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Fermin Muguruza, una cuchilla andante en la barricada de Anoeta

El 'comandante' reúne en Anoeta a 30.000 personas, bajo una lluvia inclemente, en un concierto de tres horas y media de duración, en el que interpretó hasta 38 canciones.

Concierto de Fermin Muguruza en Anoeta: las mejores imágenesJavi Colmenero

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Fermin Muguruza y su banda no se citaron a las tres, sino a las nueve y media en la barricada de Anoeta, refugio de la lucha musical antifascista, en la que elcomandante encarnó a “una cuchilla andante” -y también danzante-. 30.000 almas bajo una lluvia inclemente hicieron todo lo posible para hacer notar que estaban "presentes" en la Línea del frente, no en cualquier adoquín, sino sobre el césped del campo de fútbol y también en el graderío, a escasos metros del velódromo Antonio Elorza, el mismo centro deportivo en el que durante dos noches de 2001 Negu Gorriak celebró su victoria sobre Enrique Rodríguez Galindo. Como en aquella ocasión, el festival de Anoeta también fue una celebración de un logro para Muguruza -y, en general, para la música vasca-, de haber permanecido durante 40 años en la carretera, estableciendo relaciones con luchas y músicas por lo ancho y largo del mundo, y poniendo pie en pared ante el acoso de la extrema derecha. 38 temas, uno detrás de otro; tres horas y media de concierto es lo que ofreció el de Irun, en un recital en el que como cuchilla andante no sólo clamó contra fascismo, sino también contra todo lo que este alberga, el el colonialismo, el racismo, el capitalismo, el machismo y la homofobia.

La banda, ese imbatible "Acorazado Potemkin", salió al escenario, como decimos, pasadas las nueve y media de la noche. Miryam Matahtomó la delantera en la interpretación de Maputxe. Le siguieron en la instrumentación Lide Hernando (guitarra), Víctor Navarrete (bajo), Gerard Chalart 58 (percusión y dub), Xabi Solano (trikitixa), Jon Elizalde (trombón), Aritz Lonbide (trompeta), Igor Ruiz Fino (saxofón) y Gloria Maurel (batería) y con Angel Katarain al sonido, un conjunto estupendamente engrasado después de una gira por Europa y Latinoamérica, que acumula hasta la fecha 26 bolos. Maputxe es un tema que se incluyó en Brigadistak Sound System (1999), el primer álbum en solitario del músico de Mosku, barrio de Irun, tras la disolución de Negu Gorriak.

Y es que en su “akelarre antifascista”, el cantante quiso ofrecer a sus aficionados un ramillete de composiciones de todas sus épocas y fases, eso sí, revisionadas desde el presente, con una cadencia mucho más actual. Al menos una canción por disco producido es lo que prometió Muguruza para su concierto, desde el seminal y revolucionario Kortatu, con la interpretación de la citada Línea del frente al poco de que se iniciarse el recital, hasta la actualidad, pasando por sus colaboraciones con Dut -Bidasoa fundamentalista se interpretó al tiempo que revindicaba la labor de la compañía Jaizkibel en su lucha por el Alarde igualitario-; por la canción con la que participó en la Korrika, Big Beñat, que vivió un impasse para invitar a Bad Sound System y a sus fraseos al escenario; o por Azoka eguna, del Euskal Herria Jamaica Clash, proyecto de mediados de la primera década de este siglo, en el que el cantante consiguió colaborar con muchos artistas de reggae a los que admiraba.

A Maputxe le siguió Urrun, verdadero inicio del concierto y ya con Muguruza en el escenario. Se trató de un tema que también apareció en Brigadistak Sound System -como Newroz, que también cantó-, y en el que Muguruza critica la equidistancia. Fue una pieza que supuso ayer el primero de muchos de los homenajes que el de Mosku ofreció al público. No en vano, Urrun presenta algo más que un guiño al asesinato del realzale Aitor Zabaleta a manos de fascistas del Frente Atlético. "Zabaleta familia beti gogoan!", gritó Fermin. De hecho, la figura del aficionado surgió en las pantallas, junto a la de Iñigo Cabacas, socio del Athletic de Bilbao que falleció en una carga de la Ertzaintza, algo que sirvió de entrada a Eguraldi lainotsua hiriburuan y su “Zenbat polizia bazter guztietan”.

Sacada de su época en Kortatu y de El estado de las cosas (1986), el cantante introdujo Hay algo que va mal, haciendo un llamamiento a ser solidarios con las siete activistas acusadas de ayudar a cruzar a 36 migrantes la muga del Bidasoa valiéndose de la Korrika de 2024. Quizá, por eso mismo, como mejor herramienta para combatir la "injusticia", invitó a los presentes a salir A la calle para que todo comience "a arder otra vez".

Iñigo Muguruza, entre nosotros

El tributo más esperado y más emocionante de la noche llegó cuando Hernando comenzó a cantar y tocar Bizitza zein laburra den, recordando que, además de una excelente guitarrista, es una notable vocalista; algo que volvió a refrendar en Dub Manifest y en el enconre con el recuerdo a Mikel Laboa -y al propio estadio de Anoeta-, con su Txoria txori. Los primeros compases preludiaron un tsunami emocional en el recuerdo deIñigo Muguruza, hermano menor de Fermin, que lo acompañó en Kortatu y en Negu Gorriak. La interpretación de la canción, a la que se sumó enseguida el mediano de los Muguruza, para presentar la versión que lanzaron en 2020 y en la que el cantante le responde a su hermano, bajista, productor y brigadista -la original se recogió en Ustelkeria, el álbum que Galindo llevó a los tribunales-: “Zure eredua bide da, izar distiratsu bat/Zure eredua bide da, laster arte anaia!”. El tema se completó con una serie de imágenes en video con la figura del guitarrista.

