Las lágrimas de Leire Martínez brotaron este pasado domingo en el que a la postre iba a ser su último concierto como vocalista con La Oreja de Van Gogh.

El grupo guipuzcoano cerraba su gira en las Fiestas del Pilar de Zaragoza y nadie sabía, excepto la propia cantante y el resto de componentes de la banda, que era el último de Leire al frente de la exitosa formación. La de Errenteria no pudo contener la emoción y durante la interpretación de 'Rosas', coreada por todo el público, tuvo que se secarse las lágrimas del rostro.

Este lunes la banda finiquitaba su etapa con Leire y ahora se hacen todo tipo de cábalas sobre quién será su sustituta.

Un comunicado confirmaba lo que se venía barruntando desde hacía meses. "Después de 17 años maravillosos repletos de música y emociones que jamás olvidaremos, queremos anunciar que las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguirán caminos separados", indica la nota colgada en el Instagram del grupo.

La Oreja de Van Gogh había encontrado en Martínez a una sustituta que no solo había ganado cierta fama unos meses antes merced al concurso 'Factor X', sino que además tenía un timbre tan similar al de su antecesora que podía mantener la personalidad del grupo en futuros discos y asumir sin problemas el viejo repertorio, que acabó siendo el más icónico.

La banda de mayor éxito del nuevo siglo

La Oreja de Van Gogh saltó en 1998 al éxito con su primer álbum, 'Dile al sol'. La fórmula de melodías amables y pegadizas, con letras más o menos cotidianas, sobre todo de corte romántico, funcionó y los convirtió en el grupo del Estado español de mayor éxito comercial del siglo XXI.

En paralelo, Montero también ganó cada vez más popularidad, algo que se hizo muy evidente en sus colaboraciones fuera del grupo, véase con 'Sin miedo a nada' ya en 2002 junto a Álex Ubago o cuando fue llamada por el mismísimo Miguel Bosé para participar junto a un sinfín de estrellas en su exitoso 'Papito', publicado en marzo de ese aciago 2007.

Aún tras su salida y pese a que también participaba en la composición, La Oreja de Van Gogh logró mantener su personalidad junto a Leire Martínez y, pese a ir menguando el tirón comercial, juntos publicaron otros cuatro discos de estudio, con temáticas cada vez más maduras como la enfermedad, el 11-M o las crisis de las parejas de largo recorrido.

Un reencuentro que nunca se produjo

Montero logró igualmente buenas cifras de ventas, sobre todo al inicio de su carrera en solitario, pero estas también fueron moderándose y las canciones cedieron cada vez más protagonismo social a los vaivenes de su autora, que hasta en tres ocasiones sugirió o anunció su retirada de la música, harta de la presión.

De manera pública tuvo sus rifirrafes con Malú (el célebre "Me ha llamado gorda y punto") y llegó a criticar a Leire Martínez por firmar a los seguidores de La Oreja de Van Gogh discos de la etapa en la que era ella la vocalista del grupo.

En 2022, cuando se suponía que andaba en los preparativos de su quinto disco, se declaró "destruida" en redes sociales e inició un largo proceso de recuperación personal.

Desde hacía años su relación con el resto de La Oreja de Van Gogh parecía haberse reencauzado y este año una información periodística erróneamente afirmó que preparaba una espectacular reaparición junto a su exbanda. Esta se produjo en realidad en uno de los cuatro conciertos que este verano ofreció Karol G en Madrid.

Aún así, el rumor de su vuelta con LOVG se mantuvo vigente, lo que molestó visiblemente a Martínez. "No me afecta que se diga que Amaia vuelve al grupo, lo que no me gusta es que se me ningunee", dijo en septiembre en una entrevista. "Parece que a todo el mundo se le olvida que hay una cantante en el grupo y me resulta feo ver que parece que no importa nada", insistió.