Donostia - Nunca se confirmó oficialmente pero fuentes del Zinemaldia reconocían ayer que en 2015 Ethan Hawke rozó con los dedos el Premio Donostia. La excusa perfecta era el estreno de Regresión, el thriller de Alejandro Amenábar que abrió el certamen, pero el retraso en el rodaje de un western frustró la operación. En un vídeo proyectado en la gala inaugural, el actor lamentó no haber tenido el “privilegio” de viajar a un festival del que ha escuchado maravillas. “Estoy muy bien filmando aquí, pero no era el plan. Mi espíritu os acompaña”, dijo cariñosamente al público del Kursaal desde un set en el que lucía perilla y look de cowboy.
Doce meses después, se cierra el círculo y se demuestra que no hay mal que por bien no venga. La película que rodaba Hawke, el remake de Los siete magníficos dirigido por Antoine Fuqua, clausurará el próximo Festival de Venecia e inaugurará Toronto para después proyectarse en la capital guipuzcoana. Esta vez, el actor estará en el Kursaal y no solo en “espíritu”, sino también físicamente, ya que el 17 de septiembre recibirá el Premio Donostia de la 64ª edición “en reconocimiento a su ilustre trayectoria profesional”. Así lo confirmó el certamen en la nota de prensa dedicada a un artista que desprende entrega y verdad en cada interpretación.
Recibirá la estatuilla a los 45 años de edad y, por tanto, será uno de los Premios Donostia más jóvenes de la historia con permiso de Matt Dillon y Ewan McGregor, que recibieron esta distinción a los 42 y 41 años, respectivamente. Sea como fuere, con Ethan Hawke y la ya anunciada Sigourney Weaver el Festival cierra una brillante e incontestable dupla de galardones honoríficos para esta edición.
Comienzos Con tres décadas de trayectoria a sus espaldas, medio centenar de títulos y cuatro nominaciones al Oscar, Hawke (Austin, Texas, 1970) es todavía joven, pero su precocidad ha brindado al público la oportunidad de verle madurar física y artísticamente en papeles de niño, adolescente, treintañero y cuarentón. En todo este tiempo, “ha consolidado su reputación como artista verdaderamente polifacético que ha asumido retos como guionista, director, novelista y actor”. En su vertiente de intérprete, ha cultivado todos los géneros cinematográficos -drama, comedia, ciencia ficción, terror...- y ha trabajado con cineastas como Peter Weir, Richard Linklater o Antoine Fuqua.
Su primera experiencia en la gran pantalla tuvo lugar a los 14 años en el clásico juvenil de ciencia ficción Exploradores (1985), donde compartía reparto con el malogrado River Phoenix. Pero si algo “catapultó” su carrera fue El club de los poetas muertos (1989), filme de Peter Weir en el que encarnó a un estudiante que vencía su timidez gracias a la literatura: él era el primero en subirse a la mesa para despedir al humillado profesor Keating (Robin Williams) al grito de “¡Oh, capitán, mi capitán!”. Después llegarían, entre otros títulos, Colmillo blanco (1991), adaptación de la novela de Jack London con sello Disney; ¡Viven! (1993), en la que interpretó a Nando Parrado, superviviente de uno de los accidentes de aviación más dantescos de la historia; y la comedia romántica Reality Bites (Bocados de realidad, 1994), debut en la dirección de Ben Stiller, que formaba parte del reparto junto a Winona Ryder en el epítome cinematográfico de la denominada Generación X.
Linklater y Los oscar El año 1995 supuso un importante hito gracias a su participación en la primera de sus ocho colaboraciones con Richard Linklater, a la postre su realizador fetiche. Antes del amanecer fue la primera entrega de la trilogía Before, coprotagonizada por Julie Delpy con dos secuelas -Antes del atardecer (2004) y Antes del anochecer (2013)- que retratan los encuentros y desencuentros de los mismos personajes (Jesse y Celine) durante casi 20 años. En las dos últimas partes de la saga, Hawke y Delpy ayudaron al director con el guión y fueron nominados al Oscar por su evocador trabajo.
