Judith Hill nació en Los Ángeles en 1984. Desde muy joven destacó y en 2009 Michael Jackson la eligió para cantar a dúo la canción I Just Can’t Stop Loving You en su gira This is it, que finalmente no se realizó por la prematura muerte del Rey del pop.
Además de con Jackson, la cantante ha trabajado como corista de grandes nombres de la música estadounidense.
Tras su paso por un programa televisivo, el primer álbum de Hill fue producido por el músico Prince, quien al poco tiempo también falleció. Por culpa de estas dos casualidades, la cantante tuvo que soportar ataques en redes sociales que la tachaban de “viuda negra”. Tras mucho sufrimiento, el año pasado publicó su álbum Letters from a Black Widow (Cartas de una viuda negra), en el cual aborda precisamente su propia experiencia autobiográfica tras ser objeto de burla y conspiraciones en Internet.
La artista viene al festival de jazz donostiarra por primera vez y actuará de forma gratuita en el Keler Gunea de La Zurriola, hoy a las 21.00 horas.
¿Había oído hablar antes del Jazzaldia?
No. No había oído hablar de este festival anteriormente, pero me hace mucha ilusión participar.
Su concierto es en la playa de La Zurriola, ¿había cantado antes en un escenario así?
Sí. Una vez, el día de Navidad, canté para miles de personas en una playa de Brasil con Stevie Wonder.
Empezó su carrera con Michael Jackson, que la seleccionó para la gira ‘This is it’. ¿Cómo vivió aquella experiencia? ¿Qué influencia han tenido esos meses con Michael Jackson en su carrera?
Michael demostró ser un verdadero artista. Era un soñador y un creador de magia. Fue increíble formar parte de esa producción y ver cómo su obra maestra cobraba vida.
Ganó un Grammy colectivo a la mejor música en una película por el filme ‘20 Feet from Stardom’. En este trabajo se daba visibilidad a los y las coristas de algunas grandes estrellas, entre ellas usted. ¿Qué significó para usted este reconocimiento?
Es una victoria colectiva que me hace sentir muy bien en esta comunidad de cantantes. No es una comunidad muy grande, pero sí muy especial. Conozco a muchos cantantes que me han inspirado durante mucho tiempo y me alegro de que alguien haya destacado las voces de esta comunidad.
También participó en ‘The Voice’ en el año 2013, un concurso musical de televisión. ¿Qué le enseñó para su carrera?
Era un extraño cruce de caminos entre la música, la cultura de los famosos y el comienzo de los influencers. Esa idea de que hay que ser “cercana” y “simpática” para el programa era lo opuesto al misterio y la magia de Prince o Michael. Fue un experimento social interesante y aprendí mucho sobre cómo estaba evolucionando la relación de la música con este tipo de mundo.
Su primer álbum en solitario fue producido por Prince, ¿cómo le ayudó en el proceso de creación del disco?
Simplemente nos metimos con la banda y grabamos versiones en directo. No estaba demasiado producido ni pensado. Fue algo orgánico y honesto.
En su último disco se enfrenta a su fama de ‘viuda negra’ por la muerte de Michael Jackson y Prince. ¿Ha sido una liberación después de todos estos años?
Es liberador crear arte que hable sobre traumas. Es algo que me di permiso para hacer y sentí como si me quitara el bozal de la boca.
¿Trabajar con artistas como Michael Jackson, Josh Groban o Prince le ha ayudado a dominar diferentes estilos musicales a lo largo de su carrera?
No. Los estilos musicales con los que yo trabajo los he ido evolucionando con el tiempo. Estudié música clásica, y de niña estuve rodeada de música funk y gospel.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Estoy trabajando en una película. También estoy creando nuevos álbumes y colaborando en varios proyectos.