Es un tópico, pero a veces funciona cuando un artista no vive su mejor momento y utiliza su trabajo para expulsar los demonios que le corroen las entrañas. Harvest (Warner), el exitoso disco de Neil Young, que cumple medio siglo, es la prueba palpable. El veterano músico acababa de divorciarse de su primera esposa y tenía unos problemas de espalda que le impedían mantenerse en piel. ¿El resultado? Grabó su disco más vendido, meloso y comercial para algunos críticos, pero una gema en ese camino de alambre entre el rock, el folk y el country en el que se mueve cómodo Young. Si estás listo para recuperar Old Man, Heart of Gold o The needle and The Damage Done es tu momento, ya que el álbum se reedita con inéditos, un largo documental y una sesión en vivo para la BBC.

Harvest es, para muchos, la obra maestra de Neil Young; para otros tanto, su disco más meloso. El canadiense venía de registrar una de sus cumbres, After The Goldrush (1970), probablemente su primer disco legendario, el álbum de Tell Me Why, Southern Man y Only Love Can Break Your Heart, en perfecto equilibrio entre electricidad desaforada y confesiones baladísticas de amor. Tras el éxito de After..., al que se unió el provocado por el proyecto paralelo junto a Crosby, Stills y Nash, llegó el divorcio de su primera esposa, Susan.

La depresión que originó la ruptura hizo que se refugiara en Eomemme –Ontario, la ciudad canadiense a la que le canta en Helpless–, y evitó que acabara saliendo de gira si exceptuamos unos conciertos en solitario que tuvo que realizar sentado debido a unos graves problemas de espalda. Mientras se trataba, de hospital en hospital durante dos años, acometió la composición y grabación de Harvest. Contó a la revista Rolling Stone que las vértebras se le hundieron y apenas podía sostener una guitarra, andaba con dificultades y aguantaba de pie cuatro horas al día. En ese contexto, Young rompió con la banda que grabó After…, los míticos Crazy Horse, y creó una nueva en 1971. Eran los Stray Gators, formada por su productor Jack Nitzche, Ben Keith (guitarra y pedal steel), Tim Drummond (bajo), y Kenny Buttrey (batería), con quienes fue grabando canciones de Harvest en diferentes escenarios, desde su rancho en el norte de California a estudios de Nashville y Londres. Su delicado estado de salud influyó, según el propio Young, en la placidez del álbum. “Es en parte la explicación de que sea un disco tan meloso”, indicó a la revista estadounidense, ya que “físicamente me era imposible tocar una guitarra eléctrica”.

Su cuarto disco –octavo si contamos los de Buffalo Springfield y el mítico Deja Vu con Crosby, Stills, Nash & Young– es como un Frankenstein con piezas extraídas de grabaciones en lugares dispares, lo que se refleja en su sonido. Mayoritariamente acústico, se advierte desde su gran apertura, Out On The Weekend, country con armónica que se emparenta en atmósfera con el tema titular, en el que se cala el sombrero a tope para cantar un country excesivamente ortodoxo, o la que puede ser la mejor canción del disco, The Needle And The Damage Done, apenas voz y guitarra folk pero con una letra cruda y visceral –“he visto la aguja y el daño que hizo”– que dedicó a su colega Whitten, fallecido poco después a causa de su dependencia de la heroína.

Las piezas más eléctricas, como Are You Ready for The Country, Words y la crítica Alabama, las grabó tras operarse. Era pasar por el quirófano o acabar en silla de ruedas si no le extraían algunas vértebras. Y se advierte ya en su sonido rugoso, eléctrico o honky tonk, con pianos y eléctricas destellando en arreglos rock y blues, con un inolvidable solo en el caso de Words. Sería pecado no destacar Heart of Gold, el nº 1 del álbum, de bellísima melodía subrayada por las armonías de James Taylor y Linda Rondstadt, o Everyman Needs a Maid, con él al piano y el apoyo de la Orquesta Sinfónica de Londres.

Temas inéditos

Disco de huidas físicas y emocionales, de la necesidad de recomponerse, del paso del tiempo que hace que “la vida y el amor se vuelvan extraños y viejos”, y hasta del músico en la cumbre que se replantea lo banal de su existencia, Harvest se reedita con el añadido de una sesión acústica en la BBC en 1971 con escalofriantes tomas de Journey Through The Past, tema conocido por la película homónima de ese mismo año compartida con CSN&Y; Don’t Let It Bring You Down, aquí con guitarra acústica en sustitución de las teclas, o Love in Mind. La guinda son tres inéditos: el country facilón Bad Fog of Loneliness, la bella y nostálgica Journey… en estudio y una mezcla de country, rock y blues titulada Dance, Dance, Dance que celebra el amor. ¿Estás preparado para el country?