donostia - Gorka Aranberri (Zarautz, 4-3-1987) es hoy un hombre feliz. Saborea aún su paladar el lado más dulce del remo, el que deja una victoria en La Concha. Aun así, denuncia estar “cansado” por las “zancadillas” que dice les están poniendo a los txos desde hace cuatro años.

¿Cómo es el día después de una victoria en La Concha?

-Muy dulce. Ves en todos los periódicos fotos preciosas que te sacan, además de que la gente del pueblo te busca para felicitarte.

Su segunda ‘Concha’ con solo 27 años. No está nada mal.

-La verdad es que estoy muy feliz por lo que he conseguido. El año pasado demostramos que fuimos los más rápidos, pero, bueno, luego con todo lo que pasó nos quedamos sin bandera. Eso es ya agua pasada, pero ahí queda eso.

El ‘dulce’ sabor del triunfo quizás se potenció con el récord de la doble jornada que marcaron. No es fácil que se den unas condiciones como las de esta edición.

-Eso es. Para conseguir un tiempo final así tiene que coincidir que se den durante dos domingos unas condiciones perfectas como las de este año, y eso es difícil. Aparte de eso, es necesario tener un gran equipo. Tras librarte de la Liga, que te ha obligado a remar a tope todo el verano, tienes que llegar fresco a la regata. Hay un montón de variables que se tienen que dar para hacer el récord, que para mí es secundario, además de algo de fortuna.

Y en ese aspecto de la Liga, han tenido más trabajo del, quizás, esperado para mantenerse.

-Si empiezas el verano con -95 puntos, no tienes margen de descanso. Lo único que puedes hacer es rotar mucho, como bien ha hecho Salsamendi, utilizando a todo el equipo e intentar llegar frescos a septiembre. El año pasado ya lo consiguió, y esta temporada también.

O sea que Salsamendi es pieza clave en este triunfo.

-Totalmente. Nos ha ayudado muchísimo porque, además de trabajar como entrenador deportivo y físico, también ha ejercido de psicólogo. Lo ha hecho de diez.

Tras la primera jornada, comentó usted que ya les había avisado el míster de que podían hacer un tiempo de récord. El domingo demostraron que le creyeron.

-Él, durante todo el año, va cogiendo información de la trainera. Llevamos GPS, medimos velocidades, hacemos series... De todo eso saca conclusiones, y ya nos dijo antes de La Concha que, si se daban buenas condiciones, estábamos para andar muy rápido y, por qué no, batir el récord. Al final, hemos batido dos, que no está nada mal.

Al igual que los nervios que producen la igualdad, como se ha podido comprobar en la Liga, tampoco debe ser fácil de llevar el tener que estar concentrado cuando posees una renta amplia, ¿no?

-Está claro. La ventaja de 10 segundos la tienes en el bolsillo, pero no podíamos salir con esa mentalización. En La Concha no te puedes reservar nada. Sabíamos que teníamos que hacer nuestro trabajo, sacar lo mejor de nosotros mismos y creo que cumplimos con creces. Remamos mejor que el primer domingo y ahí está el tiempo que hicimos.

Remaron mejor y con una gran sangre fía, ¿no? Se percibía que tenían la regata controlada.

-En la ida sabíamos que todos los equipos iban a salir muy fuertes. De Hondarribia, visto cómo ha partido en las últimas jornadas de liga y en el primer domingo, ya esperábamos que estuviera ahí desde el principio de la regata. Nosotros teníamos claro que necesitábamos comenzar a tope y ya se vio que no nos sacaron más de un bote de ventaja. Confiábamos en nuestro potencial y, pasados los minutos, cogimos ya una buena velocidad de crucero que se vio que era más rápida que la de ellos. Nada más dar la vuelta, cogimos un par de olas que nos ayudaron a escapar a cinco segundos y con esa renta ya nos veíamos vencedores.

Es que en ese primer largo bajaron por mucho el récord.

-Sí, con viento sur, hacia fuera sales muy rápido y, además, la mar, pasado el Aquarium, no estaba muy bare y se podía empopar. El tiempo lo dice todo.

Aunque una victoria en La Concha siempre es deseada, ¿los problemas extradeportivos que padecieron al inicio de verano han hecho más emocionante este triunfo?

-Sin duda. El equipo estaba con muchas ganas de llevarse esta bandera. Desde el principio de la temporada hemos recibidos zancadillas y cañonazos por todos lados y teníamos ganas de demostrar en el agua el nivel que tenemos, y así ha sido durante todo el verano. En los campeonatos fuimos los mejores y en la Liga también hemos dado guerra. Con ese hándicap de tener que salir en la primera tanda, igual no se ha podido ver al mejor Urdaibai, o igual hubiéramos tenido más opciones de ganar la Liga.

Entiendo entonces que hubieran dado un mejor nivel en Liga.

-Con todo mi respeto al resto de equipos de la primera tanda, cuando ya sacas diez segundos en el primer largo a los rivales es difícil motivar al bote para saber cuánto más tiene que dar, porque no sabes cómo van a andar los de la tanda de honor. Tenías que hacer contrarreloj todos los sábados y creo que, también para el aficionado, es mucho mejor ver a los mejores bogar juntos porque el contrario también te achucha y te saca lo mejor de ti.

¿Tienen la sensación de que se les ha podido escapar un doblete?

-Eso nunca se sabe, pero estábamos preparados para competir por todo y creo que así lo hemos demostrado ganando cuatro banderas en Liga, todos los campeonatos y La Concha. Luego está claro que es una competición que te pide mucha constancia y ganarla es difícil, pero quién sabe... Igual sí o igual no.

¿Cree que desaparecerán los fantasmas que sobrevuelan Bermeo desde hace cuatro años?

-Espero que sí, que todo esto acabe pronto, porque llevan cuatro años con el mismo tema, hay un juicio pendiente, y la gente está juzgando por opiniones que, muchas de ellas, salen en la prensa. Personalmente, no me parece justo y estamos cansados de ello.

¿Hay una mano negra con nombre y apellidos?

-No sé quién estará detrás de esto, pero poco favor le está haciendo al mundo del remo, porque estos asuntos se deben llevar con más discreción. Se está aireando demasiado.

En lo personal, ¿tiene decidido seguir en Urdaibai?

-Ahora toca descansar física y mentalmente un poco y luego ya veremos, pero estoy muy a gusto en Bermeo y, si mantienen el bloque, seguiré encantado.

Como guipuzcoano, que además se formó en un club que vive de la cantera como Zarautz, ¿no le apena que en Bizkaia no se potencie tanto ese trabajo de casa?

-Bueno, en Bizkaia sí que es verdad que se hacen más fichajes, pero en Bermeo, por ejemplo, este año hemos sacado, por primera vez, una trainera B y están saliendo chavales que vienen pisando fuerte. Hay que darles tiempo. También es verdad que cuando haces un equipo ganador a base de fichajes, tienes una presión añadida. En cambio, el club de cantera, cuando consigue un gran resultado, es mucho más satisfactorio.

Hablando de cantera y satisfacciones, la ‘Enbata’ está de vuelta. Feliz por el ascenso de la trainera de casa, ¿no?

-El pueblo se ha vestido de azul y se ha notado ese ambientillo de remo que siempre ha tenido Zarautz. Pero bueno, estos equipos de cantera tienen ese hándicap de que los equipos con dinero se llevan a sus mejores remeros. Tienen que dar dos pasas atrás para dar dos adelante.