sU tiro de larga distancia, curtido y perfeccionado a base de interminables sesiones en el pabellón de la universidad de Rhode Island, tanto de día como de noche, con la única ayuda de un foco en el tablero, le hace tener un lugar de privilegio en la lista de estrellas de la ACB. "Jimmy Baron es el mejor tirador de la liga". La frase es de Sito Alonso, que la pronunció varias veces cuando el escolta americano pasaba por su particular crisis de acierto. Una afirmación que no solo parece cierta a tenor de las dos últimas exhibiciones de Baron, sino que incluso se queda corta.
El escolta del Lagun Aro ha olvidado su mala racha y lo ha hecho a lo grande, con dos partidos para enmarcar en el plazo de una semana. En Badalona, hace ocho días, metió siete triples con un 7/10 de acierto, y este pasado sábado masacró al Fuenlabrada con ocho tiros de tres (8/12 de acierto). En total, quince triples en dos jornadas, una marca que no se conseguía en la ACB desde hace trece años y medio, lo que da idea de su gesta estadística.
Y es que solo tres jugadores habían logrado, en la historia de la liga, anotar al menos siete triples en dos partidos consecutivos. El último en hacerlo fue Randy Woods, con el Caja San Fernando en la temporada 1997-98, cuando metió nueve triples al Fórum Valladolid en la penúltima jornada y siete en la última al Festina Joventut. En la campaña 1994-95, Darrell Armstrong, del Coren Orense, metió ocho triples al Salamanca, siete al Real Madrid, siete al Caja San Fernando y ocho al Somontano Huesca. Es decir, estuvo cuatro jornadas consecutivas anotando siete o más triples. El primero que lo logró fue uno de los más grandes tiradores de la historia, Óscar Schmidt, cuando jugaba en el Fórum. En la temporada 1993-94, anotó ocho triples contra el Zaragoza y once ante el CB Murcia. Luego, unas jornadas después, metió siete triples al Manresa y otros tantos al Tau Cerámica en dos jornadas consecutivas.
la mejor marca desde 6,75
Ocho triples en un encuentro
La marca de Baron tiene un mérito añadido, y es que desde la pasada campaña el triple está medio metro más atrás. De hecho, sus ocho triples frente al Fuenlabrada quedan como la marca a batir desde 6,75 en un partido. El de Rhode Island ya alcanzó los siete el año pasado ante el Gran Canaria, pero estos ocho ponen un nuevo tope en la liga. Además, consolida su liderato como máximo triplista de la ACB, con 36 tiros de tres acertados en doce jornadas y un porcentaje del 37%.
Los récords, en cualquier caso, no son algo nuevo para Jimmy Baron, cuya primera temporada en la ACB resultó impactante. Su privilegiada muñeca, y su capacidad de concentración, le permitieron acabar el ejercicio con un 70/71 desde la línea de personal y un 98,59% de acierto, mejor marca histórica superando el 98,21% que había acreditado Blake Ahearn con el Estudiantes.
Baron acabó además con una media de 15 puntos por encuentro, siendo el cuarto máximo anotador detrás de Carroll, Navarro y McDonald. La mayor parte de sus puntos los logró, cómo no, desde 6,75, ya que acabó la liga como el máximo encestador de la distancia, con un total de 105 aciertos (3,09 por partido). Su porcentaje de acierto fue muy alto, del 45%. En la actual campaña acredita un 37%, que no está mal teniendo en cuenta que en las primeras cuatro jornadas era del 18%.