Chuck Berry, Ella Fitzgerald, BB King, Jamie Cullum, Nina Simone, Miles Davis, Rubén Blades, John Zorn, Norah Jones, Diana Krall, Max Roach, Chick Corea, Iñaki Salvador, William Parker, Ray Charles... La historia de 60 años de Jazzaldia se puede contar de muchas maneras, a través de los nombres que la han protagonizado o mediante un relato cronológico de lo que fue. Vamos, pues, a mezclar ambas opciones.

La primera edición tuvo lugar el fin de semana del 10 de septiembre de 1966, coincidiendo con el segundo domingo de regatas. La propuesta se puso encima de la mesa del Centro de Atracción y Turismo (CAT) dos años antes, después de que sus responsables viesen experiencias similares de gran éxito en Francia y Bélgica. Cuando Rafael Aguirre Franco llegó a la dirección del CAT en 1965 vio con buenos ojos la de organizar un festival de jazz, pese a las reticencias de los sectores más conservadores de Donostia. Finalmente se hizo en septiembre del 66, en lo que se convertiría en la catedral de este estilo en la ciudad: la plaza de la Trinidad.

Un presupuesto ajustado obligó a la organización a darle a esa primera edición forma de concurso de bandas de jazz para la primera jornada y de muestra de grupos para la segunda. El guitarrista Mickey Baker, en formato cuarteto, fue el primer gran invitado del encuentro, tal y como recuerda la biografía oficial del Jazzaldia publicada en 2015 por sus bodas de oro. Middle Brothers se alzó con la mayoría de premios del concurso, en el que también participó un conjunto local: Modern Jazz Quintet, conformado por Álvaro Gurrea (saxo), Alberto Burgaleta (trompeta), Miguel Ángel Urrutia (piano), Eugenio del Río (contrabajo) e Iñaki Ayestarán (batería).

1966-1985

A partir de 1967 y hasta ahora, la cita de Donostia con el jazz pasó a celebrarse en julio. Año tras año, los ecos del concurso del Jazzaldia se fueron extendiendo por Europa y el número de participantes fue creciendo sin parar. Los premios y el público también crecieron, así como las actividades paralelas. Comenzó a haber jam sessions en lugares como en la desaparecida discoteca Drugstore, en los bajos del Ayuntamiento y en el Paseo Nuevo. Eran sesiones que se sabía cuándo comenzaban, pero no cuándo acababan, tal y como recordó recientemente el director del Jazzaldia, Miguel Martín, en una entrevista concedida a este periódico. Por cierto, Martín se sumó al equipo de Rafael Aguirre en 1978 y lo nombraron oficialmente director en 1984.

Diez años antes, en 1974, el festival dio un giro musical. Hasta ese momento había imperado un jazz más tradicional, algo que cambió con la llegada de Charles Mingus, contrabajista que, en vez de tocar en la Trini, estrenó un nuevo escenario: el polideportivo de Anoeta, preparado para recibir el doble de aforo que la plaza. También se aumentó el número de jornadas musicales hasta llegar a los seis días.

1975 contó con tres artistas de excepción: Oscar Peterson, Ella Fitzgerald y Dizzy Gillespie. También actuó Last Exit. Quizá no les diga nada, pero su bajista fue Gordon Sumner. Quizá esto tampoco les suene, pero se trataba del posteriormente conocido como Sting.

La década de los setenta dejó otros nombres de primera línea como BB King –también en 1979–, Herbie Hancock –1976– y John Lee Hooker –1977– y también un nuevo recinto, el velódromo de Anoeta, que empezó a utilizarse en 1979.

Con la llegada de la nueva década, actuó por primera vez Gato Barbieri, llegando a reunir a 12.000 almas en dicho recinto, un récord que se rompería apenas un año después con Chick Corea, que alcanzó los 14.000. Esta cifra no se superó hasta que en 2002 comenzaron a celebrarse los ya tradicionales y gratuitos conciertos de la playa de la Zurriola.

