Duración: 1h 09:32 minutos de juego; 32:58 de juego real.
Saques: 1 de Ezkurdia (tanto 10) y 2 de Altuna III (tantos 9 y 20).
Pelotazos: 728 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 7 de Ezkurdia y 12 de Altuna III.
Errores: 5 de Ezkurdia, 3 de Zabaleta, 3 de Altuna III y 1 de Barriola.
Marcador: 1-2, 2-2, 3-5, 3-6, 4-10, 7-11, 8-13, 8-14, 9-17, 10-18, 11-19, 12-21 y 12-22.
Apuestas: Se cantaron de salida posturas a la par, con cierta tendencia azul.
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del torneo Bizkaia del Cinco y Medio disputado en el frontón Barakaldés de Barakaldo. 100 espectadores.
Barakaldo - Con justicia y un despliegue amplio en el traqueteo de un partido con mucho tajo, Jokin Altuna y Abel Barriola se clasificaron para las semifinales del torneo Bizkaia del Cinco y Medio, del que el leitzarra es el rey. En un envite de 728 pelotazos, apóstol del ritmo y la batalla, el delantero de Amezketa se forjó en la solidez y en la inspiración en los puntos vitales y Abel mostró que es el mejor zaguero en las distancias cortas. Así, desarmaron a un binomio, a priori, con más gasolina. Hipervitaminados en la pegada tanto Joseba Ezkurdia como José Javier Zabaleta, el duelo se les esfumó como arena entre los dedos porque fueron incapaces de acabar el tanto.
El patrón de juego de los azules, marcadísimo, tatuado en el cimiento del envite, quedó patente. Mezclaron de modo muy natural en una distancia en la que las diferencias de golpe no se notan tanto. Si uno buscaba el txoko, el otro se abría. Esta premisa reventó a los colorados, cuyo dominio en algunos momentos crudos no se vio en el marcador, dado que, en los tantos más peloteados, en los que trataban de buscar las cosquillas a un dueto bien armado en labores defensivas, acabaron claudicando, cuestión vital en lo emocional y en lo laboral.
Premiados por una eliminatoria en el que no evitaron el cuerpo a cuerpo, Jokin Altuna asomó el desatascador perfecto por su manejo de todas las posturas. Ni siquiera una pequeña contractura en la zona dorsolumbar frenó su alma de equilibrista. Los azules, menos musculosos en el ring, no impidieron el intercambio de golpes y su solidez fue clave.
La gran escapada inicial puso la primera piedra del triunfo, asfaltado de un trabajo duro por parte de los cuatro partisanos. A pesar de comenzar con un igualado 2-2 en el marcador, el acierto del artista amezketarra iluminó el camino a los azules, que cogieron ventaja hasta el 3-10. La tónica era la misma: tantos espinosos, trabajo coral, gran defensa de Abel y mayor idea ofensiva de Altuna III.
Tras ese instante, una tacada de cuatro tantos colorados puso pimienta al partido. Ezkurdia encadenó dos voleones al txoko y, debido al cambio de material, algo menos veloz, se vieron más cómodos en la disputa. El duelo se endureció una barbaridad. Cada tanto era un mundo. Los de Sakana, más explosivos, tenían que trabajar hasta la extenuación para alcanzar el cartón. Se acercaron hasta el 7-10 y el duelo tomó tintes bonitos y de pelea entretenida. Después, con un gancho de Altuna, los azules cogieron oxígeno y cambiaron de pelota. Por entonces, llevaban ya 468 pelotazos a buena.
Un saque-remate y otro gancho del puntillero guipuzcoano, buscando bien las líneas, abrieron la brecha. Con el 7-13 y el 8-17 no quedaron más dudas en el tapete del frontón de Barakaldo. La herida no se restañó y los pegadores navarros, acumulando trabajo, no encontraron la inspiración necesaria. A pesar de su golpe, no explotaron la velocidad. En los minutos clave, Altuna terminó y Barriola templó. Un muro irrompible.