A Steve Coleman no le gustan las etiquetas, especialmente para separar la música en diferentes estilos. Para él, es sólo música. Tras 41 años de carrera, este artista que se dedica a la “composición espontánea” vuelve a Donostiako Jazzaldia, agradecido por retomar la rutina que la pandemia les robó. Atiende a este periódico desde Italia, en la que es la segunda gira de la banda desde marzo de 2020.

Ya ha actuado varias veces en el Jazzaldia. ¿Qué le hace volver a Donostia? 

Me gusta Donostia. Hemos tenido unos grandes conciertos allí; recuerdo uno que hice con músicos cubanos. Esta vez, daremos un concierto y también estamos intentado hacer un workshop para músicos en Iruñea, el día antes; estamos tratando de hacer dos cosas. Me gusta España. Es muy inusual, porque hay diferentes regiones, como Barcelona, Donostia... Creo que es muy interesante, las diferentes culturas dentro de un mismo país. Es un concepto interesante para mí.

Su banda, Five Elements, desarrolló su esencia en pequeños clubs en Nueva York. ¿Los espacios reducidos hacen que los músicos se sientan más cercanos a su público?

Sí, pero el grupo empezó como una banda callejera, que tocaba en la calle, antes de hacerlo en pequeños clubs. Tocábamos en la calle, porque no teníamos suficiente nombre para tocar en clubs, punto. Tocamos como banda callejera, luego pasamos a clubs pequeños, y después a espacios más grandes. Empecé con un grupo en 1981; ya han pasado 41 años. Estoy tratando de romper el récord de Duke Ellington. El gran Duke Ellington tuvo a su banda durante 50 años y estoy tratando de ir más allá. Es mi sueño de toda la vida, incluso cuando empecé. Es mi objetivo tener al grupo unido por largo tiempo.

¿Cómo han sido esto dos últimos años?

Esta pandemia ha sido un desafío; ha sido muy difícil para todo el mundo en el grupo. Algunas personas enseñan y hacen diversas cosas para sobrevivir. Es difícil para muchos músicos en Nueva York. Se han mudado fuera de la ciudad; a Europa, a Japón, de vuelta con sus padres. Fue difícil sobrevivir; no sólo nosotros, todo el mundo tuvo este problema. Yo tenía problemas personales antes de la pandemia y llegó la pandemia y duplicó los problemas. Han sido tiempos muy difíciles. No es fácil continuar creando y que el grupo siga unido. Así que estamos contentos de tocar en Donostia y estamos muy agradecidos de tener esta oportunidad, de seguir haciendo lo que hacemos. Pero la gente olvida que es difícil; tienes que atravesar tiempos difíciles para hacer llegar la música a la gente. Pero no es solo en un sentido; la gente también nos trae energía. La gente trabaja, ahorra para ir a un concierto; no es algo pequeño. Apreciamos poder viajar desde América hasta Donostia y compartir este momento con el público. Para mí, es especial seguir haciendo esto a lo largo de los años.

Participó en la creación de lo que se conoce como M-base. ¿Qué aporta este camino creativo a su música?

Realmente, yo no digo M-base. Cuando dices funk, o jazz, o swing... Son los nombres de diferentes estilos musicales; todo es música. M-base es solo una etiqueta más. No creo que la gente deba concentrarse en el nombre; debería concentrarse en la música. Según te vas haciendo más viejo, cambias como persona. Si yo cambio, la música cambia. Cuando alguien que no me conoce me pregunta ¿qué tocas?, digo soy músico; ¿qué tipo de música?; digo mi música tiene composición espontánea, improvisación. Y si me preguntan eso qué significa, digo intentamos componer en el momento. A la gente que saca la música al mercado, como la gente de las compañías discográficas o los periodistas, les gustan los títulos; a los músicos, no tanto.

A lo largo de los años, ha ido participando en proyectos musicales mientras seguía con su banda. ¿Cómo ha conseguido combinarlo todo? 

Depende siempre del individuo. Nunca miro a la música o al instrumento; miro a las personas. No miro al piano; miro a quien está tocando el piano. Para mí, siempre tiene que ver con la gente y con las relaciones con las personas. Depende de los individuos. Creo que es muy importante que la gente entienda que la música es solo la gente. Para entender la música, hay que entender a los humanos que la crearon. No es únicamente algo en un trozo de papel.

¿Necesita la música adaptarse a una sociedad que cambia constantemente o forma siempre parte de ese cambio? 

Es parte de ello. La sociedad está cambiando constantemente, por lo que el resto también. No solo la música; astronomía, matemáticas, medicina... Todo está cambiando, porque lo único que es constante y consistente en el universo es el cambio. Todo cambia, nada permanece igual; para mí es lo único cierto. Las cosas que los seres humanos crean, cambian y, como resultado, cambiamos el planeta. Y estamos destrozando el planeta. Tenemos muchos problemas con el calentamiento globales y con los animales que están en peligro de extinción. Gran parte de ello es por la actividad humana. La música está cambiando porque todo está cambiando.

¿La música refleja también los tiempos convulsos que vivimos? 

La música que hago es una crítica a los tiempos que estamos viviendo. No es necesariamente una solución; para algunos puede serlo, pero también puede hacer que la gente se tranquilice. Creo que es un error pensar que todo el mundo es igual, que l público es igual, porque no lo son. Cada persona viene a un concierto por razones diferentes, especialmente cuando no es música popular, como Beyoncé o Jay-Z. Y para algunos sí, puede ser un alivio de la pandemia o una crítica a la pandemia o a la vida. Para nosotros es lo mismo, porque los músicos somos también humanos; hemos pasado por problemas y traumas similares al resto de personas, Sí, mi música es el reflejo de ese trauma; creo que es imposible que sea de otra manera. Todo lo que vivo se refleja en mi música de alguna forma

¿Prevé Five Elements publicar algún nuevo álbum a corto o medio plazo? 

Estamos tratando de recuperarnos de los últimos dos años. Esta es sólo nuestra segunda gira desde marzo de 2020. Es como cuando enfermas; está en cama y tienes que recuperarte. Es así. Pasamos por un período realmente malo y estamos tratando de superarlo. La banda pasó por mucho estrés; casi se separa por ello, como algunas familias, matrimonios o parejas. Pero hemos sobrevivido, seguimos aquí y dentro de diez años, diremos ¿tío, recuerdas aquella época tan mala? y todo el mundo dirá lo recuerdo. Conozco muchos grupos y músicos que han parado. Conozco músicos que incluso han fallecido por la pandemia. No es algo pequeño sobrevivir a algo así. 

¿Qué hay en el futuro de Steve Coleman y Five Elements? ¿O es difícil visualizar nada, llegados a este punto? 

He aprendido la lección, no podemos predecir el futuro. Puedes hacer planes, pero esos planes a lo mejor suceden y a lo mejor no. Nadie podría haber predicho esta pandemia; he visto muchas cosas jodidas durante mi vida, pero nada como esta pandemia global. A veces, las cosas simplemente suceden. Por ello, la gente debería estar agradecida de que siga viva, sana y sea capaz de hacer cosas. Porque, a veces, los humanos se quejan todo el rato y deberíamos estar agradecidos de tener la oportunidad de hacer lo que hacemos, si nos gusta. Hacer lo que queremos hacer nos ayuda a mantenernos sanos, porque es muy estresante hacer un trabajo que realmente no quieres hacer. Cuando hacemos lo que queremos hacer, somos capaces de superar los problemas, porque estamos más inspirados y nos sentimos mejor.