Antes de concluir la década de los 90, convertido ya en uno de los mejores actores de su generación, hizo una nueva incursión en la ciencia ficción con Gattaca (1997), en la que conoció a su primera mujer, Uma Thurman. También intervino en dos versiones contemporáneas de clásicos literarios: Grandes esperanzas (1998), de Alfonso Cuarón, y Hamlet (2000), de Michael Almereyda. Coincidió por primera vez con el cineasta Antoine Fuqua en la trepidante Training Day (2001), en la que hacía de novato al servicio de un policía corrupto interpretado por Denzel Washington. Por este personaje Hawke optó al Oscar al Mejor actor de reparto, pero Jim Broadbent le arrebató el eunuco dorado por su papel en Iris.
Destaca igualmente su participación en Asalto al distrito 13 (2005), remake del filme de John Carpenter, y sobre todo, Antes que el diablo sepa que has muerto (2007), la negra obra maestra que Sidney Lumet dirigió antes de morir y que unió a Hawke con el también desaparecido Philip Seymour Hoffman.
Mientras trabajaba en las películas de la trilogía Before y en otras colaboraciones con Linklater como Fast Food Nation (2006), actor y director guardaron casi en secreto un sorprendente proyecto cuyo rodaje comenzó en 2002 y terminó 12 años después convertido en Boyhood (Momentos de una vida, 2014), que se alzó con el Gran Premio Fipresci y muchos otros galardones. Este deslumbrante largometraje, una bella y dolorosa imitación a la vida, fue filmado a intervalos durante más de una década y recoge con increíble y emocionante verosimilitud el crecimiento de un niño, interpretado por el mismo actor (Ellar Coltrane) desde los 6 hasta los 18 años, y su relación con sus padres en la ficción, Patricia Arquette y Ethan Hawke, a quien J.K. Simmons robó el Oscar por su papel de estricto prosor en Whiplash.
‘Los siete magníficos’ Tras Brooklyn’s Finest (Los amos de Brooklyn, 2009), The Magnificent Seven (Los siete magníficos) es la tercera colaboración del actor con Antoine Fuqua. Con guión de John Lee Hancock (The Blind Side) y Nic Pizzolato (True Detective), promete ser una explosiva revisión del western que John Sturges dirigió en 1960 a partir de Los siete samuráis (1954) de Akira Kurosawa. Ethan Hawke comparte caballo y revólver con Chris Pratt, Vincent D’Onofrio y Denzel Washington, actor este último que, curiosamente, también recibió el Premio Donostia gracias a una película de Fuqua: The Equalizer (El protector, 2014).
Asimismo, este año Hawke ha inmortalizado al atormentado trompetista Chet Baker en Born to Be Blue (2016), que fue estrenada en el Estado dentro del ciclo Jazzinema, organizado por la Filmoteca en colaboración con el Zinemaldia y el Festival de Jazz. En breve verán la luz otros trabajos como Maggie’s Plan, The Phenom o In a Valley of Violence.
Artista polifacético Casado con Ryan Shawhughes desde 2008, tiene cuatro hijos -los dos primeros fruto de su matrimonio con Uma Thurman- y ha cultivado la escritura en sus diversas facetas: es autor de cuatro novelas, dos para adultos, una de gráfica y otra infantil. Además de su contrastada experiencia como actor de teatro, también se ha puesto varias veces tras la cámara. Debutó como director con el drama Chelsea Walls (2001), que narra cinco historias ambientadas el mismo día en el célebre hotel Chelsea de Nueva York, que ya había sido escenario de su corto Straight to One (1994). Su segundo largometraje como realizador, The Hottest State (2006), es la adaptación de su primera novela, escrita diez años atrás. También ha dirigido el documental Seymour: An introduction, retrato intimista del pianista y profesor Seymour Bernstein.