Alberto San Juan (Madrid, 1968) interpreta al modisto Cristóbal Balenciaga en la serie homónima de Disney +, un hombre católico, homosexual, esquivo con la prensa y obsesionado con la perfección. “He establecido una relación íntima con él, le comprendo muy bien”, dijo ayer el actor en la rueda de prensa de presentación que tuvo lugar en Madrid.

Cristóbal Balenciaga, que se estrena en todo el mundo pasado mañana en la plataforma Disney +, ha sido creada por Lourdes Iglesias y el trío de directores que forman Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga (La trinchera infinita y Handia) y se concentra en los 30 años que el diseñador de Getaria residió en París.

A lo largo de seis capítulos, la serie aborda la consolidación de Balenciaga (1895-1972) en el mundo de la alta costura, sus relaciones con los grandes de la moda como Coco Chanel, así como las tensiones empresariales, sus lazos familiares su homosexualidad o su posicionamiento político, aunque jamás expresó sus ideas.

“El hecho de que el costurero escondiera su persona de la mirada pública es un dato interesante”, contó San Juan, quien para dar vida a este personaje ha tirado de imaginación y del estudio de Balenciaga. “Se saben datos objetivos de su vida, de lo que hizo y de lo que no, lo que permite imaginar su vida”, añadió el actor, que reconoce que ha sido un reto interpretativo: “Nunca me había enfrentado a un trabajo así”.

San Juan explicó que una de las mayores dificultades de este personaje ha sido hablar francés con fluidez e intención, amén de enfrentarse al universo de la moda. “Un mundo ajeno para mí, no sabía nada, ni del campo de la creación artística ni del material como las tijeras, el metro o el tejido”, confesó.

La serie de seis capítulos, por mucho que esté inspirada en la realidad, es una ficción en la que San Juan reconoce que lo más placentero de este trabajo ha sido sentirse cercano a su humanidad: “Sentir que tengo una relación afectiva”.

“Desde el rigor, hemos fabulado con el maestro de la alta costura”, subrayó Aitor Arregi, quien aseguró que Cristóbal Balenciaga les “daba la oportunidad de entender un misterio, además del poder de recrearnos en la plasticidad de la moda, un universo lleno de elegancia y distinción”.

Para ello, los directores han contado con Bina Daigeler y Pepo Ruiz Dorado, directores de vestuario, que han conseguido trajes que “se han convertido en un actor más”. “El vestuario tenía que reflejar fielmente el espíritu y los diseños vanguardistas de Balenciaga en cada época”, apuntó Daigeler.