En Pau, el julio francés de 2007, 13 años después, otro siglo, otra historia, vuelven a cruzar sus caminos Miguel Madariaga y Thierry Elissalde, en ese momento, hace sólo tres años, el único ciclista de Iparralde que había formado parte de la estructura de la Fundación Euskadi -corrió en el primer Equipo Euskadi, dos años, 1994 y 1995-. El encuentro es una catarsis. Elissalde le habla a Madariaga de un chico delgadito, noble y prometedor de Hasparne que corre en el Blagnac de Toulouse. Ese chico es Romain Sicard, quien a finales de 2008 ficha por el Orbea continental y se convierte en el segundo ciclista de Iparralde en sumergirse en la estructura vasca. Para quien le pareciera un capricho, algo exótico, la vena nacionalista, habla Sicard un lenguaje inequívoco: entre otras, gana la Subida al Naranco, el Tour del Porvenir y el Mundial Sub"23. En 2010 corre en Euskaltel, sigue progresando, es la esperanza francesa, le llueven las ofertas, pero ayer selló su vinculación con el equipo naranja por cuatro años, hasta finales de 2014, una eternidad en ciclismo.
Ayer también, producto de aquella catarsis en Pau, firmó Pierre Cazaux (Donapaleu, Behe Nafarroa, 1984) el contrato de dos años que le había ofrecido Euskaltel-Euskadi tras la Vuelta a España. "Le seguíamos desde hace tiempo", explicó Igor González de Galdeano; "su evolución ha sido interesante, creemos que es un corredor que se puede adaptar bien a la forma de correr del equipo, es valiente, y, sobre todo, tenía mucho interés por correr con nosotros porque me consta que ha desestimado una oferta para continuar en la Française des Jeux".
Chetout y Queiroz Desde 2007, los ojos de la Fundación Euskadi en Iparralde son los de Elissalde, que gestiona la cantera del Aviron. La relación se extiende al club ciclista de Maule, donde corrió antes de pasar a aficionados Mickael Queiroz, 20 años, que corrió en el Pyrénées-Atlantiques que dirige Gilbert Duclos-Lasalle y ahora en el Blagnac que catapultó a Sicard, seguido estrechamente por la Fundación al igual que a Loic Chetout. Este último, segundo año de juvenil, un fenómeno, dicen -ganó en abril la prueba que abría el calendario nacional en Francia, se impuso después en la Vuelta a Gipuzkoa junior y el pasado domingo cerró la temporada llevándose el Criterium de Otoño guipuzcoano después de vencer el sábado en la primera etapa y rematar en el segundo sector de la segunda, una crono de ocho kilómetros-, suena para formar parte el próximo año del Naturgas Energía. La Fundación Euskadi sigue al lapurtarra desde su primer año de junior y está maravillada con sus progresos.