A cada asistente al festival que Fermin Muguruza ha organizado este sábado en el estadio de fútbol de Anoeta, para celebrar el 40 aniversario de su carrera, se le ha entregado un folio de papel. En una cara aparecía la bandera palestina; en la otra un mensaje en euskera para la CAF de Beasain: “Bajad del tren del apartheid de Israel”. Aunque las puertas se han abierto a las 17.00 horas, el público ha ido llegando con cuentagotas, casi con la misma cadencia con la que el xirimiri calaba a los congregados, suave, sin notarse siquiera. No obstante, las inclemencias del tiempo no han conseguido apagar las llamas de la hoguera del “akelarre antifascista” del de Irun.
Eso sí, lo que ha logrado es alterar algo el guion de la jornada. El folio en cuestión era parte de uno de los momentos claves de la previa del concierto del comandante Muguruza, la foto aérea en solidaridad con Palestina, que vive asolada por el genocidio que aplica Israel, y que aunque en un inicio estaba prevista para las 18.55, se ha retrasado una hora. La imagen tampoco ha podido parecer muy populosa, al estar más de un tercio de la pista vacía en ese momento. Para ese momento, la cola de acceso a la pista daba ya media vuelta al estadio de fútbol.
“No podemos volver a Palestina, ahora Euskal Herria es nuestra casa”
Las proclamas de apoyo a la situación que se vive en Gaza han sido constantes, desde los presentadores, Oihana Barrena y Sambou Diaby, hasta los miembros del colectivo Bad Sound System: “Genozidak eta Netanyahu kanpora”. El público también se ha mostrado solidario. Además de las características camisetas negras o de prendas propias de las bandas programadas, se han dejado ver otros accesorios como el kufiya tradicional, aunque fuese bajo chubasqueros trasparentes, y la bandera del pueblo palestino, que ondeaba aquí y allá, tanto en la pista como en el graderío. Una hora antes de lo esperado -un movimiento motivado por la lluvia-, DAM el colectivo de hip-hop palestino ha iniciado su actuación con un saludo propio y, a la vez, universal: “Salem aleikun!”.
Tamer Nafar, Mahmoud Jreri y Maysa Daw son viejos conocidos de Muguruza, de los tiempos en los que el segundo documentó la labor de los primeros en Checkpoint rock: canciones desde Palestina. “Llegamos hace dos días a Euskal Herria, coincidiendo con el bombardeo de Irán a Tel Aviv. Ahora no podemos volver a casa, así que Euskal Herria es nuestra casa, ha defendido Tamar antes de presentar una canción “muy importante”, una que hablaba sobre la “puta ocupación y el puto colonialismo” israelí.
Con un recital exclusivamente en árabe, también han dejado un par de enseñanzas al respetable. “¿Quién eres?” se dice “Man ‘ant” y algo similar a un irrintzi se emplea en los países árabes en ceremonias rituales. El público vasco, por su parte, les ha agradecido la enseñanza con otra, un grito de solidaridad en euskera se dice “Gora Palestina askatuta!”.
Y sobre quiénes somos, precisamente, han hablado Barrena y Diaby, al defender la otra cara de una Donostia de postal, la “solidaria” y que no quiere ser expulsada de la ciudad. Y es que, si algo iba a ser un festival organizado por Muguruza, eso era una jornada con múltiples reivindicaciones.
Riffs sísmicos
Selectah Stepi, de Bad Sound System, se ha encargado de calentar los cuerpos humedecidos, nada más levantarse el telón, y también entre concierto y concierto.
Ha sido quien antes de DAM, ha dado pie a que Chica Coyote eta Niño Tornado hayan desplegado el vendaval que supone su más reciente disco, el atronador Atea. Con menos de un tercio de la pista por llenar, las primeras filas las copaban convencidos del power-duo donostiarra. El guitarrista Koldo Soret ha reconocido lo “histórico” del momento y ha agradecido a Muguruza la invitación a tocar este pequeño festival, interpretando Fuck the police.
Niña Coyote eta Chico Tornado han comenzado el bolo abriendo la puerta, esa que referencian en el título del quinto álbum, Atea, con el que demuestran que nunca abandonarán la vía del rock de matices oscuros y latitudes virulentas. Todo Anoeta ha retumbado con la propuesta cruda, de riffs sísmicos y ritmos extravitaminados, en una experiencia sonora cercana a Rise Against the Machine. Han seguido con Txaman, que podía haber sido el propio Muguruza, artífice de la fiesta, y con una mirada al pasado, Desert Tornado, para volver a saltar al presente con Gure gau. Ha sido un concierto corto y a piñón, de apenas 40 minutos -han incluído Trash, la canción “más corta” que han compuesto-, en el que han recordado a su amigo fallecido Ioritz Apaola y al recientemente desaparecido guitarrista del underground Josu Errasti.
El punk furioso de Des-Kontrol
Y también rindiendo tributo a Josu Errasti es como ha comenzado Des-Kontrol su concierto, una sesión de punk furioso, algo que es más que un pleonasmo en este caso, que ha provocado que el público se entregue por primera vez esta tarde.
Han arrancado con una petición Altxa gaitezen, al que le ha seguido una descripción sobre la contemporaneidad, Mundu kaotikoa. Han seguido con Bizimoduaren bagoi y Gaztetatik, antes de dar paso a Bihotza bero eta burua hotz, con guiño incluído a los presos de ETA que siguen encarcelados. Los de Arrasate también se han sumado al apoyo a Palestina con Duintasunez eutsi!, antes de dar paso a la estrella de la jornada, Fermin Muguruza y su banda, eso sí con un mensaje para reafirmarse en la