José Mota y la típica gala de José Luis Moreno sin José Luis Moreno fueron la apuesta de La 1. Como a Mota se le da mal imitar a Pedro Sánchez volvió a hacer de Rajoy situando la trama en aquel día que se atrincheró en un bar mientras debatían si lo dimitían. Mucha política, de nuevo, momentos brillantes como la imitación política de Amaia y Alfred y alguna ida de olla como el intercambio de voces con Franco y el rey para que fueran más imitables. Madre mía, qué pedrada. Después, llegó la típica gala musical navideña que este año venía a rejuvenecer Roberto Leal, pero no, cayó en todos los tópicos trampa del género que le pusieron en esos guiones que reciclan de otros años.

nochevieja de 1975 La pista nos la dio Antena 3, que situó su culebrón de tarde Amar es pasa siempre en la Nochevieja de 1975 y por un momento llegamos a creer que eso era la realidad porque todas las cadenas parecían haberse quedado ahí. Y así siguió la noche, con los refritos de Antena 3 metiéndonos por los ojos su inminente estreno de La Voz, que ya cansa antes de haberse estrenado, y el habitual karaoke torturador que ante la escasez de actuaciones musicales en la cadena rellenaron con las imitaciones de Tu cara me suena. Mientras en Antena 3 ponían a Mimi imitando a la cantante de Chipre de Eurovisión en La 1 tenían a la de verdad.

Tele 5 siguió con el retal que les sobró de la Nochebuena del especial Got Talent que grabaron allá por abril y siguieron con más refritos del mismo programa. Cuatro y La Sexta echaron la persiana para que nadie se les colara dentro y dieran así audiencia a las cadenas hermanas: Tele 5 y Antena 3, se entiende.

etb Así que la solución estaba en ETB. Tantas vueltas por las cadenas para volver donde estábamos, a la tele de aquí. ETB1 fue a piñón fijo con Ba!goaz, su particular Tu cara me suena con karaoke donde repitieron con el cartelito de cantar en directo actuaciones grabadas. Tras la edición especial de Herri txiki, urte berri mahats de Laguardia le siguió ya con menos postizo Go!azen 2019 presentado por Zuriñe Hidalgo con los actores de la serie cantando junto a La Oreja de Van Gogh, Anne Etchegoyen o el cantante de Egan Xabier Saldias, que cerró la fiesta sacándonos la lagrimita con su célebre tema Loiola jai jai (Behin batean Loiola) que puso a toda la peña a cantar y bailar agarraos, que es como se bailan las buenas nocheviejas.

ETB2 asustó. Antes de las campanadas, puso a Jon Aramendi a hacer un programa nocheviejuno rodeado de famosos de la casa sentados en dos mesas, como los ponía Alonso Caparrós en Furor. No cantaron, pero sí bailaron el swish como el Rajoy de Mota. La primera en salir a saludar fue Leticia Sabater y juro que después de eso intenté saltar en marcha a otro canal, pero había que ver todo de todas las cadenas, así que me contuve. Hasta salieron sus compañeros de Sálvame mandando un saludo a Jon Aramendi. Y Emma García desde Viva la vida. Cuando ya pensaba que estaba viendo Tele 5 en lugar de ETB 2 con un desconcertante programa que mezclaba un ballet bailongo que salía sin venir a cuento, con niños, homenajes familiares a presentadores, familiares de los invitados, vídeos con doblajes de risa y la publicidad entrando a destajo, no me digan cómo ni por qué pero aquello que me empezó horrorizando me acabó fascinando al convertirse en el programa más pretendidamente bizarro de toda la Nochevieja televisiva. Ion Aramendi es un puto genio. Al que cuesta comprender, porque parece que se quedó anclado en la televisión de los noventa, cuando no tenía edad ni para hacerla. Los invitados supieron estar al nivel de lo que se esperaba de ellos y, oiga, hasta nos enteramos de que en el nuevo Conquis va a estar el instructor de buceo de Elsa Pataky y su marido cuando estuvieron por aquí.

La noche, como es tradición, comenzó y terminó rodeada de gags de Vaya semanita y sucedáneos con un primer chiste hablando de destrozar todos los vídeos que guarda ETB para que no los repitan más. Cuando vi que se ponían a felicitar el año 2015 y el 2016 algo me hizo sospechar que no los habían destruido.

cachitos El otro salvaconducto de la noche fue Cachitos de La 2, que esta vez se reconvirtió en cabaré y hasta pusieron a cantar a José Vélez, que es un señor muy mayor, aquello de bailemos un vals. Resulta que la descubridora y valedora de Manel Navarro, aquel chaval que nos regaló un corte de mangas cuando decían que era tongo su elección (y que después quedó el último en Eurovisión) no ha tenido que dimitir ni nada por aquello y sigue siendo la presentadora del programa (como lo repiten tanto, uno nunca sabe) y allí se presentó con mucho toque ácido y de humor, aunque lo mejor volvieron a ser los rótulos que ponen a las actuaciones musicales. Un programa de televisión para escuchar y leer.

Este año llevaron a cantar a Putochinomaricón un tema llamado Gente de mierda en un intento de convertirlo en el nuevo Me gusta ser una zorra que interpretaron las bilbainas Vulpess en TVE en 1983, pero las extrañas nocheviejas que practican las otras cadenas hicieron que la apuesta de La 2 fuera la más normal, la más reconciliadora y, oiga, la más ingeniosa, con perdón de Ion Aramendi, se entiende. Aunque también les dio por meterse en camisas de once varas y se pusieran a hablar del chalé de Pablo Iglesias. Qué pereza.

Eso sí, hay que admitir que Cachitos fue además lo más realista de la noche sin falsos deseos de felicidad. Con un “antes o después todos vamos a morir”, nos recibía su presentadora, Virginia Díaz. Bueno, moriremos todos menos la maldita Nochevieja televisiva de 1975. ¿Les cuento un secreto? El programa de la Nochevieja de 1975, el de verdad, no el que replicó Amar es para siempre, está colgado en la web de RTVE y es peligrosamente similar a lo que nos han endosado este año las cadenas de televisión, solo que en vez de Pedroche los de la época tenían a Agatha Lys cantando La pantera rosa, versión libre. Ahí lo dejo.