donostia - El Hernani viene de perder frente al Cisneros, su rival más directo en la lucha por la permanencia (39-25). ¿Cómo están los ánimos del equipo?

-Los ánimos estaban peor después de perder contra el Ciencias en casa. Para intentar mantenernos o llegar a jugar la promoción, nos marcamos como objetivo ganar una serie de partidos en Landare, donde más fuertes somos, y no dimos la talla. Creo que no acertamos en ataque. La regla que siempre se dice es que cuando se entra en su 22 hay que salir con puntos. No acertamos en eso y el Ciencias tenía jugadores muy grandes que hacían puntos con facilidad, y nos costó pararlos bastante. Contra el Cisneros creo que competimos muy bien, y a falta de diez minutos íbamos perdiendo por solo dos puntos. Eso nos demuestra que si hacemos las cosas bien podemos estar ahí. Luego, uno tiene que ganar, eso está claro, pero nosotros queremos competir. En general, estamos contentos con el trabajo hecho. La derrota te deja un sabor amargo, pero vimos que tenemos nivel y que podemos dar la cara.

¿Qué opina del Ordizia?

-Nos hemos centrado en este partido. El Ordizia está muy fuerte este año. Ganar al Quesos Entrepinares en Valladolid no es fácil, y tampoco ganar al Alcobendas. Creo que el Ordizia estará con la moral muy alta, pero vamos a intentar competir y darles guerra. A ver si podemos darles un disgusto, y una alegría para nosotros.

El Hernani ya ha sorprendido al Ordizia otras temporadas...

-Sí, el año pasado también, pero la situación era diferente. Ellos no se jugaban prácticamente nada y nosotros estábamos jugando la vida. Este año nosotros también estamos jugándonos la vida; la diferencia es que ellos están muy arriba y también se juegan mucho. Supongo que será un partido diferente. Creo que hemos demostrado que se puede ganar al Ordizia, pero para eso necesitamos hacerlo casi todo bien. Como les dejemos un poco, tiene un pateador muy bueno y jugadores muy potentes que te hacen daño con nada. Es un equipo muy serio en defensa. Comete pocos errores y aprovecha muy bien los de los otros equipos. Es un candidato muy serio para andar peleando ahí arriba.

¿Qué tipo de partido va a plantear el Hernani?

-Somos más pequeños que ellos. Nos interesa alejar el balón de los rucks, intentar hacer un juego más dinámico, darle más movimiento al balón y no ir al cuerpo a cuerpo.

Se dice que los derbis son partidos para disfrutar. ¿Es posible con la clasificación así?

-Está claro que vamos a sufrir, porque es un deporte para sufrir, pero nosotros jugamos por diversión, nos tenemos que divertir jugando, y cuando nos divertimos de verdad es cuando nos salen los resultados. ¿Presión? La clasificación está ahí, pero tenemos que intentar darlo todo, hacer nuestro juego, y si sale el resultado, mejor.

Más allá del derbi, ¿cómo ve la lucha por la salvación?

-No cabe duda de que va a ser complicada, pero todavía quedan partidos y va a haber encuentros clave en Landare que hay que ganar, como los partidos ante los dos equipos de Santander. Si ganamos algún otro partido en casa, las últimas jornadas suelen ser más locas y suele haber un mayor baile de puntos. Está difícil, tenemos que hacer nuestro trabajo, sobre todo en los partidos de casa, donde tenemos que dar todo lo que tenemos. La esperanza es lo último que se pierde y hasta que las matemáticas digan que es imposible? En peores situaciones hemos estado, aunque está claro que todos preferiríamos estar más tranquilos. Es lo que nos toca; tenemos que seguir trabajando y mantener la ilusión de que, si lo hacemos entre todos, la permanencia se puede conseguir.

Es uno de los veteranos de la plantilla del Hernani. ¿Cómo está viendo a los jugadores más jóvenes?

-Les veo bien. Se nota que somos un equipo con muchos estudiantes y muchos trabajadores, sin tiempo para hacer pesas o trabajar el aspecto físico. Las horas a las que bajamos al campo es para entrenarnos juntos, para jugar a rugby, y la diferencia física cada vez es mayor. Los equipos son cada vez más profesionales y es ahí donde más daño nos hacen. Ilusión y compromiso sí que hay. La gente no va a bajar los brazos, pero es difícil salvar esa diferencia física.

Esa la principal razón por la que el club ha decidido traer refuerzos foráneos por primera vez este año...

-Es una decisión que no ha gustado a todos. Ha habido diferentes opiniones. Es difícil aceptar que algunos cobren por jugar y otros no, pero es una decisión que hemos tomado entre todos porque veíamos que nos hacía falta gente, y eso implica que nuestra plantilla, que siempre ha sido corta, de por sí se quedaba todavía más corta. En la primera línea nos faltaba gente, y Beñat Iradi, por ejemplo, se ha tenido que perder partidos por motivos de trabajo. Hay gente que lo ve blanco o negro. Yo creo que hay que mirar también los grises. Han venido a ayudar y se han implicado. De aquí en adelante, ya veremos si hay que seguir trayendo gente o no.

¿Cómo está Landare?

-Bien. Estamos entrenándonos allí y creo que aguantará. Si llueve se pondrá muy pesado, y antes del partido se juega el de los sub-23, pero creo que estará bien.