Extremadamente discreto y conciso, el realizador Hayao Miyazaki, primer Premio Donostia de esta edición, ha enviado a la organización un vídeo de apenas 23 segundos en el que ha agradecido que se le conceda “tan prestigioso” reconocimiento. En el clip, remitido desde las oficinas del Studio Ghibli en Japón, el realizador de 82 años, poco amigo de salir de su país, ha excusado su presencia alegando que se encuentra inmerso en nuevos diseños para el Ghibli Park, un parque temático que se encuentra en la localidad de Nagoya, centrado en la filmografía del estudio que fundó con Isao Takahata en 1985.

El vídeo se ha emitido en la ceremonia de inauguración del 71ª edición del Zinemaldia, antes de la proyección de El chico y la garza, su primera película de animación en una década. “Que la disfruten”, ha deseado este oscarizado director.

El trofeo característico del Premio Donostia se le envió a Miyazaki hace unas semanas en un “Gatobús”, tal y como ha comentado el presentador de la ceremonia Gorka Otxoa, haciendo referencia al emblemático personaje de la película Mi vecino Totoro, que Miyazaki estrenó en 1988.

El director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, ha sido el encargado de presentar al galardonado y, precisamente, ha hecho referencia a esta película, la primera que vio del maestro indiscutible del cine de animación. “Me emocionó y en pocas ocasiones ha conseguido eso una película”, ha asegurado Rebordinos, para después alabar el cine de Miyazaki, sus fuertes protagonistas femeninas, su humanismo, su antibelicismo y su respeto por la naturaleza. “Es un genio y su imaginación no tiene comparación”, ha afirmado con rotundidad.

Asimismo, ha concluido su exposición explicando que el hecho de que Miyazaki haya enviado un breve vídeo de agradecimiento es todo un “hito”, dado que no es muy dado a este tipo de expresiones. De hecho, para el estreno en Japón de su última película, rechazó hacer ningún tipo de promoción, ni entrevista. Tampoco la necesita