donostia - El triunfo de Parásitos de Bong Joon-ho en los Óscar, con cuatro premios, incluido el de mejor película, supone un antes y un después para el cine coreano pero no es un fenómeno aislado sino la culminación de una cinematografía que en las últimas décadas ha apostado por el riesgo y la crítica social. La película que ha arrasado en la gran gala del cine cuenta la historia de una familia pobre de Corea del Sur que vive en un pequeño y oscuro semisótano, y una familia rica que vive en una glamorosa residencia en Seúl. Una historia de ficción pero que retrata un mundo real.

Parásitos salió por la puerta grande de Cannes y, desde entonces, ha ido imparable. Esta pequeña fábula entre la comedia y el horror sobre los conflictos de clase supone la culminación de la carrera internacional del surcoreano Bong Joon-ho, uno de los cineastas más taquilleros en su país pese a su cine incómodo.

Por eso los gritos y aplausos retumbaron tras el anuncio de Jane Fonda en Los Ángeles de que Parásitos había conseguido la estatuilla dorada a la mejor película. Sorprendió la audacia de la Academia de Cine al premiar ese thriller social, con el que se hacía historia en la larga trayectoria de los Óscar. Era la primera vez que un largometraje no hablado en inglés era premiado con el Óscar a la mejor película, machacando a los pesos pesados de Hollywood que optaban al premio. "Cuando era joven y estudiaba cine, tuve el sentimiento de que el séptimo arte podía ser el medio más profundo y personal para transmitir un mensaje. Estudié con las películas de Martin Scorsese así que fue un gran honor estar nominado con él", decía en su discurso de agradecimiento el cineasta surcoreano. También le dedicó el discurso a otro de sus rivales, Quentin Tarantino, al que agradeció que cuando nadie le conocía siempre recomendaba sus obras coreanas.

La alegría de Joon-Ho era tal que sus imágenes sonriendo a las figuras de los Oscar se hicieron virales, igual que sus repetidas invitaciones a "beber" tras el fin de la gala. O "hasta el día siguiente" cuando vio que se le acumulaban los premios. La otra gran favorita de la noche, la película 1917 de Sam Mendes, se tuvo que conformar con tres premios técnicos: mejor fotografía (Roger Deakins), mejor sonido (Mark Taylor y Stuart Wilson) y mejores efectos visuales (Guillaume Rocheron, Greg Butler y Dominic Tuohy).

sin sorpresas Los pronósticos se cumplieron en cuanto a los premios interpretativos: Brad Pitt y Laura Dern se fueron con los Oscar a los mejores roles secundarios. Brad Pitt se lo dedicó a su compañero de reparto en Érase una vez...en Hollywood, Leonardo DiCaprio y a su director, Quentin Tarantino; mientras que Laura Dern se lo agradeció a sus padres, a quienes llamó "héroes".

Como era previsible, Renée Zellweger se alzó con el Oscar a la mejor actriz, y quiso compartirlo con la icónica Judy Garland, el papel que le ha devuelto a la gloria. Y Joaquín Phoenix se llevó la estatuilla al mejor actor por su estupenda interpretación en Joker. El actor aprovechó sus minutos sobre el escenario para enviar un mensaje en defensa del medioambiente y hacer un homenaje a su hermano, el también actor River Phoenix, quien murió trágicamente en 1993. El intérprete, como portavoz de la causa medioambiental junto a Jane Fonda, aseguró que el ser humano está "desconectado" del mundo natural y que es "egocéntrico" a la hora de aprovechar sus recursos sin pensar en las consecuencias más allá de su ombligo.

En el vídeo que dio paso a la categoría de mejor película internacional, la voz de Penélope Cruz alababa el trabajo de Pedro Almodóvar, pero no pudieron repetir la escena de la victoria ni aquel grito de 2000. La estatuilla a la mejor película internacional se la arrebató la gran triunfadora de la noche, Parásitos.

Toy Story 4 se alzó con el premio a la mejor película de animación, dejando sin galardón a la producción española Klaus, mientras que el premio al mejor documental fue para American Factory, de Steven Bognar y Julia Reichert, una cinta producida por Netflix y en la que participó el matrimonio Obama. Y Elton John ganó su segundo galardón en la categoría de Mejor Canción Original por (I'm gonna) love me again, tema inédito de su biopic, Rocketman.

Mejor película. 'Parásitos', de Bong Joon-ho

Mejor actor. Joaquin Phoenix, por 'Joker'

Mejor actriz. Renée Zellweger, por 'Judy'

Mejor dirección

Bong Joon-ho, por 'Parásitos'

Mejor actor secundario.

Brad Pitt, por su papel en 'Érase una vez en? Hollywood'

Mejor actriz secundaria.

Laura Dern, por 'Historia de un matrimonio'

Mejor película animada. 'Toy Story 4'

Mejor cortometraje animado.

'Hair Love', de Matthew A. Cherry y Karen Rupert Toliver

Mejor guión original. 'Parásitos', de Bong Joon-ho y Jin Won Han

Mejor adaptación cinematográfica. 'Jojo Rabbit', de Taika Waititi

Mejor cortometraje. 'The Neighbors Window'

Mejor diseño de arte. Barbara Ling y Nancy Haigh por 'Érase un vez?en Hollywood'

Mejor diseño de vestuario. Jacqueline Durran por 'Mujercitas'

Mejor película documental.

'American Factory', de Steven Bognar, Julia Reichert y Jeff Reichert

Mejor corto documental.

'Learning to skateboard in warzone (if you're a gril)', de Carol Dysenger y Elena Andreicheva

Mejor edición de sonido.

Donald Sylvestre por 'Le Mans '66'

Mejor mezcla de sonido. Mark Taylor y Stuart Wilson por '1917'

Mejor fotografía. Roger Deakins por '1917'

Mejor edición fílmica. Michael McCusker y Andrew Buckland por 'Le Mans '66'

Mejores efectos visuales. '1917'

Mejor maquillaje y peinado.

Kazu Hiro, Anne Morgan y Vivian Baker por 'El escándalo (Bomshell)'

Mejor película internacional. 'Parásitos', de Bong Joon-ho

Mejor música original.

Hildur Gudnadottir, por 'Joker'

Mejor canción original.

Elton John y Bernie Taupin por '(I'm) Gonna Love Me Again', de 'Rocketman'