Un total de 130 obras de prestigiosos artistas cuelgan hasta el día 6 del presente mes en una de las majestuosas salas del Hotel María Cristina, donde la galería madrileña Lorenart vuelve a mostrar algunas de sus joyas a su público “muy fiel” del norte. Aunque la mayoría de las piezas sean pinturas, tampoco falta la escultura y, además, Ernesto Gutiérrez y su equipo dan un paso más allá este año: el grueso de su colección son “clásicos” que nunca faltan, como obras de Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga o Ricardo Baroja, entre otros autores, pero han sumado a la exposición obras más contemporáneas de artistas que “están más en boga”, como Antonio Valdés, Antoni Tàpies o Antonio Saura, “que son los que mejor están funcionando en la abstracción”. “Además, como novedad, también podemos asegurar que el 80% de las obras que están expuestas aquí no habían visitado antes la ciudad”, subraya el responsable de Lorenart.

Como no podía ser de otra manera, la exposición de Donostia cuenta con una amplia colección de nuevos trabajos de autores de la tierra o que, por lo menos, están muy arraigados a Gipuzkoa o a Euskadi. “Se busca mucho la obra de Menchu Gal, ya que ha trabajado parte de su pintura aquí; también funcionan muy bien los clásicos como Darío de Regoyos, Montes Iturrioz y autores de primer nivel como Joaquín Sorolla”, afirma Gutiérrez.

En cuanto a los precios, ha querido traer obras para todo tipo de público, por lo que hay piezas de un millón de euros, como una gran pintura de Manolo Millares, y pequeñas obras de Palencia que no cuestan más de 200-300 euros.

Las joyas de la muestra

El trabajo de Jorge Oteiza tienen una gran presencia en la sala del María Cristina, como es el caso de la serie Faraldo, que estuvo expuesta en Estados Unidos, entre otros países. También es del artista oriotarra la escultura España conquistadora que, según asegura Gutiérrez, llevaba 20 años sin exponerse. “Es una pieza única realizada en la época de la penuria; también dice que España va de puto culo y lo demuestra poniendo cada parte del cuerpo de la figura mirando para un lado distinto”, afirma el responsable de la muestra.

Hay muchas obras que tienen muy buena aceptación, como un cuadro de Manuel Losada de cinco metros de largo, con el que el visitante se encuentra cara a cara en cuanto pisa la sala. “Pero quizá la más llamativa sea una naturaleza muerta de Menchu Gal, en la que aparecen unas flores”, afirma Gutiérrez, para quien es una obra “preciosa”. También menciona un Francisco Iturrino de un cancán de la época de París: “Es una pieza muy importante”, señala, ya que el artista realizó muy pocos cuadros con esta temática.

También se puede contemplar la obra Las lavanderas de Biarritz de Álvarez Dumont, “una pintura muy de época”, y tampoco faltan piezas “interesantes” de José Gutiérrez Solana, Benjamín Palencia o Julián de Tellaeche, entre otros.

En cuanto a las obras contemporáneas de la exposición, que se adueñan de la zona izquierda de la muestra, destaca una obra de Manolo Millares, una gran pieza abstracta “muy curiosa”. También hay una pintura de dos piezas de Miró y grabados de Manolo Valdés. “Otra de las obras más grandes es un Tàpies”, agrega. “Poco a poco estamos trabajando más con la pintura contemporánea, pero todavía tenemos mucho más arte figurativo”, concluye Gutiérrez.

130

obras de autores como Oteiza, Darío de Regoyos, Menchu Gal o Millares conforman la exposición de la galería madrileña Lorenart. La mayoría de las piezas son pinturas, pero también hay esculturas.

Dónde y cuándo. La muestra se puede ver en una de las salas del Hotel María Cristina, hasta el día 6 del presente mes.

Precios. La entrada es gratuita, y las obras oscilan entre los 300 y el millón de euros.