Las caídas son el accidente doméstico más habitual, y en muchas ocasiones ocurren en el cuarto de baño, especialmente en la bañera o la ducha.

Uno de los momentos más críticos es al terminar de ducharse, cuando el cuerpo está mojado, el suelo resbaladizo y se requiere realizar movimientos que comprometen el equilibrio. Por eso, es fundamental adoptar hábitos seguros y adaptar el entorno para minimizar los riesgos.

Acceder a la toalla sin peligro

Secarse comienza accediendo a la toalla, y este primer paso ya puede implicar un riesgo si no está bien planificado. El toallero, gancho o balda donde se coloque la toalla debe estar ubicado de forma estratégica: debe ser visible y alcanzable sin necesidad de estirarse, hacer equilibrio o girarse bruscamente.

Lo ideal es que esté frente a la bañera y al alcance desde el interior o desde el punto donde se pisa al salir, sin necesidad de desplazamientos complicados.

¿Secarse dentro o fuera de la bañera?

El suelo de la bañera suele estar mojado y puede contener restos de jabón o champú, lo que lo convierte en una superficie especialmente resbaladiza.

Permanecer dentro de la bañera para secarse puede aumentar considerablemente el riesgo de caídas. Por eso, una opción más segura es salir de la bañera y secarse fuera, colocando los pies sobre una alfombra antideslizante y absorbente.

Esta debe ser amplia, estar bien adherida al suelo y permitir secarse sin que los pies estén en contacto directo con el pavimento mojado.

Baño moderno y minimalista con bañera y ducha. Freepik

Cómo salir de la bañera de forma segura

Salir de la bañera debe hacerse preferiblemente de frente, sujetándose con una mano a una barra fija o al borde de forma segura.

En caso de que la altura del borde sea una dificultad, salir de lado puede ser una alternativa, pero nunca debe hacerse de espaldas, ya que esto compromete el control del cuerpo y puede provocar desequilibrios.

Es importante que los movimientos sean controlados y no bruscos. Si se necesita girar para alcanzar algo o realizar alguna acción —como apoyar un pie en el borde de la bañera para secar la pierna—, es mejor dar pequeños pasos y girar lentamente en lugar de hacer un giro de 180º de una sola vez.

Evitar riesgos durante el secado

Secarse los pies y las piernas implica levantar una extremidad, lo que puede comprometer el equilibrio, sobre todo si no hay un punto de apoyo cercano. Para este momento, conviene apoyarse firmemente en una superficie estable o sentarse en un banco seguro si es necesario.

Una vez finalizado el secado, es fundamental no dejar las toallas tiradas en el suelo.

Estas pueden ser un obstáculo peligroso tanto para quien se ha duchado y para otros miembros del hogar. Guardarlas correctamente en su lugar es una acción simple pero crucial para prevenir tropiezos.

En resumen, las caídas en la bañera son evitables con medidas sencillas: colocar la toalla al alcance, secarse fuera sobre una alfombra antideslizante, salir de frente sujetándose bien y moverse de manera controlada. Con pequeños cambios en nuestros hábitos diarios podemos aumentar notablemente la seguridad en el baño.