1.300 niños juntos. 1.300 niños sin poder dormir. Quien haya entrado este martes al Kursaal para presenciar el "estreno absoluto" de la cantata Logelan logale, se habrá dado cuenta del rugido de la marabunta que ha ensordecido cualquier conversación en los pasillos. El millar de alumnos de 5º y 6º de Primaria de 22 centros escolares de Euskadi han esperado pacientemente a pasar al patio de butacas del auditorio, desde donde han cantado, bailado y representado una creación de 45 minutos protagonizada por un niño -en este caso interpretado por un adulto, Kepa Errasti, en el papel de K- que no es capaz de caer bajo los efectos de Morfeo. Al igual que el pequeño Nemo de Winsor McCay, los estudiantes han pasado la noche en vela en la mayor de las aventuras: cantar con la orquesta de una nación. Después del estreno de este mediodía, este miércoles volverá a representarse en el mismo Kursaal y mañana lo hará en el conservatorio Jesús Guridi de Gasteiz.

Kepa Errasti interpreta a K, un niño que no puede dormir. Arnaitz Rubio

El responsable de Musika Gela, Mikel Cañada, el compositor de la cantata, Jagoba Astiazaran, la directora de escena, María Goiricelaya, y la responsable de la dirección coral, Eva Ugalde, han atendido a la prensa en el único camerino disponible de un abarrotado Kursaal que, por fin, ha visto los frutos de un proceso de trabajo que ha durado un año y ocho meses. "Mucho mejor de lo esperado", ha afirmado el batuta del espectáculo, Juanjo Ocón, girado hacia el patio de butacas y tras finalizar el ensayo general que ha precedido al estreno. Los jóvenes se han repartido en dos grupos. Por un lado, unas 80 voces algo más profesionales de cuatro coros piloto (Easo Gazte, Andoaingo Udal Musika Eskolako Abesbatza, Hernaniko Udal Musika Eskolako Abesbatza y Pasaia Txiki Abesbatza) se han situado en el fondo del escenario, detrás de los músicos de la Euskadiko Orkestra, mientras que el grueso de los primerizos cantantes se han situado en la zona del patio de butacas más cercana a las tablas.

Diez temas y una posible canción del verano

"La música es maravillosa y creo que los niños también la están disfrutando", ha asegurado Cañada sobre la partitura de Astiazaran, y que cuenta con el libreto de Leire Bilbao. La cantata se compone de diez "escenarios" -más un preludio- contemporáneos que acompañan a la narrativa del espectáculo, los distintos motivos por los que el protagonista no puede conciliar el sueño, incluyendo, la aparición de un ser denominado Gaueko, que representaría el estado de desvelo. El compositor ha confesado que lo que más les costó a Bilbao y a él fue encontrar la temática sobre la que vertebrar la obra. Al pensar en un sonido que fuese representativo, Astiazaran recordó la estupenda colección de campanas que pertenecen a la sinfónica vasca y de ese instrumento devino el tema de la obra, el sueño, un elemento que "democratiza" a todas las personas, según el creador. Esto, por supuesto, casaba bien con ARTIS+, el programa europeo de cooperación transfronterizo para la accesibilidad de la cultura para grupos de población en riesgo de exclusión y que sirve de contenedor para la iniciativa Musika Gela y para Logelan logale.

Los jóvenes participan en la cantata desde el escenario y desde el patio de butacas. Arnaitz Rubio

"No han sido canciones nada fáciles para los niños, pero ha merecido la pena", ha añadido Astiazaran, que ha definido su cantata como una obra "no tonal", que incluye "ciertos aires vanguardistas". A su vez, como en todas sus partituras, prevalece un rasgo habitual: incluye ritmos vascos y "esconde" en los pentagramas melodías vascas que parecen "ocultas", "sin hacer alarde de ello". "El objetivo ha sido hacer una música actual sin prejuicios", confiesa.

La canción que cierra el espectáculo y que es la que bautiza la cantata, Logelan logale, es un tema pop: "Es lo que más me ha costado hacer porque no estoy acostumbrado a componer este tipo de música". A esa décima canción, además, se han referido durante todo el proceso creativo como single. "Es un hit, va a ser la canción del verano", ha bromeado Goiricelaya, por su parte.

30 horas de formación

Para preparar Logelan logale, Eva Ugalde ha actuado de profesora... de profesores. Ha impartido 30 horas de formación, desde octubre del pasado año hasta abril de 2025, para que los docentes pudiesen preparar en las aulas los diez temas que conforman la cantata. Los talleres se centraron, sobre todo, en "unificar criterios", para que todas las músicas se construyesen con la "misma vocalidad, con los mismos tempi... que toda la música estuviese bien aprendida y por todos por igual". Asimismo, Ugalde facilitó a los docentes "algunos trucos" que les ayudasen a transmitir a los niños algo de técnica mínima vocal. Para apoyar toda esta labor, además, en la web de la Euskadiko Orkestra, los profesores contaron con multitud de recursos musicales por cada una de las canciones que debían aprenderse. Quizá, tras esta experiencia, los jóvenes pasen a a soñar con un carrera musical, quién sabe...