Los cineastas Aitor Arregi y Jon Garaño han comenzado ya el rodaje de Marco, biopic centrado en la figura de Enric Marco, ex secretario general de la CNT que durante años fingió haber sido uno de los reclusos del campo de concentración Flossenbürg, cerca de la frontera con la República Checa. El ganador de tres Goyas Eduard Fernández se meterá en la piel de este catalán, mientras que la intérprete Nathalie Poza interpretará a su mujer, Laura. Marco es una de las producciones más ambiciosas de los Moriarti y cuenta con un presupuesto que ronda los cuatro millones de euros. Tras finalizar las escenas en Alemania, Madrid y Barcelona, este lunes ha comenzado la filmación en Zarautz. Durante las próximas fechas el equipo se desplazará a enclaves cercanos a Donostialdea, así como a otros enclaves de Bizkaia y Araba.

Escrita por Arregi, Garaño, Jose Mari Goenaga y Jorge Gil, la película es descrita como "un thriller dramático inspirado en hechos reales". No en vano, la propia vida de Marco, "el deportado que nunca existió", da para película. De hecho, existe un documental protagonizado por él mismo titulado Ich bin Enric Marco (2009), dirigido por Santiago Fillol y Lucas Vermal, e, incluso, David Cercas le dedicó en 2014 una novela que se tituló El impostor. Los Moriarti, por su parte, han decidido acercarse a la historia -más bien, a la historia detrás de la historia- de este catalán que durante años sostuvo una mentira, la de haber sido un represaliado del Tercer Reich.

Jon Garaño y Aitor Arregi. David Herranz

Enric Marco (1921-2022) llegó a presidir la asociación catalana Amical de Mathausen, que defendía los derechos de los ciudadanos del Estado que acabaron bajo las manos del nazismo en los campos de concentración. Durante años Marco fue portavoz indiscutible de aquel colectivo, y dio innumerables charlas en centros de enseñanza, debido a su historia, es decir, a la historia que él contaba. Como militante anarquista durante la Guerra Civil, salió de Barcelona para acabar en Marsella, donde quiso pasar a formar parte de la Resistencia francesa. Según su propio relato, fue detenido y entregado a la Gestapo en Metz (Francia), que lo trasladó a Kiel (Alemania), donde fue obligado a fabricar armas para el régimen fascista de Adolf Hitler. Su carácter problemático hizo que fuese destinado, finalmente, a Flossenbürg, del que fue liberado acabada la II Guerra Mundial. Pero la narración de Marco, sostenida durante muchos años, saltó por los aires en 2005.

Fue entonces cuando el historiador Benito Bermejo reveló que Marco jamás pisó un campo de concentración. Viajó a Alemania como miembro de un batallón de trabajadores voluntarios enviados por el franquismo. Ante las nuevas informaciones, el catalán sostuvo haber sido una víctima de la tortura nazi y haber viajando a Metz y después a Kiel. Asimismo, insistió en que fue encarcelado por sus críticas a los nazis, reclusión de la que fue liberado en 1943, dos años antes del fin de la II Guerra Mundial.