donostia - Dos tipos de Akron (Ohio), nacidos en el mismo hospital con algo más de tres años de diferencia, quieren conducir a sus equipos a la gloria del anillo, a hacer historia en la NBA. Stephen Curry (14-3-1988) y LeBron James (30-12-1984) protagonizan el duelo de una final inédita, que arrancará esta próxima madrugada en el Oracle Arena de la bahía de San Francisco. Los Golden State Warriors fueron el primer equipo campeón de la NBA en 1947 cuando la franquicia estaba en Philadelphia, pero no ganan el título en su actual sede desde hace 40 años y se encomiendan a un jugador de físico endeble, pero absolutamente genial, el MVP de la temporada regular con todos los honores y que quiere ser el heredero de Rick Barry, la estrella de aquel conjunto de 1975 que puso a los Warriors en el mapa.

Los Cleveland Cavaliers, por su parte, persiguen su primer anillo en su segunda final tras la de 2007, que perdieron ante los San Antonio Spurs, para romper la maldición de una ciudad que no ha visto ganar a un equipo de los suyos desde 1964 cuando los Browns se anotaron la NFL. Para eso volvió con ellos el hijo pródigo, el atleta que reúne todas las virtudes de un jugador de baloncesto y al que perdonaron la traición de marcharse a Miami. En la quinta final consecutiva que disputa, algo que no lograba ningún jugador desde los que formaron parte de los Boston Celtics de los 60, LeBron busca su tercer título, aunque tendrá delante a esa fiebre amarilla que se ha trasladado de Los Angeles a Oakland.

Los Warriors se han convertido en una especie de equipo de América, en ese que todos quieren ver sin perder un detalle y en el que cualquiera querría jugar porque es sinónimo de diversión. Fueron los más anotadores antes de los play-off, con 110 puntos de media, y en las eliminatorias, donde el número de posesiones se suele reducir, han bajado hasta 104,3, pero su eficacia no ha disminuido y se sitúa en todos los aspectos por encima de la media de la NBA: 46% en tiros de dos, 38% en triples y 25 asistencias por partido. De esa forma, han llegado a la final con doce victorias y tres derrotas tras eliminar a New Orleans, Memphis y Houston y dar la sensación de que su rendimiento ha ido en aumento.

puntos y versatilidad Stephen Curry promedia en play-off 29,3 puntos, con cinco triples por partido y un acierto del 43,7%, a los que añade 6,3 asistencias. El base de los Warriors manda y ejecuta, todo con naturalidad y una sonrisa en la cara, pero a su alrededor tiene un equipo perfectamente conjuntado. Su compinche Klay Thompson, que podrá jugar desde el inicio tras recuperarse del golpe en la cabeza que sufrió en el quinto partido ante los Houston Rockets, aporta otro 42% en triples con lo que supone otra amenaza ofensiva de primer orden gracias a sus casi 20 puntos por partido. Harrison Barnes y Draymond Green son pura versatilidad, quizás los encargados de disminuir la aportación de LeBron James, y el australiano Andrew Bogut, ahora que las lesiones le han permitido jugar con continuidad, se ha convertido en el ancla defensiva que necesita cualquier aspirante al anillo.

En Cleveland, su estrella, como es costumbre, hace de todo. LeBron James no está tirando con buenos porcentajes, sobre todo desde la larga distancia, pero a sus 27,6 puntos añade 10,4 rebotes y 8,3 asistencias para rozar el triple doble de promedio. Los Cavaliers solo han cedido dos partidos en las eliminatorias, ambos ante Chicago, barrieron a los Celtics y a los Hawks en la final del Este y, pese a la prolongada ausencia de Kevin Love, han encontrado una rotación corta, pero solvente. Kyrie Irving, lastrado por problemas físicos, apenas está dejando fogonazos de su talento ofensivo, pero el ruso Mozgov, llegado a mitad de curso, y el canadiense Thompson aportan intensidad en la zona y JR Smith, los tiros exteriores que permiten abrir el campo y generar pasillos para LeBron.

La baza de la experiencia puede ser clave ya que los Cavaliers tienen seis campeones en sus filas (LeBron James, Brendan Haywood, Shawn Marion, James Jones, Mike Miller y Kendrick Perkins) y los Warriors, ninguno. Leandrinho Barbosa, Shaun Livingston, Marreese Speights o Andre Iguodala, un banquillo veterano, pero inexperto en finales, tendrá que aportar para que el ritmo ofensivo no decaiga. Los secundarios siempre cuentan en este tipo de eliminatorias y así como el año pasado Kawhi Leonard surgió hasta ser el MVP, ahora cualquiera de ellos puede determinar la suerte de una final que se prevé larga e igualada.

Las apuestas y los expertos dan como claros favoritos a los Golden State Warriors, quizás porque caen mejor, porque su estilo de juego engancha y merece el premio que se les escapó en este siglo a otros equipos con buen gusto ofensivo como los Sacramento Kings o los Phoenix Suns. Stephen Curry es la Bella, LeBron James es la Bestia. Es un duelo que entraba en los pronósticos y que nació en Akron sin que nadie pensara que alguna vez podía darse.

Calendario de la final

1º partidoJueves 4 a viernes 5 (3.00)

2º partidoDomingo 7 a lunes 8 (2.00)

3º partidoMartes 9 a miércoles 10 (3.00)

4º partidoJueves 11 a viernes 12 (3.00)

5º partidoDomingo 14 a lunes 15 (2.00)

6º partidoMartes 16 a miércoles 17 (3.00)

7º partidoVierne s 19 a sábado 20 (3.00)