Empecé con 23 o 24 años, después de finalizar los estudios de Ingeniería Mecánica. Antes ya había cortado un pelín por mi cuenta en casa, pero ahí fue cuando empecé más serio a entrenar. En 2016 pasé de Segunda División a Primera, tanto en el campeonato de Gipuzkoa como en el de Euskal Herria. Trabajo en una empresa de Azkoitia. Nos empeñamos mucho en el hacha, pero vivir de ello no es fácil y necesitamos un trabajo.

Lleva el sobrenombre de Txikia IV. La afición por la aizkora le vendrá de familia...

-Sí, mi abuelo fue Txikia I, que era aizkolari y también andaba en idi probak, y tanto mi padre Ignacio como mi tío Juan Luis fueron aizkolaris. Aquí, en la zona de Azkoitia y Azpeitia, hay una gran afición.

Antiguamente había una gran rivalidad entre Azkoitia y Azpeitia en pelota. ¿Ahora también hay rivalidad en la aizkora?

-Creo que sí. Mikel Larrañaga es de Azpeitia, Eneko Otaño es de Beizama y yo de Azkoitia. Nos conocemos todos y hay un pique muy bonito y sano. Larrañaga y yo solemos cortar juntos en exhibiciones y coincidimos en muchas competiciones. Luego nos juntamos para cenar y sí que nos echamos unas risas a cuenta de quién ha ganado o quién ha perdido.

Larrañaga y usted incluso salieron juntos en un cortometraje...

-A finales del año pasado actuamos en un cortometraje de Xanti Rodríguez, Ospel, que está basado en la mitología vasca y que todavía no se ha estrenado, y nos divertimos mucho. Van a presentarlo en festivales como el de Sitges y ya están haciendo los últimos retoques.

De momento, la Urrezko Kopa cierra el calendario de competición.

-Eso es. Pasada la Urrezko Kopa, no tenemos ninguna otra fecha en el calendario e iremos a darlo todo, como si no hubiese un mañana.

Se va a estrenar en este torneo.

-Sí. El año pasado estuve en mi primera final en el Campeonato de Euskal Herria, y a la Urrezko Kopa van los cinco primeros clasificados. Es una prueba que me gusta. Para la final de la Urrezko Aizkora he venido cortando troncos más grandes que los kanaerdikos, pero creo que es una prueba muy bonita y muy interesante. No es muy larga, pero siendo catorce kanaerdikos también entra en juego el factor de la resistencia. La Plaza de la Trinidad me gusta mucho, es pequeñita y sientes el calor de la gente, y es lo agradecemos mucho, porque solemos competir en frontones grandes o en sitios abiertos grandes, y sentir de cerca el calor de la gente y sus ánimos le aporta al aizkolari.

¿Cómo espera adaptarse a un trabajo de catorce kanaerdikos?

-Creo que me desenvolveré bien. He hecho pruebas en casa y estoy a gusto con el trabajo que puedo hacer. No tengo ninguna excusa en cuanto al trabajo o forma física.

Va a salir entre los favoritos...

-Para algunos, sí, pero creo que la Urrezko Aizkora y la Copa de Oro son bastante diferentes. La Urrezko Aizkora empieza de forma muy explosiva, y en la Urrezko Kopa hay que entrar guardando fuerzas, con una estrategia diferente. Siendo una competición nueva para mí, no sé cómo van a reaccionar los otros rivales. Creo que no tener experiencia me lo puede poner más difícil.

¿Cómo ve a los otros aspirantes?

-Iker Vicente y Mikel Larrañaga fueron primero y segundo el año pasado. Los dos empezaron muy fuertes y los dos aguantaron muy bien hasta el final toda la prueba. Incluso Iker se estiró un poco más al final. Creo que la txapela de la Urrezko Kopa estará entre Vicente y Larrañaga. Yo intentaré meterme en la pelea. A ver qué tal sale.

En su trayectoria no figura todavía ninguna apuesta....

-Sería bonito hacer una. Me gustaría probar con el tiempo, pero ya veremos.

"Llevo pocos años desde que empecé como aizkolari y la mejoría suele ser progresiva. Un parón de un año es muy malo para mí"

"Pasada la Urrezko Kopa, no tenemos ninguna otra fecha en el calendario e iremos a darlo todo, como si no hubiese un mañana"