1985-1995

En los ochenta el interés por el jazz entre los donostiarras comenzó a decaer. En 1988 ya no se celebró el concurso y un año después, entrados en déficit, el Ayuntamiento decidió externalizar la organización. Tiburón Concerts, de Santi Ugarte, se encargó del Jazzaldia, abriéndolo a otros géneros como el rock, el reggae y el folk.

El 25º aniversario de 1990 duró nueve días y tuvo de cabezas de cartel a viejos conocidos como BB King, Ray Charles, Miles Davis y Dizzy Gillespie, pero tras la mala acogida de la edición de 1991, el Consistorio donostiarra decidió que el siguiente Jazzaldia fuese programado por el equipo anterior a Tiburon Concerts, el que lideraba Martín. El festival volvió en 1992 con energías renovadas y con una propuesta que llegó para quedarse: una iniciativa abierta y popular que denominaron jazz band ball y que, aunque ahora se celebra en las terrazas del Kursaal, en aquel momento se organizó en torno al Ayuntamiento.

En 1994 fue cuando se concedió por primera vez el premio honorífico Donostiako Jazzaldia, que recibió el trompetista estadounidense Doc Cheatham. En este tiempo, y si incluimos a los tres artistas que lo recogerán este año –Dee Dee Bridgewater, Marc Ribot y Bill Brufford–, son 46 los músicos que han sido reconocidos con este galardón.

1995-2005

Además de consolidarse el jazz band ball, entre los noventa y los 2000 se asentó una idea que quedó para la posteridad. Nos referimos a los conciertos de piano solo, que en un inicio se organizaron en el Salón de Plenos y que ahora son parte inseparable de la programación de San Telmo, museo que estos días acoge la exposición fotográfica de estos 60 años, comisariada por Lolo Vasco. 

En el albor del nuevo siglo llegaría al Jazzaldia el León de Belfast. Tras su primera experiencia en 1999, Van Morrison repitió en el 2003 y en el 2005 con concierto doble, haciendo las delicias del público de un festival que había recuperado sus buenos hábitos en cuanto a cifras se refiere.

2005-2015

Para 2007 el número de asistencia a los conciertos alcanzó los 135.000 espectadores. Aquel año, el Festival de Jazz programó un concierto especial en el Peine del Viento y adoptó el Victoria Eugenia, tras siete años de reformas, como un recinto a habitar. Fue también el año en el que Elvis Costello cerró la programación de la Trini, diez años después de que su mujer, Diana Krall, actuase por vez primera en el certamen donostiarra. Costello volvió tres años después, dejando para el recuerdo los tres temas que cantó junto a Kris Kristofferson.

Al año siguiente, los datos de público llegaron a 150.000 asistentes y eso que la plaza de la Trinidad no pudo ser utilizada debido a las obras de remodelación de San Telmo. Aquella 43ª edición del Jazzaldia se inauguró en lo que se conoció durante años como Escenario Verde con un concierto que juntó a Bobby McFerrin con el Orfeón Donostiarra.

En 2013, bajo la dirección de Esther Fernandino, se abrió un nuevo melón: el de llegar al público más joven de la casa. Así nació Txikijazz, un programa musical para disfrutar en familia.

El 50º aniversario se celebró por todo lo alto y con algún que otro parecido con el 60º. Jamie Cullum llegó a actuar hasta en tres escenarios distintos, con tres propuestas distintas. Este año, en cambio, solo aterrizará con dos.

2015-2025

A falta de conocer cómo se redondeará la edición que comenzará hoy, la última década ha estado marcada, como en todos los aspectos de la historia, por el covid. El Jazzaldia fue el primer festival que volvió en el desconfinamiento, y lo hizo aplicando distancia entre los asistentes, tanto en los recintos cerrados como en el público. Para poder hacerlo recurrió a músicos estatales y a una potente selección de grupos vascos. El público donostiarra también respondió.