Julio Cortázar tenía seis años cuando su progenitor se marchó de su casa para siempre. Dejó a la madre, a la hermana menor y al hijo casi en la miseria. Sólo cuando el gran escritor argentino alcanzó la fama mundial, su padre se volvió a poner en contacto con él por medio de una carta. Pero no hubo más relación entre padre e hijo.
Si ésta hubiera existido, el autor de Rayuela podría haber conocido cómo sus antepasados procedían de una pequeña localidad vizcaina, al otro lado del charco, que llevaba por nombre Ea. Podría, quizás, incluso haber viajado a ese pequeño pueblo para contemplar el hermoso paisaje que se puede divisar desde el caserío Bix Gojeaskoa donde su familia había vivido durante décadas. O podría haber visitado la casa de la Calle Nueva - hoy en día Kale Barria- donde vivía su abuelo Pedro Valentín Cortázar antes de echarse a la mar y recorrer el mundo hasta que en 1875 llegó a Argentina y decidió, nadie sabe porqué, quedarse allí.
Un abogado argentino, Pedro Lopepé, y el escritor, ensayista y crítico literario Jon Kortazar han realizado una rigurosa investigación para profundizar en los orígenes vascos de este escritor universal. Kortazar encontró en el Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia el acta de bautismo del abuelo del escritor. Pedro Valentín Cortázar fue marino como su padre y su cuñado. Empezó a navegar con 13 ó 14 años y llegó a ser teniente de navío mercante. Valentín Cortázar Ugarriza se casó en Salta con Carmen Arias, una mujer que provenía de una familia argentina acomodada y tuvo siete hijos, Pedro José, Antonia, Augusto, Desiderio Pablo, Julio José - el padre de Cortázar-, María y Carmen Rosa.
Pero esta es sólo una parte de la investigación. Además de bucear en la vida del abuelo de Julio Cortázar, el ensayista y escritor ha querido ir más allá. Su objetivo ha sido encontrar los orígenes del autor de Rayuela en Ea pero también investigar si todavía existen familiares, aunque sea lejanos, de Julio Cortázar.
Jon Kortazar se ha reunido con el alcalde de Ea, Asier Madarieta, y pusieron en común todos los datos que han conseguido encontrar sobre este tema. De su bisabuelo se ha localizado bastante documentación. Al igual que Pedro Valentín, era también capitán de barco. Según relata el escritor vasco, "se quedó huérfano de padre muy joven y empezó a navegar con 18 años para mantener a sus hermanos y a su madre, fundamentalmente pescando bacalao en los países nórdicos".
Se sabe por un censo de Bizkaia de 1829, encontrado por Jon Kortazar, que el bisabuelo del escritor argentino había nacido casi con toda la seguridad en un caserío llamado Bix. Pero, al fallecer el padre, tuvieron que abandonarlo y trasladarse al pueblo de Ea.
Jon Kortazar y Asier Madarieta quisieron visitar el caserío dónde se cree que nació el bisabuelo del autor argentino. Un caserío que ha sido rehabilitado por dos familias jóvenes vascas, que se sorprendieron al conocer la historia de la familia Cortázar. "Habíamos leído un articulo en el que decía que las raíces del escritor argentino estaban en Ea pero no nos podíamos ni imaginar que su familia había vivido en nuestro caserío", explicaban.
Siguiendo el curso de la historia, Kortazar y el alcalde de Ea se trasladaron al centro de la localidad vizcaina para buscar la casa donde se mudó la familia Cortázar. Las propiedades del bisabuelo, que deberían haber pasado a Pedro Valentín Cortázar por ser el primogénito, pasaron a manos de la hermana de éste, Martina Josefa Cortázar. Esta mujer contrajo matrimonio con Genaro Landeta, con quien tuvo siete hijos.
Al parecer, se localizaron por esa época varios Landeta Cortázar. Filomena, Martina y Gerbasio Landeta Cortázar murieron en la localidad vizcaina. De estos tres se sabe que ninguno contrajo matrimonio: las dos hermanas fallecieron solteras y entradas en años, pero Gerbasio murió con tan sólo 38 años.
"Así que el objetivo era buscar a los Landeta descendientes de esa rama de la familia", explicaba Asier Madarieta. Y, precisamente, en la casa donde se supone que pudo vivir el abuelo, ha vivido hasta el año pasado José Antonio Landeta. Es difícil determinar si José Antonio es familiar directo del escritor argentino. Hay un salto de dos generaciones perdidas. Pero también hay demasiados coincidencias.