NO cabe duda de que Philippe Gilbert, el rey de las Ardenas, lo es también de las grandes clásicas del calendario mundial. De las siete pruebas de un día disputadas dentro del UCI WorldTour, el valón ha ganado tres -Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja-, fue tercero en la Milán-San Remo, noveno en la Vuelta a Flandes, 36º en la Gante-Wevelgem y no disputó la París-Roubaix para centrarse en la trilogía ardenesa. El belga no tiene quien le siga de cerca.

En una hipotética clasificación basada en la puntuación de la extinta Copa del Mundo (primero, 100 puntos; segundo, 70; tercero, 50; cuarto, 40; quinto, 36; sexto, 32; séptimo, 28; octavo, 24; noveno, 20; décimo, 16; undécimo, 15 y así hasta el 25º, 1 punto), la estrella del Omega Pharma-Lotto sumaría 370 puntos y doblaría casi al segundo, Fabian Cancellara (190), el gran animador sobre los adoquines pero estrellado contra el fino filo que separa el éxito y la derrota.

El podio lo completarían Tom Boonen y Joaquim Rodríguez. Ambos totalizan 140 puntos, pero representan dos morfologías completamente antagónicas. El belga es el típico rodador que brilla sobre el pavés y los muros flamencos, pero se le atragantan las colinas de las Ardenas. Purito es todo lo contrario: rodaría como un saltimbanqui sobre los caminos empedrados y en cambio parece pedalear sobre la seda en las carreteras ardenesas.

Es muy difícil brillar en ambos tipos de carreras. De hecho, solo cuatro corredores se han clasificado entre los 25 primeros en San Remo o alguna de las tres carreras con adoquines y también en las tres últimas grandes clásicas disputadas. Son los belgas Gilbert, Greg Van Avermaet y Bjorn Leukemans y el francés Sylvain Chavanel. Pese a no haber estado nunca entre los 50 primeros en las Ardenas, Fabian Cancellara aspiraba a estar en este grupo, aunque su caída junto a Frank Schleck en la Amstel lo descabalgó de toda opción antes de tiempo. En cualquier caso, su mejor resultado en la carrera cervecera es el 53º firmado en 2004. El suizo tiene complicado su deseo de completar los cinco monumentos -le faltan Lieja y Lombardía-.

Van Avermaet, compañero de Gilbert hasta este año en el que fichó por el BMC, es quien en más clásicas ha rascado puntos. Lo ha logrado en seis de las siete del WorldTour, aunque su mejor cosecha es el séptimo puesto en Lieja y el noveno en San Remo. De ahí a vencer hay un trecho que hoy por hoy solo Gilbert ha demostrado ser capaz de recorrer.

Gilbert corta las sorpresas Con su triplete, el valón puso fin a la serie de vencedores inesperados en las citas anteriores, donde triunfaron outsiders, salvo en la Gante-Wevelgem, donde Tom Boonen dio vida al Quick Step. Así, el australiano Matt Goss, el único ganador no belga en las siete clásicas, sorprendió en San Remo; Nick Nuyens puso una pica en Flandes que Cancellara tuvo sobre sus piernas hasta que pagó su prepotencia; y Johan Van Summeren sacó partido de la controvertida estrategia anti Cancellara del Garmin camino de Roubaix. Ninguno de los tres ganadores logró un top 25 en otra clásica. Sin duda, sintomático.

Leopard-Trek, sin fortuna Si un equipo ha trabajado en pos del triunfo, ese es Leopard-Trek, al margen del Omega-Lotto, que no tenía otra con un cheque en blanco como Gilbert. Los luxemburgueses han sumado seis podios con Cancellara (3), Bennati y los Schleck, más el cuarto puesto de Fuglsang en el muro de Huy. Si no han ganado es por el desfallecimiento del suizo en Flandes y el todos contra él en Roubaix.

Con Valverde sancionado y Contador mermado por un catarro, el ciclismo estatal se va de vacío pero ha brillado con Freire (sexto en Amstel), Samuel Sánchez (tercero en la Flecha y décimo en Ans), Igor Antón (quinto en Huy tras una enorme remontada) y, sobre todo, Joaquim Rodríguez. Secundado por un buen Dani Moreno, el catalán solo cedió en el Cauberg y en Huy ante un Gilbert inmenso. Sobre el pavés, Juan Antonio Flecha no lució como en otras ediciones, y Fran Ventoso y José Joaquín Rojas demostraron una progresión, que no es poco.

El Giro de Italia y el Tour de Francia aplazan las clásicas hasta el 30 de julio, cuando se dispute la Clásica de San Sebastián -que no aparece en el calendario de la web de la UCI-. En agosto llegarán Vattenfall Cyclassics (21) y GP Ouest France-Plouay (28); en septiembre, GP de Quebec (9) y GP de Montreal (11); y el 15 de octubre, el Giro de Lombardía. Aún quedan citas de ese ciclismo que vive el hoy sin guardar para mañana.