- Con 25 años y ya una sólida carrera en construcción, Timothée Chalamet ayer en Cannes The French Dispatch (La crónica francesa) y tiene a la espera de estreno Dune, pero el glamour de los festivales no le hace olvidar el último año y espera que de alguna forma el arte y el cine ayuden a la gente. “Cualquier lección que la gente pueda sacar de esta película o de Dune o de cualquiera que vaya hacer y que sirva para salir de lo que hemos vivido este año y medio, estará bien”, afirmó.

Chalamet, hijo de un periodista francés, y Khoudri, junto a Wes Anderson, Benicio del Toro, Tilda Swinton, Adrien Brody, Owen Wilson o Bill Murray han sido los encargados de presentar la última película del cineasta, un largometraje para la que el director de El Gran Hotel Budapest se inspiró en el movimiento de la nouvelle vague y en el cine francés en general, pero especialmente en cineastas como François Truffaut y su filme Los cuatrocientos golpes.

Benicio del Toro, Léa Seydoux y Adrien Brody protagonizan una sátira del mercantilismo en el arte; Mathieu Amalric, Edward Norton y Steven Yeun, una historia policial, y Chalamet, Khoudri y Frances McDormand, un triángulo amoroso en medio de la revolución estudiantil de mayo del 68.

Las tres historias cuentan con la voz en off de Anjelica Huston, y se unen en la redacción, dirigida por Bill Murray y en la que están Tilda Swinton o Elisabeth Moss, mientras que en diferentes papeles aparecen Christoph Waltz, Saoirse Ronan, Liev Schreiber o Willem Dafoe.