Este año no queremos pedirte juguetes, ni tablets, ni abrigos nuevos. Las madres y familias de Gipuzkoa que convivimos con la patología dual (salud mental y adicciones a la vez) queremos pedirte solo un regalo: un centro de Patología Dual digno, público y especializado en nuestro territorio.
Sabemos que el lehendakari, la diputada general de Gipuzkoa y el consejero de Salud hablan de planes, inversiones y mejoras en la sanidad vasca. Nos alegramos de que se hable de salud mental y bienestar emocional, pero mientras tanto nuestras hijas e hijos siguen viviendo entre urgencias saturadas, ingresos breves y recaídas constantes, sin un lugar pensado específicamente para ellos.
La patología dual no es un capricho ni una etiqueta de moda: es la realidad de muchas personas que sufren a la vez un trastorno mental y un problema de consumo. Es también la realidad de muchas familias que vivimos con el miedo a la próxima crisis, a la próxima sobredosis, al próximo intento de quitarse la vida.
Por eso te pedimos, Olentzero, que este año dejes en la mesa del lehendakari, de la diputada general de Gipuzkoa y del consejero de Salud: un compromiso claro para abrir en Gipuzkoa un centro de Patología Dual con camas, hospital de día y equipos formados; una hoja de ruta pública, con fechas y pasos concretos, para que no se quede en palabras bonitas; recursos para que las familias tengamos apoyo, orientación y un teléfono de referencia, y no solo pasillos de urgencias y sujeciones mecánicas.
No queremos seguir viendo cómo la cárcel, la calle o la muerte se convierten en la salida de quienes podrían vivir una vida digna si el sistema sanitario les ofreciera la atención que necesitan.
Olentzero, tú que conoces bien nuestros valles, nuestras noches en vela y nuestras lágrimas, ayúdanos a que quienes gobiernan escuchen este grito silencioso de las familias y hagan, por fin, lo que está en su mano. Porque la salud mental y las adicciones no se resuelven con silencio ni con buenas palabras, sino con recursos concretos, equipos especializados y valentía política.