DONOSTIA - Con la música en directo de "El señor de los anillos" interpretada por un cuarteto de viento y un vídeo de felicitaciones de los que no pudieron estar presentes -entre ellos el director David Cronenberg- ha arrancado la ceremonia de entrega del Premio Donostia 2020 a Viggo Mortensen.

Agustín Díaz Yanes, que le dirigió en "Capitán Alatriste", ha sido el encargado de entregarle al actor estadounidense el galardón más prestigioso del Festival de Cine de San Sebastián en una gala con aforo restringido en el Palacio del Kursaal.

Acto seguido, un invitado sorpresa, el capitán de la Real Sociedad, Asier Illaramendi, le ha obsequiado dos camisetas del equipo con su nombre estampado en la espalda, dada la conocida afición al fútbol de Mortensen.

El actor, que debuta como director con "Falling", un drama padre e hijo que se presenta hoy en el certamen, ha comenzado sus agradecimientos leyendo en euskera y luego en español, para después olvidarse del discurso que llevaba escrito e improvisar.

"Les felicito por la suerte de seguir vivos y por el amor al cine que demuestran estando aquí", ha dicho en un discurso en el que no podían faltar las alusiones a la crisis mundial por la pandemia del coronavirus.

"El covid-19 nos ha jodido a todos y seguirá haciéndolo", ha dicho el actor de "Promesas del este" o "Captain Fantastic".

"Pero, por otro lado, es un obstáculo más en nuestra existencia, siempre hemos vivido con incertidumbre, puede que ahora seamos más conscientes, pero la incertidumbre es ley de vida y la vida es un regalo, tenemos que seguir adelante acompañando a los que están solos y honrando a los que no están, haciendo lo mejor posible con lo que podemos imaginar".

Mortensen ha dado las gracias a los que siguen yendo al cine y a los cineastas que admira, mencionando expresamente a Díaz Yanes, David Cronenberg y Agnes Varda y se ha declarado afortunado por formar parte de la historia del cine y de la lista de Premios Donostia que le han antecedido.

Una lista que incluye nombres como Michael Caine, Sean Penn, Al Pacino, Woody Allen, Jessica Lange, Donald Sutherland, Julie Andrews o la propia Agnes Varda.

En su presentación del premiado, la periodista Edurne Ormazábal ha destacado de Mortensen su compromiso con el oficio y con el mundo, su "sentido y sensibilidad" y la amplia gama de personajes que ha encarnado, "combativos, furiosos, intelectuales, seductores, canallas".

En el vídeo de felicitaciones de los que no pudieron estar presentes en la ceremonia, Cronenberg -que tiene un pequeño papel como actor en "Falling"- asegura que "es capaz de hacer cualquier personaje" y que si pudiera lo tendría en todas sus películas.

"Con él no solo tienes un actor sino un equipo entero de producción: decorador, vestuario, fotografía y cualquier aspecto técnico que le pidas; conoce todos los aspectos del cine y es muy colaborador, dulce y amable", dice el director de "Una historia de violencia".

El productor británico Jeremy Thomas y el exfutbolista del San Lorenzo -el equipo de Viggo Mortensen- Beto Acosta también se han unido a las felicitaciones por vía telemática. Y Acosta ha mostrado otra camiseta que le tiene preparada, ha dicho, para cuando vaya a Argentina.

'FALLING'

En la rueda de prensa anterior a la gala, Viggo Mortensen ha dicho sentirse "muy afortunado" por su carrera cinematográfica y ha asegurado que el deseo de formar parte del mundo del cine le impulsa desde que fue por primera vez al cine con su madre a los tres años.

"He tenido mucha suerte en mi carrera, he podido trabajar con muchos directores importantes, y he encarnado papeles muy buenos, pero para la suerte también hay que prepararse, estar listo para reconocer las oportunidades", ha matizado en una rueda de prensa en la que también ha presentado su debut como director, el drama paternofilial "Falling".

Mortensen es conocido en todo el mundo por papeles como el Aragorn de "El señor de los anillos", las películas de David Cronenberg "Promesas del este" o "Una historia de violencia" y más recientemente por "Captain fantastic" o "Green Book" por las que obtuvo nominaciones al Oscar.

Pero hoy ha recordado sus primeros trabajos en el cine, cuando le cortaban en el montaje final sin avisarle y ni siquiera salía en los títulos de crédito, como le ocurrió con "La rosa púrpura de El Cairo" de Woody Allen.

"No conozco otra vida, desde hace 38 años mi vida está vinculada al cine y al deseo de formar parte de ese mundo, no he perdido la curiosidad, siempre me ha interesado y me sigue interesando el rompecabezas de llevar un guion a la pantalla", ha señalado.

El actor ha defendido el oficio como un trabajo colectivo, pese a que en "Falling" dirige, actúa, escribe, produce y hasta ha compuesto la música.

"He visto guiones muy buenos que resultan en películas mediocres por falta de trabajo colectivo y guiones no tan buenos que resultan en muy buenas películas", ha afirmado.

"Falling", que se estrenará en cines el próximo 2 de octubre, gira en torno a la difícil relación entre un padre granjero (Lance Henriksen/Sverirr Gudnason), solitario, muy conservador e inflexible y un hijo homosexual (Mortensen) que intenta reconciliarse con él.

El actor estadounidense de ascendencia danesa, que desde hace años vive en Madrid, ha contado que escribió el guion tras la muerte de su madre. "La base era explorar mis sentimientos por mis padres", ha desvelado, aunque a partir de ahí construye una ficción.

Dice que no es la primera vez que intenta dirigir, pero esta vez, a base de testarudez, logró levantar la financiación.

Dirigir y actuar a la vez no era su planteamiento inicial pero, según ha contado, fue necesario para poder financiar la película y finalmente fue una oportunidad espléndida de observar "en primera fila", la actuación de Henriksen, con quien se ha deshecho en halagos.

"Lo que ha hecho es de una gran valentía y complejidad, es una gran interpretación que merece todos los elogios posibles y espero que los reciba", ha dicho.

Preguntado por la experiencia en el rodaje de la trilogía de Peter Jackson que le hizo célebre, el actor estadounidense y de ascendencia danesa sostuvo que "fue como una escuela de cine" y destacó especialmente el espíritu de Jackson y de todo el equipo para solucionar cualquier tipo de problema que surgiera.

"Peter Jackson no paraba de lograr pequeños milagros", recordó, "su actitud constante era que no había problema que no tuviera solución".

También ha tenido palabras de agradecimiento a Agnes Varda, con quien coincidió en un vuelo de vuelta de Marrakech poco antes de que falleciera y le dio un consejo importante como guionista y director, no contarlo todo y "respetar la inteligencia del espectador".

"Hablamos durante tres horas de todo, de la vida y de la muerte, y ella siendo consciente del poco tiempo que le quedaba seguía hablando de esperanza en proyectos futuros".