Nekane lauzirika

DONOSTIA

LA imagen que de nuestra sociedad ofrecen algunos medios es con harta frecuencia mucho más enconada de lo que la realidad misma lo es. Y que el acuerdo, la entente y el buen rollito es posible, siempre, lo pone de manifiesto Paloma Segrelles en su libro cargado de anécdotas Tal como somos, firmado al alimón con su hija Paloma, donde refleja 30 años del arte de componer acuerdos y tejer relaciones no ya solo entre diferentes, sino entre contrarios y hasta entre enfrentados viscerales.

El acuerdo es posible porque siempre se puede hallar algún nexo de unión entre contrarios bien sean ideológicos, políticos, sociales o de cualquier otro tipo. Ese fue la génesis del Club Siglo XXI, un foro en el ocaso del franquismo, que paso a ser el mejor termómetro social y político de la Transición, y que aún hoy ofrece una tribuna a las más variadas tendencias. Paloma Segrelles, de soltera Paloma Arenaza Dorronsoro, y su hija asistieron ayer en el Carlton de Bilbao -el hotel adonde la llevaba su padre de pequeña- a la cena de Navidad, organizada por la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales Liberales, Mujer Siglo XXI.

con empresarias Un encuentro en el que las dos Palomas -mujeres de éxito en el terreno laboral y social- se han volcado, ya que aunque podrían haber ejercido de mujeres florero en la jet set madrileña, apostaron por trabajar fuera y dentro de casa. Saben a la perfección que a las mujeres en todos los ámbitos sociales, incluido el empresarial, se las sigue exigiendo el doble que a los varones, por eso acuden encantadas a iniciativas como la de Mujer Siglo XXI.

Cada una en la etapa que les ha tocado vivir han tenido que luchar por conseguir sus objetivos. En los primeros capítulos de sus memorias, es la madre la que narra sus vivencias, de su familia y se retrotrae hasta la década de los 50 cuando, ya de niña, se dio cuenta de las diferencias imperantes en la sociedad entre el hombre y la mujer, y de que la independencia económica iba a ser su gran objetivo.

Paloma Segrelles no se ha olvidado de los problemas que tuvo, cuando la Transición comenzaba de forma tímida su recorrido, con determinados socios que aún consideraban que un club serio no podía estar presidido por una mujer. En Tal como somos, la que fuera presidenta del club siglo XXI cuenta los problemas a los que se enfrentó con determinados socios porque aún en 1991 consideraban que un club serio como ese no lo podía presidir una mujer. Incluso con esa oposición trasnochada lo dirigió durante muchos años y ahora es su hija la que coordina la Comisión de Jóvenes.

En el libro que comparte con su madre -"todo un honor para mí"- Paloma junior dedica sus páginas a narrar más reflexiones que realidades sobre su vida. Y deja boquiabiertos a los lectores al confesar, por ejemplo, un episodio de malos tratos psicológicos sufridos en una de sus parejas de juventud.

la política Por el foro de Paloma Segrelles pasaron políticos de todo signo, sindicalistas, clero, presidentes de las Comunidades, artistas, toreros, periodistas... Su independencia ideológica -nunca ha pertenecido a ningún partido -hizo que no sucumbiera a los cantos de sirena de formaciones ideológicamente contrapuestas que en dos ocasiones le propusieron entrar en la primera línea política.

Por muchos de sus invitados al foro, económicamente independiente y sin ánimo de lucro -ésta fue la clave de su éxito y permanencia- Paloma madre siente admiración, sobre todo por aquellas personas que a pesar del éxito social, intelectual o económico han seguido siendo las mismas. Y es que para las dos, el glamour no es de izquierdas ni de derechas, es una actitud ante la vida.

Tras el duro golpe que supuso su separación, producto de unas imágenes en las que su marido Emilio Álvarez, uno de los hijos del propietario del Grupo Eulen y las bodegas Vega Sicilia, aparecía con otra joven, Paloma junior, abogada de profesión, ha vuelto a retomar las riendas de su presente y futuro.

Mientras, Paloma madre lleva toda la vida casada con el abogado Francisco Segrelles, que ha sido siempre el mejor apoyo y nunca ha coartado su libertad, como hacían muchos maridos en esos años. Tal como somos sorprenderá a propios y extraños porque Paloma Segrelles cuenta sin tapujos que su padre fue amante de Lola Flores cuando era productor cinematográfico.