HAIMAR Zubeldia vuelve a dibujar la sonrisa que le emborronó el proceso gripal que le privó de disputar la Vuelta al País Vasco. "La víspera de la primera etapa entrené dos horas y llegué a casa muerto, como si hubiera estado ocho horas encima de la bici. Pero ya estoy recuperado", y listo para la trilogía de las Ardenas. El relevo en la enfermería lo ha tomado Markel Irizar: "Está con anginas y no correrá la Amstel, pero irá a la Flecha".

Quién lo iba a decir hace unos años, pero el usurbildarra afincado en Zarautz está "motivado" y "con ganas" para disputar la Amstel Gold Race, la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, tres carreras con evidente peso en el ciclismo pero que las conoció cumplidos ya los 32 años. "En Euskaltel-Euskadi nunca tuve las clásicas en mi calendario", apunta. Dos de ellas las corrió en su primera campaña fuera de la disciplina naranja, en 2009, con el Astana: fue 43º en el muro de Huy y 70º en Lieja. "Me gustaron mucho. Son carreras de gran nivel, muy exigentes y bonitas de correr. Si estás bien, el recorrido hace la selección y no suele haber muchas sorpresas". En 2010 debutó en la Amstel y se plantó entre los veinte de cabeza en el Cauberg, donde fue 17º. En la Flecha Valona fue 25º y en la Decana, el 52º. "Me sentí bien en las tres, aunque en la Lieja fui delante hasta que sufrí calambres en Saint-Nicolas", recuerda.

Volverá a las Ardenas con una idea similar: "Klöden, Leipheimer y Horner no van, asi que en RadioShack no tendremos un líder claro", aunque Ben Hermans rindió notablemente en la Flecha Brabançona. "No sé aún cómo las afrontaremos pero me gustaría volver a estar cerca de los primeros", anhela Haimar, consciente de que se topará con ciclistas que "han preparado con mimo las clásicas", mientras que su estado de forma aún va en progresión. "Estoy bien, pero la Vuelta a California es un objetivo muy importante para el equipo, y hacia ella va la planificación. Debería dar otro pasito en el Tour de Romandía, donde correrá Jani (Brajkovic)". Entre las clásicas y la ronda suiza, acumulará "dos semanas fuera de casa. Luego vendré unos ocho días y me iré a California, que tiene dos etapas bastante duras y lo queremos hacer bien".

Atrás queda la Vuelta al País Vasco, que la siguió por televisión y "me gustó mucho. Los finales fueron bonitos, emocionantes y con el buen tiempo las imágenes eran espectaculares". Obviamente, hubiera preferido correr la ronda: "Me dio pena, porque es la carrera de casa, estaba bien y sabía que el equipo lo haría bien. Klöden y Horner demostraron gran confianza al apostar por la crono. Estaban muy fuertes", una condición que confía en mostrar Haimar durante el próximo mes, para pensar luego en el Tour de Francia.