Después de siete meses de huelga, la biblioteca de creación de Tabakalera, Ubik, volvió a abrir sus puertas ayer a las 10.00 horas. Los mediadores y la empresa Sedena, subcontrata responsable de la gestión del servicio más demandado del centro (180.000 usuarios en 2018), han llegado a un acuerdo por el periodo 2019-2022. El pacto contempla un aumento del salario de los empleados de un 32%, que comenzarán a percibir varios pluses que hasta ahora note tenían. También han conseguido una reducción de 97 horas anuales y un calendario que les permite la conciliación.
Un aire de incertidumbre se percibía ayer en los momentos posteriores a la apertura del espacio. Los mediadores trataban de situarse de nuevo en sus puestos de trabajo. “Estos siete meses han sido largos. Empezamos con mucha ilusión y aunque en algunos momentos ha sido difícil mantenerla, creo que lo hemos logrado, si no, no estaríamos aquí”, explicó el mediador Xumar Altzugarai.
Aunque se mostraron satisfechos con el resultado de su lucha, aún consideran que algunas cosas no se han logrado. “Siempre se dice que en todas las huelgas algunas cosas se quedan en el camino. A nosotros nos ha pasado lo mismo, pero en general estamos muy contentos con el acuerdo. En mi opinión el horario debería de cambiar todavía”, mencionó Ibai Aizpurua, otro empleado de Ubik que ha estado 229 días en huelga. “Si en el futuro tenemos que luchar más, lo haremos. Si conseguimos eliminar las subcontrataciones sería perfecto”, se sumó con ilusión el mediador llamado Mikel Elorza.
Con respecto al futuro, esto mediadores piensan que esta nueva etapa será buena, pero no dejarán de seguir luchando hasta que se cumplan la totalidad de los acuerdos. “Damos comienzo a una nueva fase, pero seguiremos en marcha. Con otra intensidad, sin ninguna duda, pero con el objetivo de obtener mejoras continuaremos en marcha”, reivindicó Altzugarai. Les encanta lo que hacen y seguirán esforzándose para ofrecer un buen servicio a los usuarios de Ubik: “Continuaremos haciendo nuestro trabajo de la manera mas correcta como siempre, ofreciendo el mejor servicio que podamos”.
apoyo Durante estos largos meses de huelga han vivido muchas emociones. En algunos momentos se han sentido motivados para luchar por sus derechos, pero también ha sido difícil mantenerse en esa línea. Una de las cosas que más les ha ayudado a continuar con su lucha ha sido el respaldo de la gente. “Hemos recibido el apoyo de la gente en todos los sitios y eso nos deja bonitos recuerdos”, destacó Altzugarai.
En este sentido, durante los últimos meses han llevado a cabo una campaña en redes sociales llamada #kulturaprekarizaturikez, que ha recibido mucho soporte de la gente del ámbito de la cultura. La artista contemporánea Esther Ferrer, la actriz Sara Cozar, el director de Handia, Jon Garaño, y el bertsolari Jon Maia son solo algunos de los artistas que les han brindado su apoyo público. “La campaña que empezamos en las redes sociales ha recibido un gran respaldo y para nosotros es muy agradable que la gente conocida de la cultura nos haya ofrecido su tiempo y apoyo”, agradeció Altzugarai.
primeros usuarios Los usuarios fueron asomándose poco a poco a lo largo de la mañana y se mostraron contentos ante la reapertura del espacio. Muchos empatizaron con la situación que han vivido los empleados de Ubik. Es el caso de Helena Núñez que, antes de la huelga, solía visitar Ubik a menudo con sus hijos. Por ello, lamentó el largo periodo en el que la biblioteca ha estado cerrada: “Mientras que ha estado cerrada hemos estado en casa, en parques y haciendo cosas que antes también hacíamos. Pero lo hemos echado en falta, y mucho”, comentó.
En la misma línea se pronunció Asier Pagola: “En este tiempo, he ido a la casa de cultura de Aiete, a Cristina Enea? moviéndome un poquito. Soy consciente de los acuerdos a los que han llegado y me parece bien que hayan hecho la huelga”. Otro usuario, que no quiso dar su nombre, también defendió el derecho de los mediadores a la huelga: “Vengo pocas veces, pero me parece fenomenal que hayan hecho la greba, porque las condiciones de trabajo tienen que ser dignas”.
También hubo quien consideró que el Ayuntamiento tenía que haber trabajado para que la biblioteca permaneciese abierta durante estos siete meses. Es el caso de Lidia Rockenbach: “Me parece mal que hayan hecho huelga, pero no por los trabajadores. Yo creo que en una ciudad como Donostia que pretende impulsar la cultura, el Ayuntamiento no puede permitir que la biblioteca haya estado cerrada durante todo este tiempo. Pero los trabajadores tienen que reivindicar sus derechos”.