En este punto hay que hacer un pequeño apunte sobre la cuestión audiovisual. No en vano, Muguruza quiso repasar su carrera, pero no solo la musical, también la que lo consagró como una referencia en el audiovisual vasco como documentalista y director de animación. Durante las tres horas y media de concierto, la imagen, proyectada tras los músicos y en otras dos pantallas laterales -puntualmente fallaron por la lluvia-, fue clave para completar la experiencia, en especial cuando se lanzaron a tocar Black is Beltza, mientras se exhibía retazos de la película homónima y de su secuela, Ainhoa. La afroextremeña Olana Liss, pilar fundamental del de Irun tras los problemas en la voz que le trajo la muerte de su hermano, le acompañó en este tema, después de haber dado un golpe en la mesa con el poderoso gospel Down to the river to pray, original de Alison Krauss.

Invitados

A falta de Iñigo que, de algún modo, también estuvo presente en Anoeta -“Lo siento aquí”, aseguró el cantante-, a mitad del concierto el comandante Muguruza invitó al escenario a Mikel ‘BAP’, Mikel ‘Anestesia’ y Kaki Arkarazo para rememorar la década de Negu Gorriak con BSO, del disco Gure Jarrera, su segundo álbum, publicado en 1991.

No fueron los únicos invitados de la noche. El bertsolari Jon Maia, con una buena dosis de ironía, con un revindicativo discurso a favor de la música vasca, los espacios culturales alternativos y repasando varios de los hits de Muguruza, le lanzó un beef al artista que el sábado que viene se subirá al mismo escenario, Bruce Springsteen: “Gaur hemen, the boss, Fermin”.

Asimismo, se sumaron a este viaje por el tiempo el que fuera líder de Berri Txarrak, el "gigante" Gorka Urbizu, que mezcló la interpretación a solas y con la guitarra de Maravillas con Radio Rahim, otro de los iconos del primer disco de Negu Gorriak, que en este caso, sí, compartió con el de Irun y su bandaza. Poco antes, llegado desde los "barrios insurgentes" de Madrid, desde "la tumba del fascismo", se subió al escenario Karlos Animal, de Non Servium, para tocar Zu atrapatu arte, otro icono de la ópera prima de Kortatu.

Si no lo había logrado ya, el bis hizo que el estadio acabase rendido a los pies del de Irun. Errespetua, El último ska de Manolo Rastamán -sirvió para presentar a cada uno de los integrantes del "Acorazado Potemkin", para que estos se marcasen un solo y para cantarle el Zorionak zuri a la baterista Gloria Maruel, que ayer cumplió 33 años-; Yalah, Yalaha, Ramallah, con invitación incluida al grupo de hip-hop palestino DAM; Gora Herria y Lepoan hartu eta segi aurrera, a cargo del que fuera miembro de Esne Beltza, antecedieron al verdadero final. Muguruza convocó a la "lehendakari" Itziar Ituño para que cantase un himno que, 40 años después, sigue bajo presiones "censoras". Nos referimos a Sarri, Sarri, que sigue hoy "celebrando", como insistió el artista, la fuga de de Joseba Sarrionandia y Kepa Pikabea de la cárcel de Martuene. "¡Que nos escuchen allí y en todas las cárceles del Estado!", clamó.

En definitiva, la sección de viento metal ofreció una energía extra a un concierto que fue puro baile, de principio a fin. La trikitixa de Xabi Solano permitió conectar la música tradicional con Muguruza y su estilema. Pero también hizo mucho más, como cuando tocó con este acordeón diatónico de botones La internacional, haciendo que todo Anoeta alzase el puño y tararease "Arriba parias de la tierra...". El comandante, por su parte,se mostró ágil y enérgico. Por ello, es difícil de creer, como insinúa, que no vuelva a organizar un concierto como el de Anoeta. Por de pronto actuará en Arrasate, en Mondra & Roll, el 6 de julio, celebrando el 40 aniversario de la citada escapada carcelaria , mientras que en su Irun natal actuará de forma gratuita el próximo 14 de agosto.

Set list - Anoeta

Maputxe; Urrun; Eguraldi Lainotsua hiriburuan; Hay algo aquí que va mal; Balazalak; La línea del frente; Berlín/Ulrike Meinhof; In-komunikazioa; Desmond Tutu; Newroz; Big Beñat; Azoka eguna; Euskal Herria Jamaica Clash; A la calle; Bizitza zein laburra den; Nicaragua sandinista; Down to the river to pray; Black is Beltza; After-boltxebike; Hiri gerrilaren dantza; Bidasoa fundamentalista; Lehenbiziko bala; BSO; Itxoiten; 54-46; Etxerat!; Zu atrapatu arte; Kolore Bizia; Maravillas; Radio Rahim; Dub Manifest.

Encore:La internacional; Errespetua; El último ska de Manolo Rastamán; Yalah, Yalah, Ramallah!; Txoria txori; Lepoan hartu eta segi aurrera; Gora Herria y Sarri, Sarri.