Sin ser especialmente entusiasta con el largometraje de Cerdita –en cambio, sí que lo soy del corto que le dio origen–, considero que en aquel Carlota Pereda, al menos, mostraba una personalidad propia que, lamentablemente, parece haber perdido en su segundo trabajo, La ermita, una historia de fantasmas rodada en el rural vasco y que se ha presentado en la Semana. Si bien la premisa puede resultar interesante –una niña que quiere aprender a comunicarse con los muertos ante el inminente fallecimiento de su madre–, la película se queda en tierra de nadie y, lo que es peor, deja al espectador con un regusto a película de sobremesa. No acaba de abrazar lo fantástico, ni el terror, ni el drama, ni el folk-horror, intentando gustar a todo el mundo, para acabar no agradando a nadie. Ni siquiera una correcta Belén Rueda, que aún así parece no tragarse su papel de descreída ante la posibilidad de la existencia de magia, consigue levantar algo la trama. Por contrario, lo que más destaca es la dirección de arte y vestuario y esos hombres-pájaro a los que no se les saca el suficiente partido.

‘La ermita’

Directora: Carlota Pereda. Guion: Carlota Pereda, Albert Bertran Bas y Carmelo Viera. Música: Pascal Gaigne. Fotografía: Rita Noriega. Reparto: Belén Rueda, Maia Zaitegi, Loreto Mauleón.